Capítulo 23: La Recuperación

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La recuperación de Eli avanzaba lentamente, pero con cada pequeño progreso, la esperanza y el ánimo en la sala se incrementaban. Para Alexia y Alba, ver a su madre responder positivamente a los tratamientos era un alivio inmenso. Sin embargo, para Elena, el proceso de recuperación de Eli se había convertido en algo más que un desafío profesional; era una oportunidad para fortalecer un vínculo que iba más allá de lo médico.

Cada mañana, antes de que comenzaran sus rondas, Elena se tomaba un momento para visitar a Eli. Aunque sus hijas se turnaban para estar con ella ambas tenían compromisos con su trabajo, Elena se había aprovechado para brindar una atención adicional, asegurándose de que Eli estuviera cómoda y bien cuidada.

"Eli, buenos días," saludó Elena una mañana, entrando en la habitación con una sonrisa. "¿Cómo te sientes hoy?"

Eli, aún convaleciente pero notablemente más animada, sonrió débilmente. "Mejor, gracias a ti y a tu equipo. No sé cómo agradecerles todo lo que has hecho por mí."

Elena se sentó a su lado, tomando su mano con suavidad. "No tienes que agradecernos, Eli. Es nuestro trabajo, pero más que eso, quiero asegurarme de que te recuperes completamente. Tu familia te necesita."

Con el paso de los días, Eli y Elena comenzaron a conocerse más profundamente. Elena compartía pequeñas historias de su vida, y Eli hacía lo mismo. Estas conversaciones ligeras ayudaban a Eli a mantenerse positiva y a Elena a construir una conexión más personal con la madre de Alexia.

"¿Sabes? Alexia me contó sobre su carrera como futbolista, y habla maravillas de ti y de su padre" dijo Elena un día, mientras ajustaba el gotero de Eli. "Debes estar muy orgullosa de ella."

Eli asintió, sus ojos brillando con orgullo. "Sí, siempre he estado muy orgullosa de Alexia. Ha trabajado muy duro para llegar a donde está. Y Alba también, aunque sigue un camino diferente, es igualmente talentosa y dedicada."

Elena sonrió. "Puedo ver que has criado a dos mujeres excepcionales."

Lo que ni Eli ni sus hijas sabían era que el accidente que la había dejado en este estado no había sido un mero infortunio. Marco, en un arrebato de celos y furia, había causado intencionadamente el choque que llevó a Eli al hospital. Elena había descubierto esta terrible verdad a través de fuentes confidenciales en la policía, pero decidió mantener la información para sí misma por el momento, temiendo el impacto emocional que tendría sobre Alexia y su familia.

El conocimiento de esta verdad solo intensificó la determinación de Elena de cuidar de Eli. Sabía que no solo estaba ayudando a una paciente, sino protegiendo a la familia de alexia quien se ha comportado tan especial con ella.

Cada día, Eli mostraba signos de mejoría. Las visitas de Alexia y Alba, combinadas con el cuidado constante de Elena, parecían darle la fuerza que necesitaba para seguir adelante. La fisioterapia diaria, aunque extenuante, comenzó a dar frutos, y Eli pudo empezar a moverse con mayor facilidad.

"Hoy me siento un poco más fuerte," dijo Eli una tarde, mientras hacía sus ejercicios de rehabilitación con la ayuda de un fisioterapeuta.

"Eso es excelente, Eli," respondió Elena, quien siempre encontraba tiempo para estar presente durante las sesiones de fisioterapia. "Paso a paso, llegarás ahí."

Eli miró a Elena con gratitud. "No sé cómo agradecerte lo suficiente, Elena. Has estado a mi lado todo este tiempo."

A medida que pasaban más tiempo juntas, Eli y Elena comenzaron a compartir confidencias más personales. Eli habló de su vida antes del accidente, sus esperanzas y miedos, y su profundo amor por sus hijas. Elena, por su parte, compartió historias de su infancia, su pasión por la medicina y su propia lucha por encontrar equilibrio en su vida profesional y personal.

Ecos de Amor  - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora