Las luces de las farolas electricas titilaban erraticamente cuando los cuerpos de las tres chicas se posaban sobre ellas, cayendo a veces desde gran altura, y usando estas para impulsarse y avanzar saltando de una en una.
Asi llevaban recorriendo gran parte de Jormundgandr, aquella ciudad de Pensilvanya, famosa por sus licores caseros, sus numerosos barrios antiguos, su tasa de criminalidad baja, y sobre todo, su mistica y sus leyendas, tan antiguas como la tierra misma.Aquellas mismas chicas se podrian considerar parte de aquella mistica de la ciudad. Sin embargo, esto solo aplicaba para los visitantes y viajeros, puesto que aquellos nacidos en la ciudad encontraban estas leyendas como algo mas real que solo parte de un folklore local.
Ese era el caso de las dos primeras, Olivia Esperanza y Saray Oomah. Dos chicas de 16 años nacidas y crecidas alli, y que, como nativas de la zona, lo que para los externos a Jormundgandr eran solo historias fantasticas, para ellas era la realidad del dia a dia. Una realidad oculta para la poblacion "normal" de Jormundgandr, si, pero una realidad en fin.
¿Pero que era lo que hacia tan especial a aquella ciudad, que a primera vista, y realmente, a ultima vista, no era mas que otra de las tantas ciudades fundadas en los Estados Unidos?.
Esta pregunta fue la que Jill Rogers, de 15 años, y la ultima de este trio de chicas, que avanzaban de forma antinatural sobre las farolas, en direccion a solo sus amigas sabian donde, le hizo a estas mismas, hacia ya un año, tras su primera semana en Jormundgandr.
Llegada desde New York, debido al fallecimiento de su madre, su padre decidio que lo mejor para ella y sus hermanos menores seria crecer en el lugar donde su madre habia nacido, y donde la habia conocido en uno de sus viajes. Y ese lugar no era otro que Jormundgandr, Pensilvanya. Una ciudad de mas de 150 años de antiguedad y casi medio millon de habitantes, la cual, segun se pudo informar una vez la familia llego alli, era famosa a nivel local por todo lo anteriormente mencionado. Y como ya se habia mencionado, aquella ciudad tenia dos caras.
Y la cara oculta era aquella que Jill habia descubierto hacia ya un año, tras su primera semana y tras haber conocido a Olivia y a Saray, pero no seria , sino hasta mucho despues, que la verdad de ese lugar y del pasado de su madre finalmente le serian revelados. Pero esa era otra historia.
Las tres chicas saltaron desde el techo de las farolas directamente contra la pared lateral de uno de los edificios, y aferrandose a la superficie lisa como si sus manos y pies tuviesen ventosas, comenzaron a trepar por esta en posicion cuadrupeda, de a saltos y cortando la distancia rapidamente, lograron llegar hasta la azotea de aquel edificio, impulsandose del borde para dar un gran salto y aterrizar de pie.
-¿Entonces, nos diras porque nos reuniste ahora, en plenas vaciones de verano?- pregunto Saray.
-Ya de por si estoy castigada por tener que asistir a las clases de refuerzo en verano, asi que si mi padre descubre que no estoy en mi cuarto estudiando...- dijo Jill, mientras Olivia, quien en la mayor parte del tiempo fungia como lider del trio, estiraba sus miembros y volteaba a ver a sus amigas.
-Hoy, nosotras tres, descubriremos que o quien es La Bestia de Jormundgandr- fue lo que la chica les dio por respuesta a sus amigas, las cuales, tras mirarse entre si, volvieron a ver a la chica.
-Estas demente- fue la respuesta que obtuvo de Saray.
-Me voy a mi casa- fue la contundente respuesta de Jill. Olivia, terminando de estirar sus musculos de los brazos y piernas, se acerco al borde del edificio, y cual superheroina que vigila a la distancia, coloco uno de sus pies sobre la saliente, quedando su pierna levemente elevada en relacion a la otra.
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Jormundgandr: Ciudad de Seres Nocturnos
Fantasy"¿Crees en los seres sobrenaturales?" "¿Crees que exista un lugar donde esos seres y los seres humanos puedan existir?" Esas dos preguntas son las que Olivia Esperanza y Saray Oomah le hacen a Jill Rogers, el primer dia que esta ultima llego a la ci...