BRIAPPLE

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Es bien sabido que el alma de las fiestas en todo Ever After High es Briar Beauty, hija de la Bella Durmiente.

Las luces centellean en el patio del castillo del colegio, la música de Melody Piper vibra en el aire con un remix de Tailorucita Swift y los estudiantes disfrutan la velada. Enfocada por varias luces, rodeada de muchas personas está Briar con una gran sonrisa y actitud despreocupada.

La noche avanza con éxito. Briar se detiene en la terraza a observar lo que había logrado esa noche, fue entonces cuando la vio. Apple White baila al otro lado del jardín, es iluminada tenuemente, su cabello dorado brilla y resplandece. Esboza una gran sonrisa embobada. La princesa se encuentra rodeada de amigos y desprende una gracia natural que la hace parecer una reina ya coronada.

¿Cómo podría Apple no darse cuenta de lo que ella sentía?

Habían sido mejores amigas durante tanto tiempo, compartiendo hermosos momentos, secreteando y soñando, pero Briar nunca se había atrevido a revelar eso que esconde en el fondo de su corazón. ¿Y qué la detenía? La determinación y el compromiso que la hija de Blancanieves tiene con su destino royal.

Cierra los ojos por un momento, respira hondo y en eso una mano descansa en su hombro.

— ¿Cómo estás, Briar? — pregunta Ashlynn con genuino interés.

— Solo tomaba un respiro.

Ashlynn sigue la mirada perdida de Briar. Le responde con una sonrisa burlona, pero comprensiva.

— ¿No has pensado en hablar con ella sobre cómo te sientes? Tal vez-

— Eso no va a suceder. No hay un "tal vez". Ella está demasiado comprometida con su destino royal.

— Tal vez y solo tal vez — canturrea la princesa de zapatillas de cristal.

— ¡Oh, vamos a disfrutar la fiesta!

— Bueno, esa es la Briar que conozco — ríe Ashlynn.

Baja de la terraza con saltos de emoción. No se perdería de una fantastifiesta tan hechizante como esa.

Abandona a Ashlynn y da una vuelta por el lugar. En una esquina encuentra a los gemelos Charming arrinconando al mayor, que se hunde en sollozos.

Darling lo enfrenta con dureza, a diferencia de Dexter, quien prefiere quedarse consolando al rubio.

— Daring, basta ya — dice la princesa azul con voz firme —. Sí, es un golpe duro, pero no pasarás el resto de la fiesta lamentándote.

— P-pero ella y yo... — murmura con desencanto —. No soy su príncipe.

— ¿Y qué?

— Darling, no seas dura con él — regaña el castaño.

— ¡No es solo un príncipe destinado! ¡Es Daring Charming!

— No has fallado como príncipe, hermano, eso te lo aseguro — reconforta Dexter presionando su hombro — y nada de esto significa que has fracasado.

Briar se mantiene al margen. Se aleja con preocupación y culpa naciente en su pecho. Sin duda no le hacía bien presenciar este tipo de cosas.

Siente un nudo en el estómago. Mantener sus sentimientos en secreto no le hacía bien, pero se negaba a arriesgarse a tener que confesarse y perder cualquier vínculo que tenga con la princesa. ¿Cómo podía seguir sin lastimarse a sí misma? La noche seguía siendo hermosa, pero para Briar, estaba teñida con la complejidad de su amor no correspondido.

Vuelve lentamente al bullicio de la fiesta, y como buena princesa fiestera que es, se une a diferentes personas que la animan a bailar con la música de DJ N-Kanto. La fiesta se encuentra en pleno apogeo con las luces de colores bañando los cuerpos que danzan al ritmo de la música.

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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SHIPPS | Ever After High [One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora