• Almas Malditas •

• El comienzo •

La puerta fue abierta de un portazo en un peculiar aula en la escuela metropolitana de Tokio, donde se festejaba una pequeña fiesta de bienvenida a los alumnos de primer grado.

Un hombre alto y de apariencia intimidante entró a dicha aula con los alumnos, parándose enfrente de los de nuevo ingreso.

-"Escuchen. Lamento haber interrumpido su pequeña fiesta, pero hubo un intercambio con la escuela de Kyoto y una nueva alumna se integra al grupo." *Dijo con su característico tono de voz autoritario, haciendo sorprender algunos*

Especialmente a ciertas personas.

-"Buu... Profesor Yaga. Se nos acabaron las serpentinas y los gorritos de fiesta."

-"Le doy el mío, no lo quiero." *Habló una chica de cabellos blancos hacia el chico, que, casualmente también tenía el cabello del mismo color*

-"Uh, bueno"

-"Silencio. El punto es que quiero que que le den una bienvenida, está justo aquí. *Dijo, apuntando con su pulgar hacia la puerta"

Todos giraron la cabeza hacia aquella dirección... nadie pudo sentir de su energía maldita hasta que Yaga mencionó de su presencia. Una chica alta de cabellos largos y ojos rojizos estaba de pie frente a la puerta mirando a cada uno de ellos en silencio. ¿Por cuánto tiempo? Probablemente desde que Yaga entró.

-"Pasa" *Ordenó amablemente, ella obedeció mirándolo para después caminar hacia el y un par de chicos. Un chico rubio y otro castaño, sus nuevos compañeros*

Pudo sentir la penetrante mirada de alguien, pero se resistió a volver a voltear hasta llegar a su nuevo grupo e incorporarse. Finalmente Yaga la presentó, dándole la palabra.

-"Mi nombre es Noelia, un gusto-

Fué interrumpida cuando un chico albino portando un par de lentes oscuros se le acercó, colocándole el gorrito de fiesta en su cabeza, haciéndola sorprender.

-"Satoru, no hagas eso estaba hablando" *El otro chico de cabellos recogidos y de flequillo peculiar se incorporó en la silla en la que estaba sentado, mirándonos*

El chico aparentemente llamado Satoru soltó un bufido y lo miró un momento antes de volver a mirarla. Se quedó ahí por un momento, y pudo jurar que sus ojos brillaban igual que los suyos.

-"Uh, Hola" *Saludó ella de manera tranquila pese a que él le haya puesto el gorrito bruscamente y le interrumpiera. Satoru reaccionó segundos después y sacudió la cabeza, y algo extrañado le devolvió el saludo*

-"Que tal"

-"Satoru, siéntate que aún no termino" *Ordenó Yaga, mirándolo como siempre*

Satoru regresó a su asiento, recibiendo una mirada de mal gusto por parte de su mejor amigo por lo que acababa de hacer. Satoru lo ignoró y se sentó, mirando a Noelia acomodar el gorrito mientras Yaga daba toda la información sobre ella, Haibara y Nanami.

Hasta que mencionó algo...

-"Dicho lo anterior te entregaré tu identificación. Noelia, grado especial."

Todos en el aula se sorprendieron.

-"¿Grado especial?" *Habló la chica del Kimono, algo incrédula a lo que escuchaba*

La chica a su lado solo se rió a la expresión de su amiga.

-"Si. No les quito más tiempo, pueden seguir con su fiesta en lo que empiezan las clases. *Yaga finalmente salió del aula, dejando algunos con la palabra en la boca, otros sorprendidos y un chico albino más que interesado*

Noelia miraba su identificación con tranquilidad hasta que siente una presencia acercarse a su lado. Un chico de cabello castaño sonriéndole invadió su espacio personal mientras miraba también su identificación.

-"¡Oye, es genial tener una compañera de grado especial!

Ella lo miró fijo unos segundos a lo excéntrico que fué, aún así le pareció tierno que se acercara a hablarle. Le sonrió, quitando su identificación para que la mirara.

-"Supongo que si. ¿Te llamabas Haibara, cierto?" *Mantuvo su sonrisa, mirando detrás suyo y mirando a su otro compañero... Sorpresa~ miraba hacia nuestra dirección*

-"¡Si! Un gusto Noelia"

-"Oye"

El chico llamado Nanami alzó ambas cejas, acercándose a ellos cuando ella lo llamó. Los tres comenzaron una conversación que fluyó como agua y rápidamente se llevaron bien...

Y sin darse cuenta un albino miraba todo desde su escritorio, ¿Y su mejor amigo? Digamos que miraba su teléfono, pero de vez en cuando miraba aquella chica, especialmente ese flequillo en su rostro.

"Con que una hechicera de grado especial..."

Eso fueron los pensamientos de Satoru mientras su mirada recorría lentamente el cuerpo de Noelia.

Lentamente...

"Bonitas curvas"