Sana se preparaba para pasar una tarde junto a Jihyo, irían a dar un paseo y tal vez luego a comer. Se puso zapatos deportivos, un top y pantalones anchos, un outfit sencillo pero muy lindo. Jihyo, por otra parte, vistió su cuerpo con un vestido con estampado floral, sin duda ambas iban muy hermosas.
La mayor amaba pasar tiempo junto a Park, no se cansaba de estar con ella, la hacía sentir muy bien, demasiado bien. Al final optaron ir por un helado e ir a pasear por el parque mientras hablaban de cosas sin mucha importancia, hasta que Sana volvió a tocar el tema.
—Hyo...— dudó un poco en preguntar.
—¿Pasa algo?— preguntó mirándola directamente.
—Quisiera hablar sobre...— trató de ser clara, pero Jihyo seguía sin entender, pues sus palabras quedaban a medias.
—Sana, ¿Podrías ir al grano? No estoy entendiendo— dijo animando a la nipona a hablar con seguridad.
—Bueno, ya sabes, sobre lo que pasó ese día en tu casa— Jihyo solo miró al piso —Sana-ssi, enserio, no quiero hablar de eso.
—Jihyo— tomó su mano para detenerla y que la mirara —Si tu me contaras sobre eso... Tal vez podríamos ayudar a la policía a encontrar al que te hizo eso— la contraria negó con la cabeza.
—¿Para qué? Eso no serviría de nada, el caso ya está cerrado y dudo que puedan abrirlo de nuevo.
—Pero Ji- — fue interrumpida por la mano de Jihyo en su boca —Sana, en serio, ya no tiene importancia, no quiero tener que recordar ese momento, no hablemos eso, ¿Si? Por favor— sus palabras parecieron casi un ruego, tanto que Sana tuvo que aguantar las ganas de seguir preguntando y seguir con el paseo.
No iba a ser nada fácil.
Sí, Jihyo ya sospechaba que Sana tenía novia, principalmente porque siempre que daban algún paseo o iban a supervisar la empresa juntas, la nipona se comportaba extraño en cuanto comenzaba a sonar su celular, se alejaba de ella, o se ponía nerviosa cuando le llegaban mensajes. Pero claro, Jihyo solo lo sospechaba, más no había confirmado nada, sin embargo, ese día en su casa, luego de escuchar aquellas palabras, solo pudo pensar en Sana, ahí fue donde pudo confirmar sus sospechas.
La razón por la que no quería hablar, es porque ella no conocía a Miyeon, nunca había visto su cara ni nada por el estilo, pensó que si ella hablaba y decía lo que había escuchado, no le creerían, así que prefirió quedarse callada y decirle a las chicas que cerraran el caso, pensó que eso sería lo mejor.
Mientras tanto el dúo Chaetzu anotaba puntos importantes en sus libretas para conectar los puntos, en cuanto tuvieran algo, irían a reportar a la policía y lograr que abrieran de nuevo el dichoso caso.
—Entonces dices que justo antes de su convulsión, ¿Las cámaras dejaron de funcionar?— preguntó Tzuyu, bastante intrigada —Exacto, ¿No te parece raro?
—Muy sospechoso sin duda, no puedo creer que las chicas no hicieran nada, ¿No te parece eso raro también?
—También lo pensé, pero no creo que quieran joder a Jihyo, no creo eso de ellas— dijo tomando un poco de agua para calmar su sed.
—Bueno, yo tampoco las creo capaz de eso— recalcó —Llevamos muchos años de conocernos todas, tienen buen corazón y no serían capaces de hacerle daño a alguien.
—Tienes razón Yoda, ellas no harían algo así— miró su libreta de nuevo —En fin, Sana mencionó que terminó en el hospital debido a un trauma abdominal, se sabe que fue causado por golpes fuertes en el estómago, pero no saben quién lo hizo, y Jihyo no quiere hablar sobre eso— mordió su lapicero pensando en como sacarle la información.
—Si queremos que hable, lo primero que tenemos que hacer es ganarnos su confianza, y para eso hay que conocerla— recordó mirando a la mayor.
—Bien, hablaré con Mina o alguna de las chicas para conocerla y comenzar de una vez con el caso— suspiró levantándose del escritorio —Espero que no pase algo más, si mis sospechas de asesinato son ciertas, el asesino no se quedará tranquilo hasta lograr lo que quiere.
...
—Gracias por esta tarde tan espectacular Sana, la pasé de maravilla— sonrío como era de costumbre en ella.
—Gracias a ti Hyo, por hacer esta tarde muy especial para mí— abrazó cariñosamente a la menor, haciendo que esta cerrara sus ojos debido al agradable olor que emanaba la nipona.
—Sana-ssi..— seguía hipnotizada por el olor —Hueles... tan bien— sonrió en el pecho de la nipona, aunque esta no la podía ver —Mi nariz está disfrutando mucho tu perfume— está vez río con más fuerza contagiando a la mayor, Sana la separó y la miró.
—Me alegra que te guste mi olor, pero ya deja de halagarme, me estoy poniendo roja— carcajeó.
—Aun así, sigues siendo hermosa— posó su mano en su mejilla —Demasiado hermosa— Sana tuvo miedo de que Jihyo escuchara lo fuerte que eran sus latidos desde el momento que esas palabras salieron de su boca, sin embargo, lo único que pudo notar la menor fue el pronunciado color rojo en sus mejillas, que la hizo carcajear, logrando que esta se sonrojara más de lo que estaba.
“Me gustas tanto” Pensó.
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"Sálvame" [Sahyo]
RomanceMinatozaki Sana, una mujer de nacionalidad Japonesa de carácter un poco duro, dueña de una de las empresas más prestigiosas de Corea, ubicada en Seúl. Park Jihyo, una chica surcoreana muy dulce y tímida que entra a trabajar en la empresa de Minatoza...