Iguro había estado meditando en todo lo ocurrido, en el estado de Mitsuri, en el hecho de que los novatos, Mitsuri y Tokito vencieran a dos Lunas Superiores, y el hecho de que la demonio Kamado era inmune al sol. No era necesario ser un gran estratega o un genio para darse cuenta de lo que se avecinaba, sabía muy bien que apenas Kanroji mejorase tendrían una reunión urgente los pilares.
No quería estresarse pensando en esas cosas, y aprovechando que no tenía un encargo, decidió volver a ir a la finca mariposa, no sin antes en el camino, ir a comprar algunos dangos para llevar, sabía que Mitsuri seguramente añoraba comer algo dulce y delicioso diferente a las comidas que allí les brindaban.Estaba llegando a la finca cuando escuchó unos gritos que lo pusieron alerta, parecía un regaño.
— ¡Inosuke! ¿¡Qué te he dicho de subirte a los techos?! ¡Ahora tengo que quitar esas manchas!— Aoi gritaba muy enojada, golpeando con la escoba al joven con máscara de jabalí.
— ¡No lo entiendes! Tienes que aprender del Rey de la montaña para ser tan hábil como yo, ja.— Se veía bastante orgulloso, llevándose las manos a la cadera.
Obanai observaba muy confundido la situación, pero decidió acercarse para hablar con Aoi.
— Vengo a ver a Kanroji.
Aoi se sorprendió al ver al pilar de la serpiente, y rápidamente saludó de manera respetuosa.
— Ah, Obanai-san, disculpe el alboroto, estaba intentando enseñarle modales a este... Puerco.
— ¿Un hashira? ¿Un pilar? ¡Enfréntate conmigo! ¡Debo saber tu fuerza! — Inosuke se veía entusiasmado, siempre le alegraba ver personas fuertes a las que enfrentarse.
Iguro se veía irritado, a lo que prefirió simplemente ignorarlo.
— Voy a pasar si no es mucha molestia.
— N-No, ninguna molestia, discúlpenos.— Aoi se inclinó a modo de disculpa, obligando a Inosuke a hacer lo mismo agarrándolo de la nuca.
"Que extraños son estos cazadores nuevos..." Pensó Iguro para sí mismo, mientras se adentraba en la finca.
Dio un pequeño golpe en el marco de la puerta de papel, indicando su llegada mientras la deslizaba, encontrándose con Mitsuri sentada en la cama de la habitación, se veía mucho mejor que el día anterior, parecía estar mejorando con una velocidad sobrehumana.
— ¡Iguro! Viniste a verme. — Mitsuri sonrió ampliamente al verlo entrar, se había estado sintiendo un poco sola.
— Pensé que quizás extrañarías comer algo como esto. — Iguro mostró los dangos que traía, no se notaba, pero estaba sonriendo bajo esas vendas que cubrían su boca.
Mitsuri no podía verse más feliz, y extendió sus manos al dulce, el cual Obanai entregó sin problemas, realmente disfrutaba verla tan feliz.
— Muchas gracias Iguro, no sabes cuanto moría por comer uno de estos.— Mitsuri comenzó a comer, de manera lenta y pausada para disfrutar el dulzor del postre, era muy expresiva, pues cerraba sus ojos y sonreía por cada bocado.
El pilar de la serpiente se quedó observándola con cariño, y aunque era frío sentía una dulce calidez en su pecho por ver a la pelirrosada disfrutar tanto de un simple bocadillo como ese.
— No le digas a Kochō que te traje comida de fuera.— Advirtió, no quería tener problemas con Shinobu.
— Tranquilo, será nuestro secreto.— Respondió.
Iguro se sentó en la silla que estaba a un lado, pensativo. Pues Mitsuri ciertamente se veía mucho mejor que el día anterior, suponía que pronto le darían el alta.
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El cuidado del romance [Obamitsu]
FanfictionTras vencer a la Cuarta Luna, Mitsuri se encuentra herida en la finca Mariposa, e Iguro la cuidara, lo cual hará que sentimientos florezcan antes de la batalla final.