•Capítulo 4•

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Harry se despertó con la cálida convicción de que todo estaba bien en el mundo. La luz del sol invernal estaba entrando por las ventanas, ya no tenía frío ni estaba cansado, y lo mejor de todo, Malfoy estaba allí.

-Oye, Bella Durmiente, muévete -dijo Malfoy.

Harry sonrió y sin pensarlo extendió la mano para agarrar la muñeca de Malfoy y mantenerlo allí. Malfoy, apoyado contra el poste de la cama, pareció entretenido y lo dejó tenerla, y por un momento Harry estuvo tentado a cerrar los ojos y volver a dormir, y fingir que las cosas eran exactamente como él quería que fueran.

Malfoy le dio un golpe en el hombro.

-Esta constante holgazanería debe cesar, Potter. Levántate.

Harry abrió los ojos de mala gana.

Bajo Veritaserum o tortura extensa, Harry probablemente habría admitido que encontraba a Malfoy atractivo, pero mirar directamente a sus fosas nasales no era realmente su ángulo más atractivo.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Aparentemente, impidiendo que duermas por el resto de tu vida -dijo Malfoy-. Este no es momento de sucumbir a la desesperación. Tengo otro plan.

-Suena como el momento de sucumbir a la desesperación para -dijo Harry.

-Suelta mi muñeca, por favor -dijo Malfoy, diciendo "por favor" en un tono de alta orden.-. La necesito para todo tipo de cosas. También me preocupa la forma en que siempre agarras cuando te despiertas: me sugiere una inseguridad fundamental sobre el mundo. Deberías haber asumido después de tres años que tienes un compañero genial que siempre hará que todo esté bien.

-¿Que has hecho ahora? -preguntó Harry, mientras un miedo frío golpeaba su corazón.

-Ya verás -prometió Malfoy, sonriéndole maniáticamente-. Levántate y, por el amor de Dios, vístete, ¿qué sucedería si un ladrón entra y abusa de ti? Tal como han ido las cosas últimamente, no me extrañaría que Shacklebolt contratase a alguien para entrar y abusar de ti, y no podemos permitir eso.

-No -dijo Harry con sentimiento.

-El hombre parece tener un gusto terrible e inquietante -dijo Malfoy-. Si todo se reduce a eso, y no estoy descartando...

-Yo sí -dijo Harry.

-El Rincón Pecaminoso de Sinistra tiene un buen folleto -dijo Malfoy-. Viene con fotografías. Y cupones.

-¿Cómo sabes eso? -preguntó Harry-. ¿No quiero saberlo?

-Investigué -le informó Malfoy-. Después de todo, soy un investigador capacitado.

Harry mantuvo un silencio escéptico.

-Le envié una lechuza a Marcus Flint -dijo Malfoy, poniendo los ojos en blanco-. Posee algunas acciones del negocio. No requiero un agradecimiento por mis incansables esfuerzos. Sólo pido que mi muñeca sea devuelta.

Probablemente era una petición justa. Harry lo soltó y se sentó, frotándose los ojos y tratando de congraciarse a sí mismo a despertar y lidiar con las cosas en la forma en que eran. Malfoy caminó hacia su guardarropa y, después de rebuscar con determinación, emergió despeinado y arrojó un suéter Weasley color púrpura oscuro a la cabeza de Harry.

-Usa eso -dijo-. Es perfecto. Te hace parecer una uva podrida que murió de peste.

-Tienes una definición muy extraña de la palabra 'perfecto'-murmuró Harry, y batalló para entrar en el suéter.

Mientras lo hacía, Malfoy salió de su habitación y Harry lo escuchó comenzar a abrir y cerrar las puertas de la alacena. Malfoy parecía de buen humor, pensó Harry: parecía estar pasando por alto el terrible incidente con Katie, y estaba sonriendo, y se había levantado temprano, y Harry había olvidado cuán enormemente obvio era cuando Malfoy tuvo sexo.

Mortalmente Hermoso |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora