Capítulo 7

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Mientras Taesung hablaba con uno de los oficiales a unos pasos del sofá en el que yo estaba sentada, mis ojos se deslizaron por cada uno de los oficiales que estaban dentro de nuestra casa, cada uno concentrado en recoger pruebas y asegurar la escena del crimen. Cerré los ojos, soltando un suspiro profundo, y me cubrí el rostro con las manos, tratando de procesar todo lo que acababa de suceder.

Sentí una mano en mi hombro y levanté la vista para encontrarme con Taesung, que se había acercado silenciosamente. Su expresión era seria, pero había un destello de calma.

—Estamos bien, cariño —dijo Taesung suavemente, tratando de reconfortarme.

—Mira cómo te dejó la cara —mencioné, señalando la herida cerca de su ojo.

—Estoy bien —respondió, levantando el pequeño hielo que le habían dado los paramédicos y lo colocó sobre la herida.

Suspiré, sintiendo la necesidad de estar cerca de él, y recosté mi cabeza sobre su hombro. En ese momento, el oficial que había estado hablando con Taesung se acercó a nosotros, su expresión seria y profesional.

—¿Qué pasó con la alarma de seguridad? —preguntó el oficial, mirándonos mientras sostenía una libreta y apuntaba todo lo necesario.

—El sistema se desconectó hace aproximadamente un mes, y simplemente no he tenido la oportunidad de arreglarlo —explicó Taesung con calma.

El oficial asintió mientras seguía tomando notas. En ese momento, otro de sus colegas se acercó y le susurró algo al oído. El oficial escuchó atentamente y luego miró hacia nosotros.

—El detective acaba de llegar. Él se encargará del caso de aquí en adelante —informó el oficial, indicando que la investigación sería tomada por alguien con más experiencia en este tipo de situaciones.

Asentimos en silencio. Taesung y yo nos mantuvimos cerca, apoyándonos mutuamente mientras el oficial siguió con su trabajo.

Descansando mi cabeza en el hombro de Taesung, mi mirada se dirigió hacia la puerta donde se encontraban varios oficiales. Divisé una cabellera negra entrar y una extraña sensación revoloteó en mi estómago. Todo pareció moverse en cámara lenta.

Esto debía ser una puta broma.

No podía ser verdad.

Vi cómo pasaba junto a los oficiales, vestido con su uniforme. Su brazo tatuado era visible, y la camisa ajustada bajo el chaleco resaltaba sus robustos hombros. A medida que él se acercaba y caminaba hacia nuestra dirección, nuestros ojos se encontraron. Sus ojos eran oscuros y la seriedad en su rostro me provocó un escalofrío. Él inclinó la cabeza ligeramente y la boca se me secó.

Era Jungkook.

¿De todas las personas en el mundo, tenía que ser él? ¿Ese era el trabajo que tanto lo estresaba? Un maldito detective. En ese momento, sentí que me iba a orinar encima cuando llegó frente a nosotros.

—Que sorpresa —su voz sonó como eco en mi cabeza.

—Jungkook, no pensé que serías tú quien tomara mi caso —dijo Taesung poniéndose de pie.

Desconcertada mis ojos parpadearon cuando Taesung con tanta confianza se acercó a él dándole un medio abrazo y unas palmadas en la espalda.

¿Que estaba pasando?

Me puse de pie y me quedé inmóvil en mi lugar a medida que miraba la escena con confusión y claramente la ansiedad de puntas.

—Créeme a mí también me sorprendió que me tocara dirigir el caso de un familiar..

despedida de soltera | 랑 JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora