Capitulo 22: Encarnación

81 13 0
                                    

La fría noche se hizo presente, un ambiente lúgubre dominaba en aquel pueblo. De pronto, un fuerte viento helado azotó el lugar, carámbanos de hielo caían cual lluvia y los gritos desesperados de la gente ensordecían el silencio antes calmo del pueblo.

—Una doncella por aquí, una doncella por allá, ¡sí! ¡Gracias amo por despertarnos en esta maravillosa época! —la voz excitada de ese hombre resonaba en los rincones de los caminos.

Se veía alguien apuesto, con unos ojos de un hermoso patrón de arcoíris, de cabello rubio y largo, piel extremadamente pálida, vistiendo un conjunto algo antiguo rojo y beige. No parecía de esa época y su aura destilaba una intensa malicia, casi parecía un demonio.

—No debo armar tanto escándalo, de lo contrario el señor Kokushibo me regañará —se escuchaba algo decaído, pero su tono y expresión no demostraban emoción alguna, casi como un cascarón vacío—. Muy pronto retomaremos lo que nos pertenece. Mientras tanto, muchas gracias por la comida.

El misterio envolvía a aquel extraño ser mientras las sombras de la noche se cerraban sobre el pueblo, presagiando un futuro incierto y aterrador.

•••

Un nuevo dia llegaba, otro dia mas de instituto y el murmullo de los estudiantes se apaciguó cuando el profesor Rengoku, un hombre de porte imponente y cabellera ardiente como una llama, entró en la clase de historia. Su presencia llenaba el ambiente con una energía vibrante y contagiosa.

— ¡Buenos días, clase! —saludó con su voz profunda y entusiasta. Los estudiantes respondieron al unísono, algunos enderezándose en sus asientos, mientras otros tomaban sus cuadernos y bolígrafos con renovado interés.

Entre los estudiantes, Tanjiro, Kanao y Zenitsu se encontraban sentados juntos, prestando atención con expectación. Rengoku comenzó su lección sobre las leyendas de la era Taisho, un periodo envuelto en misterios y relatos fantásticos.

— Hoy vamos a hablar de una era llena de heroísmo y sacrificio, la era Taisho —dijo, su mirada resplandeciente mientras recorría el aula—. Durante este tiempo, ocurrieron eventos extraordinarios que han quedado en las crónicas como las historias de los cazadores de demonios.

Los estudiantes escuchaban con atención, algunos fascinados por las historias de los guerreros anonimos y sus épicas batallas. Rengoku describía con pasión a los valientes guerreros que arriesgaron sus vidas para proteger a la humanidad de los demonios que asolaban el país.

— Imaginen a un joven con una determinación inquebrantable, enfrentándose a los horrores de la noche para salvar a su hermana y a otros inocentes. Sus hazañas no solo eran un testimonio de su fuerza, sino de su inmenso corazón —continuó Rengoku, sus palabras pintando vívidas imágenes en las mentes de los estudiantes.

Tanjiro asintió ligeramente, sus ojos brillando con reconocimiento y admiración. Kanao, siempre atenta y silenciosa, mantenía su mirada fija en el profesor, absorbiendo cada palabra. Zenitsu, aunque normalmente nervioso, parecía completamente absorto en la narración, olvidando momentáneamente sus miedos.

El aula estaba en silencio, salvo por la voz del profesor que narraba las historias con tal fervor que parecía haber sido testigo directo de esos eventos. Los estudiantes se inclinaban hacia adelante, atrapados por el relato, mientras el sol descendía lentamente, arrojando una luz dorada que parecía hacer eco de la llama de la pasión en los ojos de Rengoku.

Tanjiro, Kanao y Zenitsu intercambiaron miradas, sintiendo una conexión especial con las historias que acababan de escuchar.

Y de esa forma el timbre sono dando fin a la clase, lentamente los alumnos se retiraban a su siguiente leccion, estos siendo observados con una sonrisa por su profesor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora