Capitulo 20

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Maratón 4/4

Cuando se levantó se sintió como en el mejor sueño que jamás había tenido, sentir como los dos enigmas estaban abrazados a su cuerpo, lo hizo sentir una gran calidez, que no quería que ese momento se acabará. Si hubiera podido parar el tiempo en ese momento, lo hubiera hecho sin dudarlo un segundo.
Hasta que escucho que su hermano había caído en coma, con eso su burbuja se estalló, verlo recostado en esa cama lo hizo sentir muy mal, lo hubiera protegido mejor, se adentro a la habitación, acariciando el cabello de su hermano.

– Perdóname – empezó a llorar – tú también estabas pasando por una tormenta y no me dí cuenta, perdóname – tomo su mano con fuerza – tú eras el más fuerte de los dos, tú siempre fuiste el más fuerte, así que por favor, por favor, bebé. Solo despierta, despierta y prometo ser un mejor hermano mayor, como cuando éramos niños, por favor.

Le suplicaba a quien sea, a quien fuera, que le devolvieran a su hermano, solo quería que se despertara. Seguía aferrado a su hermano, hasta que sintió como alguien tocaba su hombro con delicadeza, girandose notando a su padre, y en ese momento se dió cuenta que tenía que hablar, que lo mejor era contarle de una vez a su padre toda la verdad.
Saliendo de aquella habitación, donde se encontró a su madre, no sabía por dónde empezar, lo único que pudo hacer fue caer de rodillas, llorando como cuando era un niño, dejando a los dos adultos bastante preocupados.

– Perdón – se inco hasta que quedó completamente en el suelo – perdóneme, yo no soy el hijo que esperaban, soy un mal niño – seguía llorando – me gustan los alfas, me gustan desde que era un niño y lo descubrí ese día cuando estábamos en el parque y me lastime la rodilla, perdón. Tampoco pude proteger a Juno, si deciden que lo mejor es ya no ser mis padres – levantó su mirada viendo a su madre – si te arrepientes de ser mi mamá, lo entenderé.

Eso hizo que el corazón de Jimin se rompiera, cayendo de rodillas para abrazar a su hijo, cuando decidieron contarle que él no era su madre biológica fue muy difícil, pero, para Jimin el siempre sería su cachorrito, su más lindo bebé.

– Mi niño – beso su frente – jamás pienses ni por un segundo que me arrepiento de ser tu madre, jamás lo dudes, mi lindo cachorrito – esparció sus feromonas – eres mi vida entera, Jungmin. Tú me devolviste las ganas de vivir, porque cuando me enteré que no podía tener hijos eso me destruyó, hasta que un lindo cachorrito vino gateando hasta mi en una tienda – beso sus mejillas con cariño – tú y tu hermano son mi razón de vivir, no te culpes por no protegerlo porque tú estabas pasando un infierno al igual que él.

– Mami – se abrazo al Omega, para seguir llorando, necesitaba tanto eso.

Desde hace días necesitaba sentir esta tranquilidad, hasta que su padre se unió al abrazo.

– Jamás pienses que me avergüenzo de ti, perdón si en algún momento te hice creer que estaba mal amar a alguien de tu misma casta – beso su cabeza – mi pequeño cachorro, no sabes cuánto te amo, yo daría mi vida para que tú y tu hermano sean felices, lo haría.

Cuando Namjoon esparció sus feromonas, uniéndose así a las de Jimin, fue que Jungmin por fin sintió algo de paz y aquellas feromonas llegaron a Juno, dónde el lobo del alfa empezó a despertar de a poco, todavía no habría pronta recuperación. Pero, solo por ese acto fue como si hubiera vuelto a la vida, como si fuera un niño otra vez y esperaba que eso no acabará nunca.

...

Para Haerin ver cómo Jungmin se confesaba a sus padres, ver cómo sus tíos lo aceptaban como si fuera la cosa más normal. Después ver cómo esos dos malditos enigmas lo abrazaban como si fuera de su propiedad, la hacía sentir tanta ira, nada acabaria con el sueño que siempre tenía en su cabeza.
Siempre soño que encontraría a su destinado y tendría la mejor historia de amor, como la de sus padres, cuando su papá le contó como habia conocido a su madre, fue la mejor historia de amor que alguna vez hubiera escuchado, deseando para ella esa historia. Sin importar que tendría que hacer para obtenerla, no le importaba si tenía que hacerlo a la fuerza, habían veces que solo tenías que tener las cosas a la fuerza.

Esperando a que fuera de noche, dónde ya la mayoría de los presentes salían de aquel hospital, revisando cada pasillo para no encontrar a nadie, dónde en la habitación de Juno se encontraba Taehyun, nada fuera de lo común. Paso por el resto de las habitaciones, dónde encontró a su alfa con esos dos malditos enigmas.

– Está es solo tu decisión, alfita – uno de ellos tomo las manos de su destinado, llenandola de ira – somos destinados, pero eso no quiere decir que estás obligado a estar con nosotros.

– San tiene razón – el otro enigma se acercó para tomar su otra mano – no estás obligado a estar con nosotros, pero, mi lindo cachorrito – cuando ese enigma beso la frente de Jungmin, hizo que sacará aquel frasco – eres nuestra más grande fortuna, no quisiéramos perderte, eres esa luz que te hace querer seguir con vida, porque nosotros te amaremos siempre, te amamos incluso antes de conocerte.

Haerin tenía la esperanza de que Jungmin los rechazará, hasta que noto como Jungmin les sonrió para acercarse a uno de ellos y besarlo en los labios, lo que hizo a su corazón romperse y cuando terminó el beso, besando luego al otro. Fue que decidió abrir el frasco vistiendo el montón de feromonas de sigmas, lo que hizo a los dos enigmas tapar su nariz con fuerza, mareandolos un poco.
Había escuchado que la única forma de que algún enigma bajara la guardia, era con feromonas de sigmas, pero eso solo los hacía perder la razón cinco minutos, los cinco minutos que tardo en tomar a Jungmin del brazo, vertirle un poco de feromonas, que lo hizo caer desmayado y con ayuda de Jisung se lo llevaron de aquel hospital. Su plan de quedar embarazada y hacer que Jungmin la embarazara empezaba ahora.


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Con esto terminamos el maratón, espero que les haya gustado y prometo que pronto empezará la felicidad de los tres.

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