KAITHYN
Las vacaciones de invierno habían llegado, trayendo consigo un aire de tranquilidad y celebración. Kaithyn se encontraba en casa, disfrutando del tiempo libre y la compañía de su familia. La tensión de las semanas anteriores se había disipado un poco, y estaba decidida a aprovechar al máximo este tiempo de descanso.
En la cocina, Kaithyn ayudaba a su madre a preparar comida navideña. El aroma del pavo asado, las galletas de jengibre y el pastel de frutas llenaba la casa, creando un ambiente cálido y acogedor. Kaithyn estaba cubierta de harina, sonriendo mientras amasaba la masa para las galletas.
—¡Kaithyn, no te olvides de agregar la canela! —le recordó su madre con una sonrisa.
—Lo tengo, mamá —respondió Kaithyn, concentrada en su tarea.
De repente, su teléfono vibró en el bolsillo de su delantal. Kaithyn lo sacó y vio que tenía un mensaje de Jeireth. Su corazón dio un pequeño brinco de emoción mientras abría el mensaje.
Jeireth: "Hola, Kaithyn. ¿Cómo van tus vacaciones? Espero que estés disfrutando. Me preguntaba si podríamos vernos algún día de estos para repasar un poco. ¡Feliz Navidad!"
Kaithyn sonrió de manera coqueta al leer el mensaje, sin darse cuenta de que aún tenía harina en el rostro. Su madre, observándola, sonrió también, notando el brillo en los ojos de su hija.
—¿Quién es? —preguntó su madre con un tono travieso, aunque ya tenía una idea.
—Es... Jeireth —respondió Kaithyn, tratando de sonar casual pero sin poder ocultar del todo su emoción.
—¿Jeireth? —repitió su madre, levantando una ceja con interés—. ¿El mismo Jeireth que tú llamabas "el chismoso"?
Kaithyn se rió nerviosamente, sabiendo que su madre no dejaría pasar esa oportunidad. —Sí, el mismo. Solo quiere repasar un poco durante las vacaciones.
Su madre sonrió, dándole una palmada cariñosa en el hombro. —Bueno, parece que las cosas están cambiando entre ustedes. ¿Te gusta ese chico?
Kaithyn sintió sus mejillas arder y trató de esconder su rostro detrás de un mechón de cabello. —Mamá...
—Está bien, está bien —dijo su madre, riendo—. No te molestaré más. Pero me alegra verte feliz, cariño.
Kaithyn sonrió agradecida y respondió al mensaje de Jeireth.
Kaithyn: "Hola, Jeireth. ¡Mis vacaciones van bien! Estoy ayudando a mi madre con la comida navideña. Claro, podemos vernos para repasar. ¡Feliz Navidad a ti también!"
Jeireth respondió rápidamente.
Jeireth: "Genial, ¿qué tal si nos vemos mañana por la tarde? Puedo llevar algunas galletas que hizo mi madre."
Kaithyn: "Perfecto. Nos vemos mañana entonces. ¡Que pases una buena noche!"
Jeireth: "Igualmente, Kaithyn. Cuídate."
Kaithyn guardó su teléfono y volvió a su tarea con una sonrisa en los labios. Aunque todavía estaba confundida acerca de sus sentimientos por Jeireth, no podía negar que disfrutaría verlo de nuevo.
El resto del día transcurrió en un ambiente de alegría y camaradería. La familia de Kaithyn compartió historias, risas y un delicioso banquete navideño. Mientras ayudaba a su madre a limpiar la cocina, Kaithyn se sintió agradecida por tener una familia tan maravillosa y por las pequeñas sorpresas que la vida le traía.
Esa noche, Kaithyn se acostó temprano, emocionada por el encuentro del día siguiente con Jeireth. Sabía que aún tenía mucho que resolver, tanto en sus sentimientos como en su plan inicial, pero por ahora, estaba decidida a disfrutar del presente y dejar que el futuro se desenvolviera por sí mismo.
Mientras cerraba los ojos, Kaithyn recordó la sonrisa de Jeireth y su corazón se llenó de una cálida sensación. Tal vez, solo tal vez, esta Navidad sería el comienzo de algo nuevo y hermoso.
JEIRETH
Por otro lado, Jeireth también disfrutaba de las vacaciones de invierno, aunque de una manera diferente. Después de semanas de tensión y estudios, estaba contenta de poder relajarse un poco. Sin embargo, sus pensamientos volvían constantemente a Kaithyn. Había algo en ella que lo intrigaba, y aunque no lo admitiera abiertamente, le gustaba pasar tiempo con ella.
Jeireth estaba en la sala de estar de su casa, decorada con luces navideñas y un gran árbol lleno de adornos. Su madre, Maily, estaba en la cocina horneando galletas, mientras su hermano mayor, Bengy, ayudaba a decorar el exterior de la casa. Jeireth revisaba su teléfono, esperando la respuesta de Kaithyn. Cuando finalmente llegó, una sonrisa se dibujó en su rostro.
—¿Qué te tiene tan feliz, hermanito? —preguntó Bengy, entrando en la sala con una caja de adornos.
—Nada importante —respondió Jeireth, tratando de sonar despreocupado mientras leía el mensaje de Kaithyn.
—Vamos, no puedes engañarme. Sé que has estado hablando mucho con esa chica, Kaithyn, ¿verdad? —Bengy se sentó en el sofá, observando a su hermano con una mirada burlona.
Jeireth se encogió de hombros. —Solo estamos estudiando juntos. Nada más.
—Ajá, claro. ¿Y por eso tienes esa sonrisa de tonto en la cara cada vez que hablas con ella? —Bengy río—. No puedes engañarme, Jeireth. Te gusta esa chica.
Jeireth suspiro, sabiendo que no tena sentido ocultarlo. —Es... complicado. Al principio, no soportábamos estar juntos, pero ahora... no sé. Es diferente.
—Bueno, parece que la Navidad trae sorpresas —dijo Bengy, dándole una palmada en el hombro—. Solo asegúrate de no dejar pasar una buena oportunidad. A veces, lo que empieza como algo complicado puede convertirse en algo increíble.
Jeireth asintió, reflexionando sobre las palabras de su hermano. No estaba seguro de qué depararía el futuro, pero sabía que quería seguir conociendo a Kaithyn.
Más tarde, en su habitación, Jeireth se sentó con su cámara. Recordó la foto que había tomado de Kaithyn la otra noche, cuando ella miraba por la ventana sin saber que él la observaba. Era una imagen hermosa, capturando un momento de tranquilidad y reflexión en su rostro.
— ¿Qué haces con esa cámara, Jeireth? —preguntó su madre, asomándose por la puerta.
—Nada, solo revisando algunas fotos —respondió él, guardando la cámara rápidamente.
Maily emocionada, entrando en la habitación. —Sabes, me alegra ver que ha encontrado una buena amiga en Kaithyn. Es una chica encantadora.
Jeireth asintió . —Sí, lo es. Y es muy inteligente también. Me está ayudando mucho con mis estudios.
—Eso es bueno —dijo su madre, sentándose en el borde de la cama—. La familia Moore parece ser muy agradable. Me alegra que estén aquí en este vecindario.
Jeireth emocionado, agradecido por el apoyo de su madre. —Sí, mamá. Son una buena familia.
—Bueno, te dejo seguir con lo tuyo. Solo quería decirte que estoy orgullosa de ti, Jeireth. Has crecido mucho este año —dijo Maily, dándole un beso en la frente antes de salir de la habitación.
Jeireth se quedó solo, reflexionando sobre las palabras de su madre y su hermano. Decidió que no dejaría que el miedo o las complicaciones lo detuvieran. Estaba dispuesto a ver a dónde lo llevarían sus sentimientos por Kaithyn.
La noche avanzaba y Jeireth se sentía cada vez más ansioso por el encuentro del día siguiente. Aunque era solo una sesión de estudio, sabía que cualquier momento con Kaithyn era especial. Se recostó en su cama, cerrando los ojos y esperando que la mañana llegue rápidamente.
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2 Corazones en conflicto
Romance2 Corazones en Conflicto sigue la historia de Kaithyn Moore, una chica de 17 años que se muda a la ciudad de Rush y se encuentra con su arrogante vecino, Jeireth White. A pesar de su actitud altanera, ambos empiezan a interactuar debido a sus circu...