Bienvenida al Infierno

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Eve no podía creer que se estaban mudando a un pueblo de mierda en medio de la nada y que para llegar han pasado más de 5 horas metida en un auto aburrida sin nada que hacer, es decir, no debería tomar tanto llegar a un lugar que en su vida tendrá un McDonald y donde hay un solo banco para todas las personas allí, saber que vivirá en lugar donde probablemente la única diversión que haya es ir a la iglesia y jugar a las cartas la deprime en verdad, donde hay un solo Instituto y una sola universidad local que debe ser una completa basura

He deducido todo ello desde el momento en que mi madre me dijo que dejaríamos el bello y grande Nueva York para ir a "comenzar de nuevo" en ese pueblo que nadie en su vida a escuchado hablar, voy mirando por la ventana del auto y veo solo campos verdes, luego despues pasamos un puente con un rio debajo y no puedo imaginarme que en vez de un cine los adolescentes para pasar el rato se bañen alli, oh Dios estaba tan jodida, siento como si me estuviera yendo a vivir a Narnia, es decir a algo que no existe y totalmente antiguo, no puedo esperar para llegar, encerrarme en mi cuarto y sufrir por el resto de mi patética existencia, es decir solo me queda un año que cursar en la escuela, y gracias a mis buenas notas podría calificar en cualquier universidad fuera de aquí e irme, me dolerá mucho dejar a mi madre sola alli pero ella fue la que quiso irse a vivir en la nada no yo

Sumida en mis pensamientos de mi plan macabro de como largarme del pueblito me sobresalto al escuchar a mi madre

-Hemos llegado

Volteo a mirarla confundida, luego miro por la ventana y puedo observar efectivamente que ya estamos en el "pueblito", al pasar puedo ver varias casas sencillas, uno que otro restaurante, varias tiendas de ropa pero ninguna de marca cabe resaltar, no soy una chica exigente ni nada asi pero por favor soy fan de los Converse, al menos eso debería haber aquí... Luego mi madre cruza y pasamos por un lugar donde hay varios edificios residenciales, miro al frente y veo como una pequeña colina se eleva frente a mi y distingo una enorme casona alli arriba, ¿Qué clase de rico quiere vivir aquí?... debe ser una de esas familias que pasan generaciones viviendo en el mismo lugar, sacudo la cabeza ante la idea de quedarme aquí mas de lo necesario, ni por todos los millones del mundo

Llegamos a un edificio de ladrillos rojos, aunque hay varios lugares donde le faltan algunos, creo que es un poco viejo en realidad, salgo del auto y el sol me encandila y ya justo en ese momento me da calor, creo que ese baño en el rio no se oye tan mal, mi madre empieza a bajar cajas de la maletera del auto y colocarlas en la acera esperando que ella las recoja y las suba a la casa, una idea no muy tentadora si le preguntan, se queda observando la casa y un sonido de risas llama su atención, voltea a la izquierda y ve que en la esquina al final de esta calle, dos casas más allá de la suya están dos chicos apoyados de un hermoso auto rojo brillante, ambos son altos y musculosos, tienen la típica pinta de ser los chicos malos del pueblo con sus chaquetas de cuero y unos cigarros en sus labios, ambos la miran fijamente sin disimularlo como si estuvieran alli parados para eso, Eve frunce el ceño cuando el pelinegro se inclina sobre el castaño apoyado en el capo y le dice algo al oído, no hay que ser inteligentes para saber que el comentario es sobre ella, sin intimidarse los sigue mirando hasta que su madre la llama sobresaltándola

-Eveline, no te quedes alli parada, ayúdame con las cosas

Voltea rápido a ver a su madre que la mira mal por su aparente actitud desagradecida, coge la primera caja que ve del suelo y casi se le cae por el peso ya que se le olvido ver el nombre puesto en ella y no se sorprendió al ver que decía LIBROS, dejo escapar un suspiro de cansancio y al poner un pie en la escalera de entrada se volteó a ver si los "chicos malos" seguían allí parados, se sorprendió ver que el chico de cabellos negros estaba ya dentro del auto en el asiento de copiloto mientras que el castaño solo estaba al lado de la puerta del conductor pero sin abrirla aun solo observándola aun hasta que el muchacho dentro del auto grito

-¡Vamos Aaron ya podrás tirártela después, me muero de hambre!

El chico en vez de molestarse solo sonríe y se adentra en el auto para encenderlo y largarse, Eve se ha quedado un poco en shock en la escalera, en parte por las palabras del chico y la otra por la reacción del chico "Aaron" en relación a ella, como si ya supiera que eso iba a pasar, ante ese pensamiento rodeo los ojos con fastidio y mascullo mientras terminaba de subir y abría la puerta de su nuevo hogar

-Idiota

Despues de llevar todas las cajas a la casa, Eve escogió su habitación, quedaba en el segundo piso y tenía una ventana que daba hacia la calle, su madre miro con duda su elección pero la dejo conservarla, Dios algún día tendría que volver a confiar en ella, llevo las cajas con sus pertenencias a su cuarto, en este no había nada interesante, solo una cama individual en medio de la habitación, una ventana con asiento, una estantería que se veía un poco vieja y las paredes estaban blancas sucias por lo viejo de la pintura, se acerco a la cama y se sento en ella, esta chirrió inmediatamente, que lindo una cama vieja, algo mas que agregar a la lista de cosas viejas del pueblito...Arrugo la nariz ante el olor a polvo de la habitación, se supone que hoy debería limpiar y todo lo demás blah blah blah, estaba cansada del largo viaje y descansar en esa cama no era opción asi que como excusa para salir bajo

-Mama-grito

-En la cocina querida

Entro al pequeño cuarto a un lado de la sala-comedor que tenían, su madre estaba subida en una encimera guardando platos en la alacena, no se había volteado a verla pero sabia que estaba alli

-¿Pasa algo hija?

Eve se cruzo de brazos-Bueno empiezo el Instituto pasado mañana y esperaba que poder salir y encontrar libros y un bolso para ir

Su madre suspiro y volteo a verla, se paso las manos por la frente alejando el sudor, en este pueblo hacía mucho calor, ella se estaba asando en la ligera chaqueta que traía, dio suerte que no andaba en jeans oscuros

-Pensé que ya tenías un bolso

-Si pero cuadernos nuevos no, y hay libros que haya en Nueva York no conseguí, tu sabes los pueblos son diferente-se rasco la palma izquierda, tenía que salir de aquí

Su madre dejo escapar un resoplido-Muy bien puedes ir-Eve empezó a saltar de felicidad, por dentro claro-Pero tienes que volver a las 6:00pm, ni dos minutos tarde o no mas permisos ¿Entiendes?

-Por supuesto ya veras estare aquí a las 5:59-le guiña un ojo para luego arrojar la estúpida chaqueta sobre un viejo mueble en la entrada para irse al fin de esa pocilga que ahora llamaría Casa

C3a

Cariño, Yo soy peor que el DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora