C06: Romeo y Julieta.

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-¡Estoy esperando! -le repito al chico que se mantiene observándome en silencio. Reprimo mis ganas de pegarle y niego un poco.

-Sunhee no tiene amigas en el colegio, Yebin. -responde en voz baja. -Ni siquiera va a una escuela como cualquier niña de su edad-mis ojos se abren con sorpresa y niega un poco.

-¿Cómo dices? -murmuro llena de asombro.

-Las niñas en el colegio fueron crueles con ella por el hecho de no tener tanto dinero como el resto, sufrió tanto que finalmente mamá decidió que tomaría clases particulares desde casa...fue una manera de protegerla, pero también de hacerla más débil.-hace una pausa-El abuelo insistió mucho para que asistiera a un colegio privado y recibiera una educación de primera, al principio mamá se negó y yo insistí tanto porque creí que iba a ser una oportunidad inigualable para mi hermana, pero me equivoqué y todo resultó siendo un infierno para ella-explica en medio de un suspiro.

-¿Qué? ¿Cómo es que las niñas de su edad pueden ser tan crueles entre si? -murmuro horrorizada.

-Sé que no debí haberle dicho que eras mi novia, porque creo que ni siquiera me consideras un amigo, pero...Sunhee parecía tan entusiasmada con ello que no fui capaz de romper sus ilusiones-dice en voz baja. -Dale, puedes comenzar a pegarme, insultarme, gritarme o lo que sea que quieras hacer contra mí, no me opondré.

Lo contemplo en silencio por largos segundos y niego levemente.

-Te acercas a mi más de lo necesario y te prometo que te dejaré sin tus futuros hijos-advierto ofreciéndole mi mano. Una sonrisa de alivio se instala en sus labios y la toma de inmediato. -No me abraces, no me beses, ni siquiera respires cerca de mi ¿entiendes? -aclaro mirándolo fijamente.

-De acuerdo, de acuerdo. Entendí el punto, chica periódico-responde, y cuando estoy a punto de protestar, Sunhee aparece nuevamente, con su lindo perro peludo siguiéndola muy de cerca y un montón de muñecas en los brazos.

-¡Mira Yebin! -dice emocionada y de inmediato deshago mi agarre de la mano de Sunghoon. Le lanzo una mirada de advertencia y le sonrío a la niña que me mira fijamente esperando por una respuesta y de paso me pone nerviosa.

-Están preciosas, Sunhee-digo inclinándome para quedar a su altura.

-¿Verdad que sí? Sunghoon me las compró-me informa y mis ojos vuelan de nueva cuenta hasta el muchacho.

-Bueno, sí tu hermano te compró estas muñecas tan lindas debe ser porque te ama con locura-le sonrío y ella rie.

-Oigan ustedes dos, está increíble que se lleven bien, que sean mejores amigas y todo eso, pero... ¿podríamos entrar de una vez y comer? Muero de hambre-se queja el número veintitrés.

Sunhee ríe totalmente divertida y en menos de lo que soy capaz de comprender estoy siendo arrastrada por la pequeña entusiasta dentro de la casa. Me quedo estática observando la decoración y el montón de fotografías familiares que descansan encima de una pequeña chimenea.

Sunghoon, Sunhee y una mujer de cabello negro y ojos juguetones posan para la cámara en diferentes escenarios, pero siempre con la misma sonrisa en los labios. Sus sonrisas son idénticas, me doy cuenta ahora que los veo juntos en una fotografía. Sin embargo, no hay rastro alguno del hombre que se supone debería fungir como el padre de familia.

Mis ojos vagan hasta una fotografía en particular. Una donde Sunghoon sostiene entre sus brazos a Sunhee, se miran fijamente el uno al otro y se sonríen mutuamente como sí no se hubiesen dado cuenta del momento en el que la toma fue capturada.

Un carraspeo de garganta basta para hacerme sonrojar y volver a la realidad. Me giro sobre mis talones para encontrarme de frente con la madre de Sunghoon, que me observa desde el umbral de la sala con una bonita sonrisa en los labios.

TEN REASONS FOR NOT LOVING YOU || PARK SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora