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Hanbin estaba muy feliz, el viaje de fin de curso sería el 4 de la primera semana de junio, tenía un gran sentimiento de plenitud en su pecho. Sintiéndose tan lleno de felicidad que podría gritar a los cuatro vientos.

Lo mejor de todo la situación, lo que más feliz le hacia era que sería en Tailandia.

Tenía tantas ganas de ese viaje, mucha gente pensaría que quiere conocer el país, que sin duda sería una experiencia increíble, pero realmente sabe que es un país más liberal con su sexualidad.

Si, por que Sung Hanbin estaba feliz de poder celebrar por primera vez un pride month con su novio, sin tener miedo a que alguien le dijera algo, o peor aún, que su familia lo descubriera.

Lleva en el armario desde que tiene la minoría de once años, la homosexualidad no fue algo que se hablará mucho en casa. Pero el pequeño Hanbin sabía que no era algo bueno, algo que no debía decir.

"Esos odiosos enfermos" Dijo apagando ese día la televisión su madre.

O cuando le obligó a separarse de su novio cuando los rumores de que este era gay se esparcieron por todo el barrio.

Salio de sus pensamientos y levantó la mirada cuando un quejido se escuchó, haciendo que su corazón latiera rápidamente, sorprendido camino hacia su ventana, esperando que fuera alguien que quisiera robarle, hacerle daño ¿quitarle sus órganos?

Se acerco con el corazon en la boca, hasta que vio a su novio tirado en el suelo de su cuarto, con una mueca de dolor. Algo que extrañamente le sorprendió.

"Mierda, se me engancho el cordón en la ventana." Dijo señalando su pie que tenía el zapato desatado.

"Hao, ¿que haces aquí? Mamá está abajo." Dijo el menor confundido.

"Nop, se fue hace tres minutos, estaba esperando a que se fuera para subir." Dijo encogiendose de hombros.

Hanbin sonrió levemente, y dejó un casto beso en los labios de su novio, tomandose el tiempo de degustar el sabor del labial, un reto que tenian siempre.

"Mmmmh, melocotón." Afirmó entrecerrando los ojos.

"Mango." Dijo mientras se reía. "Encontré un labial sabor a mango, nunca lo había pensado."

"Creo que tengo que probarlo un poco más... ya sabes, es nuevo y..." sus palabras se interrumpieron al sentir los labios de Hao encima de los suyos, sintiéndose como si tuviera catorce otra vez, ese cosquilleo fantástico que le hacía sentirse el mismo nunca desaparecía, daba igual cuantas veces besara a Hao, sentiría lo mismo una y otra vez.

Sonrió como un tonto enamorado.

Bueno, eso era.

Un tonto enamorado.

Y Hao era su dulce princesa.

Aunque, realmente era Zhang hao el que solía subir a salvarle de aquella torre, (su cuarto en el segundo piso), de la malvada bruja (su madre).

"¿Qué tienes pensado hoy?" Pregunto Hanbin dejándose caer en la cama, y sonrió de nuevo, por que le gustaba sonreír le gustaba su novio y le gustaba estar con él.

Hao mordió su labio inferior algo nervioso, signo que no fue ignorado por el menor.

"¿Qué pasa? Sabes que puedes contármelo todo Hao..." Dijo mientras el mayor se sentaba a su lado, aprovechando para acariciar el cabello de su hyung.

"Vas a pensar que es algo tonto..." Dijo algo apenado mirando sus manos, y eso le rompió el corazón a Hanbin, todo lo que él menor tenía de extrovertido, lo tenía Zhang hao de introvertido

First pride month ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora