Chapter 1: La vecindad en la comisaria

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Era una dia como cualquier ortro en la vecindad. Quico jugaba con sus carritos, mientras el Chavo balanceaba su escoba.
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Quico: Room! Room! Ehhhh! Atencion a todos los competidores, preparen sus motores, esta apunto de comenzar la carrera.
Chavo: Ay!
Quico: Si seras ¡¿Pus que no tienes ojos?!
Chavo: ¡Si tengo!
Quico: ¡¿Y entonces porque te tropesas?!
Chavo: ¡¿A poco me tropeze con los ojos?!
Quico: ¡Si seras! ¡Los ojos son para ver en donde caminas!
Chavo: Ahhh
Quico: "Ahhh". ¿Y?
Chavo: ¿Y que?
Quico: ¿Qué no piensas quitarre de mi carretera?
Chavo: ¡No me quito porque el patio es de todos asi que yo puede pararme donde de se me pegue mi regalada gana!
Quico: A si.

Quico entonces le pega al Chavo.

Chavo: Ahora si te toco el Ocho, Quico.
El Chavo entonces agarra el carro de Quico y se lo tira.
Quico: ¡Mama!
El Chavo falla el tiro y le da a Don Ramon, quien estaba en su casa leyendo el periodico.
Don Ramon: ¿Se puede saber de quien es este carro?
Doña Florinda entonces sale de su casa.
Doña Florinda: ¿Que pasa?
Quico: ¡Mami! ¡Me quito me carrito y me lo quiere tirar!
Doña Florinda: ¿A si?
Don Ramon: Lo bueno fue que fallo el tiro-
Doña Florinda va casa de Don Ramon.
Doña Florinda: ¡Mire usted, pelafustan! ¡Ya me harte de sus payasadas! ¡Pero ahorita va a ver!

Doña Florinda entonces le da una golpiza brutal a Don Ramon. Mientras tanto, Doña Clotilde escucha todo desde su casa.

Doña Clotilde: Ay dios! Si esto no cambia pronto, a mi monchito lo van a matar! ¡Ya se!

Doña Clotilde entonces fue corriendo por su telefono.

Mas tarde, Doña Florinda sale de casa de Don Ramon con el carrito de Quico en mano.
Doña Florinda: ¡Para que vuelva a quitarle sus cosas a mi hijo! A quien tienes, tesoro.
Quico: Gracias, madre.
Doña Florinda se dirige a su casa cuando, de repente, llega el Sargento Refugio.
Sargento Refugio: ¿Disculpe, acaso vive en esta vecindad una Florinda Villalcuando viuda de Matalas Callando?
Doña Florinda: Si, so yo. Qué se le ofrece?
Sargento Refugio: Arrestarla.
Doña Florinda: Cómo dice?!
Sargento Refugio: Arrestarla, por daños y agrecionces.
Don Ramon entonces se aparece, todo golpeado, y empieza a reir, mientras que Quico llora.

Mas tarde, los inquilinos de la vecindad la vecindad se encuentra en la agencia del ministerio publico, en una enorme discusion.

El Profesor Jirafales: Silencio. Silencio! SILENCIO!
Chavo: Aunque el licenciado tenga cara de perro bulldog.
Jirafales: Cómo dices, niño?!
Chavo: Se me chispoteo.
Jirafales: Basta! En 1er lugar, no voy a permitir ninguna clase de discusion. Solo va a hablar aquel que tenga el uso de la palabra. ¡Entendido!
Todos: Si.
Jirafales: Ahora buen, tiene el uso de la palabra la acusada.
Doña Florinda: Bueno, yo creo que no es justo que me hallan traido arrestada, solo por pegarle a ese cuerpo de tripa escurrida.
Chilindrina: ¡Oigame, usted no insulta a mi papa!
Doña Florinda: ¡Y tu no me grites!
Chilindrina: ¡Si le grito!

Entonces se desato otra discusion.

Jirafales: Silencio. ¡Silencio! ¡SILENCIO!
Chavo: Y se volvio a enojar el perro rabioso.
Jirafales: ¡¿Qué cosa?!
Chavo: Se me volvio a chispotear.
Jirafales: ¡Silencio! Y usted señora, ¿le parece poco haber golpeado tan salvajemente a un individuo?
Doña Florinda: Claro. ¿Como no me va a parecer ppco golpear a esa chusma?
Jirafales: Señora. Su posicion economica no le da ningun derecho de golpear a los demas
. Doña Clotilde: Ninguna posicion economica. Ella tiene la misma que todos nosotros
. Doña Florinda: Tal vez. Pero yo al menos provengo de un lineaje de gente descente.
Doña Clotilde: Ay si, no me diga.
Doña Florinda: ¡Pues no me lo pregunte! Por si no lo sabe, yo vengo de una familia muy bien acomodada.
Sargento Refugio: Si, pero, una cosa es venir de una familia adinerada, y otra muy diferente es ser alguien decente. Porque dejeme decirle una cosa: Varios de los criminales que yo arreste son adinerados o de familias adineradas, pero era seres humanos repugnantes: Sobornantes, asesinos, bandidos, mafiosos, etc. Y no creo que por su dinerito sean considerados descentes.
Jirafales: Muy bien dicho, Sargento.
Sargento Refugio: ¿Me merezco un ascenso?
Jirafales: Ya veremos. Y, usted señora, ¿se puede saber porque usted golpeo tan brutalmente a este individuo?
Doña Florinda: ¡Porque le quito su carrito a mi hijo y se lo queria arrojar!
Don Ramon: ¡No es cierto!
Doña Florinda: ¡Usted callese la boca!
Jirafales: ¡Señora! El señor tambien yiene derecho al uso de la palabra. Usted, señor, ¿puede darnos su version de los hechos?
Don Ramon: Mire, señor licenciado, yo no se que paso. Todo lo que se es que el carro de Quico llego volando por mi ventana, Doña Florinda entro, ¡y sacazonapan!
Doña Florinda: No me diga. ¡En serio cree que el señor Licenciado la va a creer semejante mentira!
Jirafales: Señora, yo no estoy en posicion de juzgar. ¡Sino de investigar! Y ahora, le cedo la palabra a la señora que hizo la llamada.
Doña Clotilde: Esa seria yo. Pero, lamento decir señor licenciado, que para cuando hice la llamada ya todo habia ocurrido y, y no vi nada de lo que paso.
Licenciado Morales: Ya veo, entonces le sedo lq palabra a los involucrados en el incidente.
Chavo: ¡Yo! ¡Yo! Mire señor, estabamos en el patio yo y Quico.
Jirafales: Estabamos en el patio Quico y yo.
Chavo: ¡No es cierto, usted no estaba!
Jirafales: Quiero decir, que asi se dice: "Estabamos en el patio Quico yo".
Chavo: ¿Y yo que dije?
Jirafales: Yo y Quico.
Chavo: ¿Y como es?
Jirafales: Quico y yo
Chavo: ¿Y yo que dije?
Jirafales: Yo y Quico.
Chavo: ¿Y como es?
Jirafales: Quico y yo
Chavo: ¿Y yo que dije?
Jirafales: Yo y Quico.
Chavo: ¿Y como es?
Jirafales: Quico y yo
Quico: ¡Hay ya callense, callense, callense que me desespeeeeran!
Chavo: ¡Tu no te metas!
Quico: ¡Si me meto!

La Cárcel [El Chavo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora