Única Parte

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Si le dieran a Dre una moneda por las veces que la ha cagado hoy, tendría dos, lo cual no es mucho pero es raro que haya pasado dos veces.

La primera fue haber caído — por accidente — encima de Cheng en la cafeteria.

La segunda fue que ahora Cheng lo estuviera follando en el baño.


Dre estuvo esperando todo el día la hora del almuerzo para poder juntarse con Harry.

Era viernes y hoy estaba completamente decidido en declararle sus sentimientos a Meiying.

Entrando estaba a la cafeteria cuando divisó una cabellera rubia y como si llevara patines puestos, se acercó apresuradamente hasta su amigo y se sentó frente a este.

— Hola Dre, ¿Qué comeremos hoy?

—Ni mierda, no hay tiempo.

El moreno jalo del cuello a su amigo para acercarlo, no quería que nadie los escuchara en lo que estaba apuntó de decirle. Como si alguien estuviera al pendiente de la desdichada existencia de ellos.

— Hoy le confesare a Meiying lo que siento por ella.

—¿Tu vas a comprar esta vez o voy yo? — Harry se soltó del agarre ignorando lo que había dicho el de trenzas.

— Oye ¿escuchaste lo que acabo de decirte?

—Dre, llevas desde el lunes con esa vaina.

—¿y que con eso?

—Hoy es viernes.

— Si pero esta vez es de verdad.

— Eso dijiste los días anteriores.

— Es que soy tímido — Dre se acomodo en la silla — Te juró que esta vez ando con todo, me prepare muy bien antes de venir. Me bañe dos veces y me cepille 5 veces por si nos besamos.

—Mirando a futuro eh —Soltó el rubio divertido — entonces si estas completamente decidido.

—Obvio perra, hoy siento que sería capaz de cualquier cosa.

Ambos chicos giraron su vista hacia el patio, se podia ver a la linda chica sentada en una banca practicando con su violin.

—Bueno pues mi Dre, te deseo toda la suerte del mundo, estoy seguro de que hoy besas.

Es una lástima que Harry no haya especificado a quien tenía que besar el moreno.

—Nos vemos luego Harry y perdón que no comamos juntos hoy. — Mencionó el Moreno levantándose para irse.

—Oye espera, compra mi almuerzo y luego te vas con Mei.

— Ah como chingas.

Dre corrió hacia la barra de comida para llevarle su almuerzo al rubio, regresó a la mesa de este y volvió a despedirse rápido.

Ahora si ya no tenía obstáculos, pero quería apresurarse antes de que se arrepintiera sobre su confesión de amor.

Iba tan concentrando en salir corriendo de la cafetería qué cuando estaba a punto de poner un pie fuera de esta, su pesadilla iba entrando.

Su gran rival Cheng, el que lo molestaba sin razón aparente solo porque sabía kung fu, iba entrando apenas a la cafetería.

Dre solo sintió el golpe en su mejilla estampando con el duro pecho del asiático y como se iban cayendo, por el impacto Cheng no tuvo el equilibrio suficiente para sostenerse y se fue de espalda con el moreno encima de él.

El de trenzas abrió los ojos cuando sintió que ya estaban en el suelo aunque obviamente no le había dolido gracias a que el cuerpo de Cheng se había llevado el trancazo.

CAMBIO DE PLANES (ChengxDre) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora