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Craig y Tweek estaban sentados juntos en el autobús escolar, camino a una excursión que no tenían ningún deseo de hacer. El ruido de los otros estudiantes hablando y riendo llenaba el aire, pero ellos estaban en su propio mundo, como siempre.

Craig, con su habitual gorro azul, miraba al frente con una expresión que combinaba aburrimiento y exasperación. Suspiró profundamente mientras levantaba el dedo medio, dirigiéndolo hacia Kenny, que había hecho un comentario grosero sobre la relación de Craig y Tweek.

—Cállate, Kenny —dijo Craig con una voz monótona—. Nadie quiere escuchar tus teorías raras sobre aliens y patos gigantes.

Tweek, sentado a su lado, estaba claramente nervioso, como de costumbre. Sus manos temblaban ligeramente mientras intentaba ignorar el comentario de Kenny, pero no pudo evitar responder.

—¡¿Por qué siempre tienes que hacer eso, Kenny?! —gritó, sus ojos abriéndose más de lo normal—. ¡Nosotros solo queremos un viaje tranquilo!

Craig rodó los ojos y pasó un brazo alrededor de los hombros de Tweek, tratando de calmarlo.

—Relájate, Tweek —dijo suavemente—. Kenny solo está siendo un idiota, como siempre.

Tweek asintió, intentando controlar su respiración. Se acurrucó más cerca de Craig, buscando consuelo en la familiaridad de su novio. Mientras tanto, Stan, que estaba sentado al otro lado del pasillo, observaba la escena con una sonrisa.

—Vaya, Craig, tienes mucha paciencia —comentó Stan, burlándose amistosamente.

Craig se encogió de hombros.

—Es parte del paquete, supongo —respondió, mirando a Tweek con una leve sonrisa en sus labios.

El autobús hizo un giro brusco y Tweek casi se cayó de su asiento. Craig lo sostuvo firmemente, evitando que se deslizara.

—¡Maldito autobús! —exclamó Tweek—. ¡Nos va a matar a todos!

—No nos va a matar, Tweek —dijo Craig con un tono tranquilizador—. Aunque este conductor parece tener un problema con las curvas.

La conversación continuó con un tono ligero y humorístico. Clyde, sentado detrás de ellos, se unió a la charla.

—¿Entonces ustedes dos se van a casar algún día o qué? —preguntó con una sonrisa traviesa.

Tweek se puso rojo como un tomate y Craig lo miró con una expresión de "no empieces".

—Sí, Clyde, y tú serás nuestro padrino —respondió Craig con sarcasmo.

—¡Sí! —exclamó Clyde, riendo—. ¡Quiero ser el padrino más increíble del mundo!

El resto del viaje estuvo lleno de bromas y risas, con Craig y Tweek en el centro de todo. A pesar de los comentarios y las situaciones incómodas, sabían que tenían algo especial, algo que los hacía fuertes juntos. Y aunque Craig mostraba su afecto de una manera muy peculiar, Tweek sabía que siempre podía contar con él.

Finalmente, cuando el autobús llegó a su destino, Craig ayudó a Tweek a levantarse, asegurándose de que estuviera bien.

—Vamos, Tweek —dijo Craig—. A ver qué desastre nos espera ahora.

Tweek sonrió débilmente y asintió, tomando la mano de Craig. Juntos, enfrentaron el día, sabiendo que mientras estuvieran el uno al lado del otro, podían superar cualquier cosa, incluso una excursión escolar.

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Kei

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⏰ Última actualización: Jun 23 ⏰

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৫  ִֶָ ׄ tweek ± craig ˖ ࣪ › Idea idea ideaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora