Disventure Camp Power AU
Años y años encerrados en un laboratorio de pruebas, solo por una simple diminuta cosa que los hacía diferentes a las demás personas. Nuestros protagonistas tenían una condición extraña, eran seres sobrenaturales nunca antes...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Desde muy, muy pequeña, mi familia decía que era rara. No solo por mi cabello o mi piel pálida, si no por otro aspecto...
Mi piel era muy áspera en muchos aspectos, era como si tuviera escamas en la piel, solo eran en mis brazos por eso me obligaban a usar guantes largos y manga larga. Claramente ellos no querían arruinar su reputación por ninguna razón estúpida.
¿Ya me presenté ante ustedes? Creo que no. Me llamo Lake Müller, soy. Bueno, era de Alemania y tengo 16 años actualmente, hace años que mi familia me abandono en este "manicomio" como todos los que están aquí lo llamamos. Al parecer no era la única que tenía una condición extraña. Más personas en el mundo tenían y ahora nos tienen como ratas de laboratorio sin escapatoria..."
Lake había finalizado de escribir en tu diario. Después de rogarle a las personas que los analizaban y alimentaban le permitieron tener un diario. Al menos para poder hablar con sigo misma de una forma íntima y no de forma amistosa como con los demás chicos del laboratorio.
—Este diario lo escribo para por si algún día salgo de este infierno, se lo de a ese alguien especial y que lea lo que estos dementes nos hicieron todos estos años.
—Si, bueno. Yo apenas llegué hace 6 años pero si. —decía una pequeña niña de cabello castaño y ojos marrones, quien estaba en la habitación a un lado de la chica pelirroja. Y si, esa pequeña niña se trataba de Fiore, como lo decía en su carnet de identificación. Dónde decía todos sus datos como nombre, edad, fecha de nacimiento... Entre muchas cosas más.
Nuestra protagonista también tenía uno, pero no solo ella, todos claramente.
En eso una chica de cabello oscuro y largo se levantaba lentamente de su sueño profundo, aún con ojeras gigantes por debajo de sus ojos. Está se queda mirando sus manos por unos segundos, viendo que esas eran de un color oscuro y sombrío y de ellas salían venas de ese mismo color. Ella solo se levantó de su cama sin ningun animo del mundo y se puso sus guantes blancos.
—¡Hola Tess! ¿Cómo dormiste? Me imagino que bien y...
—Mal, cómo siempre. —fue interrumpida por esa chica, tenía una actitud sombría desde que la conocio, suponia que era así desde muy pequeña. —Que mal que nunca puedas dormir bien, Tess... —se sentía mal por su amiga, pero eran sus pesadillas que la atormentaban siempre y lo comprendía.
—No es necesario que te preocupes por mi, Lake. Pero aún así gracias, quizás seas la única que al menos le importo.
—¡¿Y yo que?! —de pronto se escucha una cuarta voz presente, ahora una de un chico. Se trataba de Hunter, quien tenía al rededor de su boca sangre, quizás sea su snack del día.
—Callate Hunter. —como siempre, Tess siempre es así con todos, no es sorpresa alguna.
—Owww... —hacia una mueca triste, no le gustaba el lugar en dónde estaba viviendo, a un lado tenía a Tess quien no lo quería ni ver en pintura, y por el otro extremo estaba un chico de nacionalidad asiática llamado Yul quien le sangraba el brazo.
