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Capitulo 12

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Brandon

Habíamos llegado hace un par de horas a una de las costas de Darwin, faltaba mucho para llegar a Perth, pero yo no me dejaba de preguntarme de que se trataba la nueva sorpresa de Freddy, quizás algún lugar que quería que conociera, aunque el parecía más emocionado que yo, recordandolo a cada rato y mirándome con una sonrisa coqueta, viendo su falta de voluntad para mantenerse callado en cuando a la sopresa intenté sacarselo de muchas maneras...

Seduciendo, pero solo jadeo y me dijo, «solo ten paciencia Churri.»

Lastima, pero fui ignorado e incluso se burló de mí mirada tierna llámame «bizco.» Bueno, a mí no me salía esa mirada con la que Mel y Susan conseguían de mi lo que quisieran.

También use la fuerza, pero terminó mal para mí también.

Me encontraba con la cabeza recostada en su abdomen, frente al mar, tumbados en la arena sin ningun deseo de hacer nada más. Este sitio era demasiado pacífico y no animaba a hacer más nada que no fuera descansar.

El hundió sus dedos en mi cabello y masajeo hasta que cerré mis ojos.

—Oye, no te duermas —me regaño.

—Entonces no hagas eso —me queje apartando su mano.

El pellizco mi mejilla —Ven, vamos a nadar.

—Te dije que no se nadar —le recordé.

Era tan molestó, se había pasado el día recordándome que iríamos a nadar y yo recordando que no sabía nadar.

El soltó una carcajada —Yo te sujeto.

Alce una ceja —No tienes fuerza.

Se levantó dejando caer mi cabeza y mostró los músculos de sus brazos.

—Mira, esto si son músculos reales —encogio su abdomen para marcarlo aún más.

Me rei —Toma aire, tienes la cara roja.

El tomo una bocanada de aire —Pelea conmigo, ya verás.

Lo mire de reojo, tenía los puños frente a su menton y las rodillas semiflexionadas, no era una buena posición, lo podría barrer rápidamente.

Tenía dos opciones, negarme a pelear con el para no herir su orgullo o herir su orgullo, ganarme unas buenas risas y conseguir que dejara de molestarme. La segunda.

Me levanté sacudiendo la arena de mis pantalones.

—Bien, pero ve despacio —le pedí colocándome en posicion.

—Por supuesto churri, jamás te hará daño —solto con una sonrisa coqueta.

Lo mire directamente a los ojos, estos siempre te decían hacía donde lanzaría el primer golpe; sin embargo, el estaba pendiente a mis puños y a mis piernas, era un grave error, no le daría tiempo a defenderse o a esquivar el golpe.

Los principiantes siempre son los más atrevidos, fue el quien lanzo el primer golpe. Lo ezquibe y tomado ese mismo brazo lo lance a la arena. Sus ojos estaban muy abiertos, prácticamente había volado por encima de mi.

—¿Eres Roki Balboa? —pregunto desde el suelo.

Me rei a carcajadas —No, soy cinta negra en karate.

—¡¿Que?! —chillo—. Debiste decirlo, pude haber muerto.

—No seas tonto.

Me di la  vuelta para volver a acostarme sobre la manta, ya estaba seguro de que el no molestaría más, pero cometí un grave error, darle la espalda a un contrincante caído y orgulloso, el no aceptaría su derrota. Caímos al duelo, el estaba sobre mi, sujetándome con fuerza para que no me pudiera levantar con facilidad. No era tan grande como yo, pero no podia olvidar que también era fuerte y un gran manipulador.

Te estuve esperando L(G)TBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora