Eres mi juego final

CAPÍTULO 85 Camino a la revelación

Estaban casi por finalizar el mes de agosto, la semana más esperada por toda la familia llegó, dieciséis semanas se cumplieron exactamente para descubrir que género es el tercer Kelce, ya ansiaban poder darle una identidad más clara, llamarlo "tercer Kelce" era lindo, pero querían pensar en nombres y hacer todo todavía más real, esta vez, quienes se enterarían de dicha revelación solo serían la familia más cercana, los padres de ambos, sus hermanos y un par de amigos, quienes obviamente eran Selena y Ross, por lo consecuente, la celebración la iban a llevar a cabo en la ciudad de Los Ángeles, no harían nada en Kansas esta vez.

Pronto iba a iniciar la temporada de juegos, septiembre estaba a la vuelta de la esquina, por lo que también llegaría el cumpleaños número dos de los mellizos, todo iba a ser celebración en lo que restaba de estos días, las náuseas y los vómitos se fueron por completo, Taylor esa mañana, estaba quejándose en el armario, trataba de hallar algo que le quedara, estaba en ropa interior, buscando.

—¿Qué pasa? — Travis oyó que su esposa se quejaba y no entendía que era, así que se adentró al cuarto destinado para guardar su ropa y averiguar el misterio.

—No me queda— Taylor estaba enojada.

—¿Qué es lo que no te queda? — se recargó del marco de la puerta.

—Mis sostenes—

—¿Y eso es malo por? —

—¡Travis! — volteó a verlo.

—¿Qué? — se veía serio ante el tema.

—No puede ser— no aguantó la risa. —¿Qué se supone que me voy a poner ahora?, será mejor que pida en línea algunos nuevos—

—No tengo problemas si no quieres usarlos— se encogió de hombros.

—Yo sí los tengo— rio. —Además de que odio sentirme desprotegida, sostienen todo este peso que ahora cargo—

—Podemos omitirlo por el día de hoy, ¿No? — se acercó a ella para besarla.

Rio. —No lo creo—

—¿No? — besó su cuello.

—Trav—

El enorme hombre la rodeó por la cintura, podía sentir como se alejaba un poco de su cuerpo porque ya se notaba más el crecimiento del bebé, las manos de Travis acariciaban la espalda de su esposa, recorriendo las curvas, estaban rodeados de ropa colgada, una gran cantidad de zapatos y tenis, los artículos de vestir estaban mezclados, pero en perfecto orden.

Kelce ya estaba buscando como desabrochar el sostén que tenía puesto. —La verdad, es que esto me está estorbando demasiado—

—¿Lo hace? — rio.

—Sí—

—¿Por qué tantos seguros? — no podía quitárselo.

—Para que no se me caiga fácil— dijo riendo.

—Demasiado tarde— escuchó que sus hijos estaban entrando a la habitación, con el típico ruido de un par de niños buscando a su mamá.

—¡Mami! —

Los dos buscaban a su madre, recorrieron toda la pieza, hasta que entraron al armario, por suerte la pareja no llegó a nada más, si hubiese sido así, los atraparían en actos que no deben ver menores nunca, Charles entró corriendo y se frenó al ver a su mamá, se quedó congelado, ¿Por qué tenía ahora una panza?, no lo había notado antes, Evie entró después de él y se quedaron viendo lo mismo, sorprendida, la ropa hacía una función muy buena de cubrir su vientre, pero ya que se encontraba en ropa interior, podían percibir perfectamente que se notaba distinta, ¿Qué tenía?