church 𖤐 two shot

dos

Lisa succionaba y saboreaba los rosados labios de Jennie, aquella mujer era tan exquisitamente caliente.

Agilidosamente empezó a quitar la blusa de la coreana, para luego desnudarla por completo, dejando que su erección doliera.

—Oh, tienes un cuerpo precioso corazón.—Espetó la menor para agacharse y quedar a la altura de los pechos de la castaña.

Lisa miro a Jennie y sonrió de lado, para luego de eso pasar su lengua lentamente por el pezon rosado de la contraria.

— Mm, Mierda.—Gimió Jennie agudamente.

Con su mano, Lisa empezó a dar caricias por toda la silueta de la castaña, su figura era realmente digna de admirar y apreciar, cada curva y detalle parecía esculpido con delicadeza, provocandole a Lisa la necesidad de satisfacerla y adorarla.

— Vamos, Manoban, quiero que metas tu polla en mi.—Espetó Jennie.

— Tan necesitada.—Gimió Lisa.

— Solo hazlo por favor.—Rogó Jennie mientras alzaba su falda mostrando como su coño mantenía empapadas sus bragas.

A Lisa le encantaba cuando la mayor le rogaba, era algo que la prendía mucho y al sentirse obligada a obedecer tomo a Jennie de la cintura y la recostó en la cama; cama donde todas las noches esta rezaba antes de ir a dormir, con cuidado corrio las bragas de la coreana y se hundió cuidadosamente en Jennie, sacándole un profundo gemido.

— ¡Oh Dios, Oh Dios!—Gritó la mayor.—Rápido, rápido, hundete más, Manoban.

Y Lisa dio la primera embestida, haciendo rebotar los senos de Jennie en su cara, esta fue seguida de cortas pero precisas embestidas por parte de la tailandesa

— Joder corazón, me aprietas tan bien.

Estos momentos eran los que Lisa apreciaba más, tener a su chica así y satisfacerla le hacia olvidarse de todo lo demás, de todo lo malo y eran solamente ellas, poco le importaba las consecuencias que tendría si se enteraban de su relación.

—¡Ah Manoban!

Jennie empezaba a besarla con desesperó, mordiendo sus labios y moviéndose torpemente sobre estos callando de alguna forma sus gemidos, lágrimas de placer se generaban en los ojos de la castaña por todo lo que Lisa le estaba provocando.

— Tan bonita. —Espetó Lisa sonriendo.

Lisa empezó a embestirla más duro, amaba darle placer.

— ¡Ah! ¡Oh Por Dios! —Gemía la castaña aferrándose fuertemente de los hombros de su novia. — A-amor yo ya me quiero venir, Mmph —Espetó Jennie extasiada.

— Vamos corazón, hagamoslo juntas.

Los pechos de Jennie saltaban por la rudeza en que Lisa embestía, esto para la tailandesa era una invitación a chupar sus pezones, los succionaba con fervor, esperando la liberación de ambas.

Su semen chorreo dentro de Jennie, mientras esta le apretaba sintiendo como asfixiaba su pene de una manera deliciosa.

— Amor lo hiciste increíble.— decía Lisa exhausta por todo el esfuerzo echo anteriormente, pero que claramente valía la pena.

Jennie simplemente respondió con un beso lleno de amor, puede que para la mayoría Lisa fuera muchas cosas negativas, y aunque sus comportamientos fueran a veces cuestionables, con Jennie era todo lo contrario. Con ella sacaba lo mejor de sí misma, la coreana la tenía tan enamorada que Lisa preferiría cortarse la lengua antes que tratar mal a su chica. Cada momento juntas revelaba un amor profundo, sincero y secreto, un vínculo que transformaba a Lisa en la persona más amable y considerada solamente para Jennie, ella lograba tocar su corazón de una manera que nadie más podía, mostrando una faceta de Lisa que el mundo no veía, sin duda su amor por Jennie era su mayor fortaleza y tesoro.