Poppy emocionada, admiraba su vestido de novia puesto en el maniquí, ansiosa de que pronto, el sol entrara por la ventana. Con cuidado, acariciaba el hermoso encaje de aquella prenda, y desvió su mirada hacia el velo que pronto sería su compañero hacia el altar. Por fin se sentía segura y lista para ser la mujer de Creek.
Mientras tanto, Creek preparaba unas cuantas prendas de ropa en una maleta, listo para su luna de miel con su futura esposa. Sin embargo, alguien invadía su mente, alguien a quien no estaba dispuesto a olvidar.
Todo estaba listo: ropa, zapatos, pasaporte, visa...y la seguridad de pasar el resto de sus días junto a ella.
Una llamada llegó al celular de Viva. Era su mejor amiga: Poppy.
―¡No sabes lo feliz que me hace escucharte!, Mañana te casas...¿cómo estás?―preguntó la rubia.
―¡Ni siquiera puedo dormir de la emoción que tengo! Me caso con el hombre de mi vida, Viva...―respondió la de cabellos rosados, la voz temblándole, desbordando la felicidad que su corazón albergaba.
―Vas a ser...demasiado feliz, Poppy. Lo tienes todo en esta vida; dinero, lujos, ropa...y ahora un esposo.―continuó la amiga, intentando controlarse y no llorar, soportando la idea de que al único hombre que podía sacarla de la situación en la que vivía era Creek.
―También te tengo a tí. Estoy tan agradecida contigo por haber sido la primera que se acercó a mí en la universidad. Formamos una amistad tan linda que te veo como una hermana...
―Y me volvería a acercar a tí en este y miles de universos más.―Contestó para tranquilizarla, pues no quería escuchar toda la mierda sentimental que Poppy acostumbraba soltar, pues era muy sensible.
―¿Sabes? Nada me haría más feliz que verte llegar del brazo de Ramón. Porque aunque lo niegues...sé que aún lo sigues amando.
Veev rodó los ojos.―No, ya no lo amo. Lo nuestro terminó por ser un mentiroso, me sentí muy humillada al enterarme de su situación económica, rompió todas mis ilusiones...
Su amiga, sintiéndose triste por las palabras tan crueles de su compañera, aquella que consideraba como una hermana, decidió volver a hacer aquella pregunta que invadía su mente debido a sus acciones―:¿De verdad te importa tanto el dinero, Viva?―para finalmente suspirar.
―Pues como a todo mundo, amiga.―Terminó por decir. ―Necesitas descansar para tu gran día...no querrás estar con ojeras al amanecer, ¿verdad?―intentó hacer el ambiente más agradable.
―¡Ni lo digas!―rió―te haré caso y colgaré, ¿si? Por favor...no olvides lo mucho que te quiero.
―Jamás, Poppy...jamás.
Después de unas cuantas palabras más, colgaron, dispuestas a descansar para el gran evento del día siguiente.
Antes de acostarse, Poppy tomó entre sus brazos aquella foto de su futuro esposo que siempre estaba junto a su cama, la miró con dulzura y habló en voz alta―: Mañana, mi amor... Mañana, empezamos nuestra vida juntos... Para siempre.―finalizó con un beso en ella, abrazándola, y se durmió con una sonrisa en el rostro.
[...]
―¡Soy un idiota!, ¡Idiota!―gritaba Creek desesperado, golpeando cualquier mueble que se atravesara en su camino, desquitándose con sus maletas, azotándolas contra el piso.
¿En qué momento pasó?, ¿En qué puto momento comenzó todo esto?
Sabía que meterse con la mejor amiga de su novia estaba mal, pero no pudo resistirse.
Desde aquella primera vez que la vio con ese vestido rosa, pudo deleitarse mirando sus hermosas curvas, las cuales Poppy no tenía.
Tal vez si no hubiera accedido a la petición de su prometida, quien quiso ayudar a su amiga en una difícil situación económica, pagando sus colegiaturas y dándole un trabajo de medio tiempo en la oficina de Creek Brand.
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Boda arruinada.
Short StoryEn el día de su boda, Poppy espera ansiosa la llegada de su prometido Creek. Sin embargo, surgen complicaciones cuando Ramón, el mejor amigo de Creek, corre apresurado al aeropuerto con noticias que podrían cambiarlo todo. Poppy, decidida a descubri...