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Alex

- Grayson remata! – me grita el entrenador entre toda la multitud y entonces todo pasa a cámara lenta a mi alrededor, estudio la jugada en mi cabeza, la visualizo y le hago una señal a Marcus que me entiende y prepara el tiro, doy un salto y remato, viendo como la pelota pasa por encima de la red y golpea el campo del equipo contrario segundos antes de que suene el marcador anunciando que el primer partido de la temporada ha finalizado.

Primer partido ganado y el entrenador intenta disimular su alegría mientras todo el equipo saltamos y me abrazan emocionados, dándome palmadas en la espalda y les sonrío realmente feliz por la victoria. Las gradas tienen a todos eufóricos y sonriendo me acerco al banco donde tengo la bolsa, saco la toalla para secarme el sudor de la frente y beber un poco de agua, no puedo evitar mirar a las gradas de reojo y darme cuenta de que ella no está, y que nunca más estará, eso hace que se me encoja el corazón.

- Deja de buscarla en las gradas tío, vamos a pasárnoslo bien, hay que celebrarlo – Riven me saca de mis pensamientos y asiento sonriendo, me deshace el pelo riendo y cogemos las cosas para ir al vestuario.

Debería estar acostumbrado a no verla ahí, mi hermana murió hace 2 años ya, pero no se perdía ninguno de mis partidos, al igual que mis padres, pero desde que ella no está... nada es lo mismo, tengo la costumbre de buscarla siempre que acabo un partido, como si esperase que el accidente no hubiese ocurrido y ella siguiese con la pancarta más grande en un rosa fosforito con letras en purpurina gritando mi nombre desde las gradas. Dejo que el agua me empape renovándome por completo hasta que empieza a enfriarse y entonces salgo con la toalla enrollada en la cintura, todo el equipo está realmente feliz por la victoria de hoy y ya están hablando de la fiesta de esta noche en el "The London Reign", discoteca que solemos frecuentar en el "Picadilly Circus".

- Solo sabéis pensar en la fiesta, a veces creo que os esforzáis por ganar los partidos solo para tener una excusa para salir de fiesta y celebrarlo – les digo riendo a todos y me echan malas miradas antes de abuchearme

- Vamos capi, ni que a ti no te gustase salir a divertirte y distraerte – me dice Marcus remarcando la última palabra y niego con la cabeza riendo- si quieres mañana cuando te levantes después de haber echado un polvo hablamos

- Además, si perdiésemos tendríamos que salir igualmente para que nos consolasen – dice Connor de manera desinteresada, como si fuese de lo más normal – pues es mejor si ganamos, más divertido

- Bueno bueno, tranquilos que la reserva está hecha como todos los fines de semana, solo decid mi apellido – les digo tranquilizándolos y todos gritan saltando de emoción y niego con la cabeza, son de lo que no hay

- ¿Pero podemos entrar todos? – pregunta Asher riendo y mirando a Marcus – después de la que lió la semana pasada podríamos alejarlo de las chicas, no nos deja nunca a ninguna

Todos estallan en risas y no puedo evitar unirme a ellos, Marcus es un tío legal, alto como yo, pero un poco más delgado, el problema viene en que es mucho más tímido que cualquiera de nosotros y cuando se le arrima una chica se pone tan nervioso que es incapaz de hablar. La semana pasada intentando huir de una chica, incluso se derramó su propia copa por encima. Asher es el que más lo anima cuando está en acción, en realidad es quien anima a todo el mundo cuando lo necesita, pero no puede evitar soltar sus bromas de vez en cuando, todos somos buenos amigos, sabemos que somos una familia.

- Os veo directamente allí, tengo que hacer algo primero – me termino de poner la sudadera y asienten, Riven me mira serio y al pasar por su lado pongo mi mano en su hombro – te prometo que hoy apareceré

Los dejo a todos cambiándose y me pongo el abrigo antes de salir del edificio, el aire frio de Londres me cala hasta los huesos y acelero el paso hasta llegar al coche ofuscado en mis pensamientos, subo y enciendo rápido la calefacción antes de arrancar para ir al cementerio, como llevo haciendo tras cada partido. Contarle a mi hermana, bueno más bien a su tumba, como me han ido los partidos se ha vuelto una tradición desde que ella murió, me ayuda a sobrellevar mejor su ausencia. Aparco en el parking y me armo de valor antes de bajar del coche, respiro hondo y entonces lo hago, camino con paso decidido hasta que entro por las grandes puertas de hierro, saludo al vigilante y recorro los pasillos que he conseguido aprenderme de memoria hasta que me detengo en seco cuando llego a mi destino; la vista se me pone borrosa, pero es inevitable, ella era tan buena... no debió terminar de esa manera. Me siento apoyado en su lapida y le cuento todo el partido, desde el inicio hasta mi remate final que nos ha dado la victoria.

- Creo que estarías orgullosa – sonrío con amargura y me sereno antes de mirar la hora – tengo que irme, prometo quedarme más tiempo la próxima vez

Marcharme es el momento más doloroso, siento como si la abandonase y la dejase sola en el peor lugar de todos, pero le he prometido a Riven que hoy si que iría, y es capaz de venir aquí y sacarme a rastras si es necesario; le lanzo un beso a la tumba de mi hermana, como si realmente ella estuviese ahí sentada, justo al lado de donde yo estaba hace escasos segundos, viéndome, sonriendo y recibiendo mi beso. Me giro y me marcho rápido de allí, porque si dudo un solo segundo soy capaz de volver y quedarme toda la noche.

Entro en casa y veo a Summer apoyada en la isla de la cocina comiéndose un sándwich mientras mira el teléfono, al escuchar el ruido de la puerta levanta la vista y me mira sonriendo, el pelo rubio le cae por la espalda y me mira con felicidad en sus profundos ojos marrones, salta del taburete y corre hasta mi abrazándome, dándome el tiempo justo para soltar la bolsa de deporte y cogerla al brazo para que no se caiga.

- Enhorabuena Alex, sabía que ibais a ganar el partido – me suelta y queda de pie frente a mí, es bastante más baja que yo, pero se podría decir que tenemos la misma fuerza – esperaba verte antes de que te marcharas, pero Riven me ha dicho que te has ido más rápido que la luz

- Sí, lo siento, quería ir al cementerio antes de que saliésemos a celebrarlo, por cierto, cámbiate, te vienes conmigo

- Ya estoy cambiada – la miro de arriba abajo negando con la cabeza, va con un vaquero, un top negro y unas zapatillas del mismo color, en cualquier otra situación su aspecto me daría igual, pero en esta discoteca la etiqueta es un requisito.

- Summer así no van a dejarte entrar, vamos a The London Reing

- Voy contigo, puedo entrar en cualquier parte

- Algún día el apellido Grayson no nos abrirá ninguna puerta y estaremos jodidos, ya lo verás, por lo menos ponte un zapato más elegante, disimula un poco – pone los ojos en blanco resoplando, pero sube a su habitación para cambiarse los zapatos.

Summer es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, hemos vivido siempre en el mismo barrio, por lo que hemos ido al mismo colegio y al mismo instituto, por no hablar de lo mucho que nos une nuestra pasión por el voleibol, siempre hemos formado parte de los equipos del colegio e instituto, y como no, ahora en la universidad no podía ser menos, por eso decidimos venir a esta universidad en concreto. Yo soy el capitán del equipo masculino desde mitad del primer año, y Summer es capitana del equipo femenino desde el año pasado. Los dos escogimos esta universidad porque es la única que puede darnos la oportunidad de triunfar con nuestro deporte favorito, aunque es una universidad deportiva, lo que significa que hay muchos más deportes que se practican en el pabellón, como baloncesto, gimnasia rítmica y no se ni cuantos tipos de danza; es una de las universidades más prestigiosas de Londres, de donde han salido algunos de los deportistas más famosos del país.

Me pongo unos vaqueros y una camisa blanca, los zapatos y tras ponerme colonia y coger el abrigo salgo de mi habitación, camino por el pasillo viendo las otras habitaciones cerradas y supongo que Riven y Asher ya estarán en la discoteca, ellos dos junto con Summer compartimos casa desde el primer año y nos hemos hecho inseparables; bajo las escaleras y le sonrío a mi amiga.

- Estas muy guapa, ¿nos vamos? – asiente y tras coger lo necesario salimos de casa, vamos al coche y conduzco hasta el club, le doy la llave a uno de los aparcacoches que se acerca y nosotros entramos en la discoteca sin hacer cola, recibiendo malas miradas de la gente que posiblemente lleve más de una hora intentando entrar, pero yo no tengo la culpa de que no sepan que se debe hacer una reserva para poder entrar con preferencia, a pesar de que en la web lo especifica – creo que están en el reservado, ¿te vienes?

- En un rato te veo, las chicas del equipo también han podido entrar – beso su mejilla y veo como se aleja entre la multitud, unos brazos se levantan saludándome desde el reservado y riendo camino hasta ellos.

- Has venido – dice Riven sonriendo demasiado y sé que lleva unas copas de más – mira te presento a Molly

La chica me sonríe y le devuelvo el saludo por educación antes de hacerme un chupito, el alcohol me quema la garganta y me hago otro sintiéndome más relajado, me siento en el sofá bebiendo y riendo con los chicos y antes de que pueda ser consciente tengo a Molly sentada sobre mí con su lengua dentro de mi boca, pinta bien la noche.

Entre RedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora