𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘 𝗕𝗔𝗖𝗞 ;; Kaiju no 8

IX. Soshiro Hoshina ⚠️

Advertencia: Contenido sexual.

La manecla de la hora marca dos.

Es pasada la medianoche, y aún así, tu cuerpo no necesita ni un guiño de sueño. Te acuestas en tu cama, preguntándote si has comido algo que te mantiene despierto o tal vez has bebido algo demasiado azucarado, y está llenando las consecuencias. Sin embargo, no puede ser eso, no exactamente. No estás seguro de por qué; te sientes nervioso, como si estuvieras a punto de ser golpeado por un rayo, y tu cuerpo está listo para saltar de tu cama para hacer algo.

Y luego lo oyes.

Tap, tap, tap.

Apagado y suave, pero tu habitación es lo suficientemente silenciosa como para que te des cuenta. Viene de tu ventana. Rítmico, pero lo suficientemente irregular como para que te des cuenta de que estaba mal. Y por lo general, a una hora como esta, lo habrías ignorado, pero son las 2 a.m., y no tendrías nada más que hacer de ninguna manera.

"¡Soshiro!" No puedes evitar exclamar una vez que te has dado la vuelta y lo has visto proyectar una sombra sobre tu suelo, los bordes de su figura iluminados por la luz de la luna.

Tap, tap, tap.

Hoshina sigue golpeando el panel de la ventana incluso mientras te apresuras. Lo abres y te abres a su lamentable estado sangriento y magullado, como si hubiera salido de una paliza de un Kaiju Petrichor y el cobre saltean dentro de tu habitación mientras Hoshina pisa una bota mojada sobre el alféizar de tu ventana, con la cabeza metiendo.

"S-Soshi... ¡Dios mío, estás sangrando!"

Lo apresuras a entrar, odiando cómo Hoshina se ríe fácilmente como si no estuviera goteando sangre en el alféizar de tu ventana, empapado por la tormenta eléctrica, como si no pareciera como si estuviera a segundos de caerse. Lo diriges a tu cama. Con cualquier otra persona, lo habrías votado si hubieran puesto sus culos empapados de lluvia en tus sábanas limpias, pero es Hoshiro, y tu juicio siempre ha estado un poco nublado cuando se trata de él.

Tan pronto como Hoshina llega a la cama, hurgas en tu cajón por cualquier cosa, sintiéndote más que despierto ahora. "Primeros auxilios, ¿tengo uno aquí en algún lugar? ¡Juro que tenía uno!"

"Oye, oye, cálmate", dice Hoshiro, sus movimientos inconexos. Él te alcanza, pero te sacudes cuando sus dedos se contraen en sacudidas esporádicas. "El sangrado ya se ha detenido".

"Hay sangre goteando por tu nariz".

"Ah..." Se lo limpia con el dorso de su mano enguantada. "En cualquier otro lugar, quiero decir".

"¡Soshiro!" Lloras, sucumbiendo a tu pánico.

Hoshina se ríe de nuevo. Para alguien que está temblando y sangrando. "Fácil, cariño. Yo soy el que está herido aquí".

"¡Es exactamente por lo que me estoy volviendo loca!" No puedes creer lo que le explicas. ¿Tiene una conmoción cerebral? "¿Por qué vendrías a mí? ¡Tienes médicos profesionales en tus dormitorios!"

Señala su mejilla. "Este es solo un moretón desagradable. Ya he tratado todo lo demás. La hemorragia nasal es solo una hemorragia nasal, ¿ves? Todo se ha secado ahora".

Te frunces las cejas, caminando hacia él. Te parpadea cuando le cepillas el pelo a un lado para comprobar su temperatura. "Sin embargo, estás temblando, Soshiro".

"Frio", dice. A pesar de que tú eres el que está de pie y se cierne sobre él, sus ojos rojos te están sujetando. "Caliéntame".

Con la nariz arrugada, le alejas la cara, mientras evitas cuidadosamente su moretón, por supuesto. Hoshina solo cacarjeas, con los dedos apretando tu muñeca. Aunque él es el que debe haber estado saltando de un edificio a otro en la tormenta anterior, su tacto se calienta y te quema la piel.