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Un tren había llegado a la estación de la tan famosa isla Quesadilla, del tren bajo un pelinegro con una notable emoción en su rostro, Missa Sinfonía, un chico de cabellos rebeldes que siempre llevaba una máscara de esqueleto un tanto curiosa, eso era lo que mas lo caracterizaba.

« Estoy de vuelta. » pensó emocionado antes de emprender camino hacia su querido hogar.

La simple idea de ver a sus hijos junto a su amado esposo después de mucho tiempo, le causaba una bomba de emociones. A paso rápido se apresuró en subir la gran muralla de piedra, hasta que por fin logro divisar la vivienda de Philza, con los nervios a flor de pie comenzó a caminar por el hermoso jardín con la esperanza de encontrar a su tan amada familia.

— ¡Chayanne, eh vuelto! — Llamo Missa, una sonora carcajada llamo su atención, poco a poco se acercaba al lugar donde una sola voz hablana animadamente, la cual Missa no pudo identificar. — ¿Chay, estás aquí?

— Vamos chay ¡Sonreí!

Missa fijó su mirada en el rubio que trataba con mucho esfuerzo hacer sonreí a su hijo, pero este solo se mantenía serio.

— Uhg, Chayanne ¿Porque estás molesto?

— No es de tu incumbencia.

Aquellas respuesta sorprendio a Missa, una ligera mueca de preocupación apareció en la cara del azabache.

« Chay, tu no eres asi ¿Que te pasa, hijo mío? » se pregunto mentalmente mientras miraba aún en silencio la escena frente a el.

¿Cuál era la verdadera razón del porque Chayanne está molestó? Pues bien, la actitud "agresiva" del pequeño guerrero se debía a su corazoncito roto. Le habían prometido que su otro padre regresaría ayer por la mañana, pero nunca apareció.
Sus sentimientos estaba rotos ¿Que tanto tiene ocupado a su papá Missa? O tal vez... ¿Se abra olvidado de ellos?

— Mi chay, no llores, yo te puedo cuidar e incluso reemplazar a tu- — no pudo terminar su frase por el repentino grito del menor.

— ¡No! El volverá, tu no eres mi papá. — Dijo entre sollozos, el pequeño rubio levantó la cabeza al sentir una presencia más en ese lugar. Rápidamente limpió sus lágrimas al pensar que era su padre Philza quien estaba ahí, pero al enfocar más su mirada su llanto cesó, dejando al rubio confundido por su repentino silencio.

Chayanne quedó estático en el suelo mientras se preguntaba si el sol le estaba haciendo alucinar. — ¿Papá?

— Mi pequeño guerrero...

Sin esperar más, Chayanne se lanzó a los brazos de Missa, haciendo que se tambaleara levemente. — ¡Papá, estás devuelta, te extrañe mucho! — Lloriquio el pequeño mientras se aferraba con fuerza a la ropa de Missa como si su vida dependiera de ello.

El pelinegro podía sentir aquella cálida sensación de tener a su pequeño en sus brazos, lo levanto del suelo y comenzó a arrullarlo. Los suaves arrullos de Missa lograron calamar al pequeño niño. — shh, calma mi pequeño, estoy aquí. — susurró. Después de unos minutos entre padre e hijo, Missa recordó al rubio que se encontraba espectante ante la situación.

— Disculpame por no presentarme adecuadamente, un gusto, soy Miss-

— Missa Sinfonía. Se bien que eres, ahórrate las palabras. — agrego agresivamente mientras se cruzaba de brazos, logrando intimidar un poco al contrario. — Eres esposo de Philza ¿No es así?

✰̶  Missa is back!   [Deathduo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora