♡~¡Quackity My Love!~♡

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Pov:
La dulce voz de la diosa Kristen les había causado cierta curiosidad a los demás presentes en aquel lugar, haciendo que solo se vieran entre ellos esperando alguna respuesta o saber si todos estaban igual de desconcertados ante la extraña petición que le tenía Wilfran, después de estar unos segundos en silencio la voz de uno habia llamando la atención de todos de nueva cuenta, volteando a ver a la diosa Kristen con un poco de curiosidad en sus ojos al no tener alguna idea de que cuál sería el pedido del chico.

Javi: ─ ¿Cual a sido ese favor..? ─.

Cuestionó a la diosa con un tono nervioso ya que este tenía un presentimiento en su pecho que no sabía cómo interpretar, sintiendo un extraño sentir ya que por un lado quería a ese pequeño humano Quackity que siempre quería jugar con ellos aunque no fueran buenos en ninguno de esos juegos humanos.

Pero por otro este quería ver de nueva cuenta a ese niño que no pudo proteger, aquel que fue el primer hijo que sus héroes tuvieron a pesar de la regla que les pusieron, aunque no les culpaban pues esa regla se había puesto para evitarles algún futuro daño, los peligros en ese tiempo eran demasiados.

Todos se quedaron a la espera por una respuesta de parte de la diosa Kristen pues estos comenzaban a imaginarse algo malo sobre ese favor, sus mentes comenzaban a jugar en contra de ellos mismos por no saber que es lo que pasaba.
Esto fue notado de inmediato la diosa Kristen y de inmediato trato de aclarar las cosas con los demás dioses presentes, ya que no quería que se hicieran ideas erróneas.

Kristen: ─ Él me ha pedido ser el ángel guardián de Quackity.. ─.

Respondió por fin ella con su voz un tanto temerosa al no saber cómo se tomarían la petición de Wilfran y en caso de que la respuesta de estos fuera negativa no sabría cómo decirle a Wilfran los resultados, ya que le dolería verlo dolido al no poder ver más su hermano menor por lo que solo esperaba que todos ellos aceptarán la petición.

En cambio el lugar quedó en completo silencio mientras los dioses hispanos pensaban mejor las palabras de la diosa, era demasiado claro que eso los había tomado por completa sorpresa a todos ellos debido a que no se lo esperaban ni un poco a decir verdad.
Esperaban de todo menos que ese chico quisiera ser el ángel guardián de el azabache menor.

Sabían que debian de tomar una buena decisión, por lo que debían de pensar bien en esa petición aunque a primera instancia no tuviera algo malo pues el alma de Wilfran por fin podría salir del mundo de los muertos y a cambio le otorgara protección a uno de sus héroes, si no es que quería proteger a todos ellos.

De hecho al pensarlo mejor y verlo de ese modo, no había algo malo realmente ya que todos salían ganado con esa petición, pues incluso la diosa Kristen podía comunicarse con él al ser un ángel guardián enviado por ella, por lo que no le vieron algo de malo y comenzaron a hablan entre ellos para ver qué se podía hacer o cómo podían traer el alma a su mundo.

Pues era claro que una transferencia de alma era algo que debía de tratarse con suma delicadeza, había algunos riesgos que podrían pasar si se hacía algo erróneo, como la pérdida de memoria, que el alma desapareciera o incluso que la misma alma se perdiera entre los universos y esta hubiera reencarnado en otra persona distinta.

Por lo que si, no querían ni debían de dañar algo tan valioso como lo era un alma pura e inocente.

Le darían esa oportunidad a aquel chico, era lo mínimo que podían hacer por él después de todo lo que pasó por culpa de su inexperiencia en el pasado, desde ese día juraron que no volverían a cometer el mismo error otra vez en sus vidas.

Mientras que ellos planeaban un poco de como traer el alma a su mundo la diosa Kristen estaba nerviosa por no tener una respuesta, pero sabía que debía de mantener la compostura ante todo, aunque se estuviera muriendo de los nervios.

Jamás había estado tan nerviosa en su vida a excepción de cuando tuvo a sus tres hijos claro estaba o de cuando fue el día de su boda, cuando se había casado con su ahora esposo Philza hace mucho tiempo atrás.
Aún recordaba con detalle ese día y lo mucho que le había gustado hacer una ceremonia humana, fue bastante divertido en su opinión.

Ya que está a pesar de ser la diosa de la muerte y hacer su trabajo sin falta, veía a diario cómo largas filas de almas que no parecían tener algún final no paraban de llegar a su plano Celestia, le entristecía ver cómo llegaban niños demasiados pequeños.

A su ves que también solían llegar animales que habían sido maltratados de forma horrible por sus dueños o por gente sin corazón que los veía en la calle, asi como también llegaba los que murieron de forma heroica, pero a pesar de ser la diosa de la muerte ella apreciaba mucho la vida, ya que le parecía demasiado corta a comparación de los largos siglos de vida que ella tenía existiendo.

Pensaba la diosa Kristen sin darse cuenta que por los nervios se había quedado atrapada en sus propios pensamientos, pensando en demasiadas cosas que había visto o hecho, pensando en su familia.

Por lo que no escucho cuando el dios Heberon le hablo, sabía que la petición debía de tomarse con extrema seriedad pues se trata de un alma a la cual debían de transferir a sus tierras, por lo que entendía que la diosa se quedará pensando demasiado pues no era una decisión nada fácil de tomar para nadie.

Heberon: ─ Lady death.. ─.

Murmuró de modo suave al no querer asustarla de ningún modo mientras ponía una mano en el hombro de la nombrada para tratar de regresarla a la realidad lo cual dio resultado al poco tiempo.

Kristen: ─ ¿Que es lo que pasa..? ─.

Pregunto la diosa un poco desubicada pues había pensado en muchas cosas que se la había olvidado por un momento que era lo que hacía ahí, pero rápidamente recordó cual era su propósito de su visita por lo que volteo a ver a el dios Heberon con un poco de impaciencia.

Heberon: ─ Hemos estado hablado y todos creemos que es buena idea que Wilfran sea el ángel guardián de Quackity.. ─.

Ante esas últimas palabras dichas por el dios y ver que los demás lo estaban apoyando con leves sentimientos de cabezas, la diosa se emocionó pues no podía esperar mucho más tiempo para contarle la buena noticia a Wilfran, ya sabía de ante mano que se pondría demasiado feliz por saber eso.

Kristen: ─ ¡Muchas gracias!, no saben lo feliz que esto pondrá a Wilfran ─.

Agradeció a todos con una gran sonrisa en su cara por la demasiada emoción que recorría su ser entero, sabía que con su ayuda el alma de Wilfran llegaría a salvo al pueblo de karmaland.

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Reescrito.
Palabras escritas: 1200.