La Habitación

80 7 1
                                    

Apenas abrí los ojos, supe que no estaba en mi habitación, ni en la de alguno de mis amigos." ¿Dónde mierda estoy?".- dije para mí mismo con pánico, pues no recuerdo como llegué aquí. Reuní valor y me paré de la cama para inspeccionar un poco el lugar en el que estaba.

No puede ser posible, no había ni una sola ventana, ni una sola. Solo logro ver una puerta que estaba cerrada con seguro, unas raciones de comida. No alcanzarán para más de una semana, puedo observar una pequeña mesita y en ella lo que parecían ser condones. Un momento, ¿condones?.- me pregunté en mi mente. También note como había una pequeña nota que decía "Disfrútalo, Kevin" ¿Cómo mierda saben mi nombre? Asustado seguí mirando la habitación.

A unos cuantos metros pude observar un espacio al cual no sé si se le podría llamar cocina, la cama grande en la cual desperté aquí, un sofá, un reloj de pared y un pequeño baño. Después de unos minutos, el pánico empezó a entrar a mi cuerpo, mis ojos se cristalizaron y las lágrimas no tardaron en salir.

"¿Voy a estar encerrado en este lugar para siempre?".- empecé desesperadamente a buscar una llave para a abrir esa maldita puerta. No pude encontrar nada, tampoco tuve suerte al intentar encontrar mi celular, buscaba y buscaba, hasta tuve el valor para meter la mano en el escusado para ver si encontraba algo, el resultado fue el mismo... no encontré nada, absolutamente nada.

Mi búsqueda llego a su fin, me rendí después de tanto buscar, enojado conmigo mismo por no poder encontrar algo útil para salir de aquí. Me senté en el piso y me largué a llorar, empecé a tener recuerdos de cuando no estaba encerrado en este maldito lugar. No sé como llegué aquí, me sentí tan jodidamente frustrado. Después de estar un largo rato llorando, el agotamiento me ganó, logrando que cierre los ojos y me quedé dormido en el piso del baño.

Me desperté al escuchar ruido, aparecí en la cama, me levanté confundido y los vi a ellos sentado en el sofá tranquilamente. Me miraron con esos ojos burlones que juro por Dios que se me hacen tan familiares. No lo voy a negar, sentí miedo al ver que no estoy solo en está habitación, pero a la vez sentí alivio.

"¿Quiénes son ustedes?".- pregunté con algo de temor, entonces el más alto de ellos se acercó a mí.- "Mi nombre es Andrés".- dijo él con una sonrisa arrogante, tenía el cabello teñido de rojo y unos grandes ojos negros. Es atractivo, lo admito, pero no entiendo su actividad tan arrogante. Es decir, estamos atrapados en una puta habitación sin salida.

Segundos después pude escuchar como alguien más hablaba .- "Soy Fernando... ¿y tú eres?".- contestó un chico de cabello castaño y ojos color avellana, quien me dió una mirada de superioridad.

"Me llamo Kevin...".- murmure en voz baja mientras los observaba .- "¿Como llegaron aquí? Es decir, cuando me desperté no los vi".- pregunté curioso.

"No sabemos como llegamos. Ni siquiera recuerdo que estaba haciendo, pero suponemos que llegamos después de ti, cuando nos despertamos. Tú dormías en la cama".- respondió Fernando por los dos.

Bien, esto es raro. Estoy encerrado en una habitación con dos desconocidos, intentó no entrar en pánico. Vamos, Kevin, puedes hacerlo. Después de algunos segundos que parecieron años sumidos en un silencio incómodo. Intenté entablar una conversión con ellos, pero ambos se mostraron reacios a hablar conmigo, solo me dedicaban miradas frías. Así que, por el bien de mi dignidad, dejé a un lado mis intentos para hablar con ellos  y me acosté de vuelta en un intento de procesar todo lo que paso.

Estaba intentando dormir, pero entonces siento como uno de ellos se levante del sofá y viene hacia mí

"¿No estás cansado de dormir todo el día, Kevin?".- recriminó aquel chico llamado Fernando. Con que ahora sí quiere hablar conmigo, pero solo para decirme que soy un estúpido que no hace nada con su vida y que lo único que sabe hacer es dormir, mentira, pero así se sintió.

La HabitaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora