Capitulo 40

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Dolores Umbridge era una mujer poderosa siendo mestiza actuaba como una sangre pura.

Por eso, cuando vio a Lucius Malfoy en el ministerio no dudo en coquetearle, tocar sus manos y pecho.

El hombre no dudo en retroceder, pero antes de poder expresar su disgusto una pequeña figura apareció frente a ambos.

Una Cassiopeia de seis años corrió directo a su padre, el mayor sonrio dulcemente provocando un sonrojo en la mujer de rosa.

– Papi! – Grito alegremente. – Adivina quien recorrio todo el ministerio mientras estabas en la reunión? –

– Mi linda y pequeña estrella? –

– Así es! – Soltó una risita infantil. Sus pequeños ojos se dirigieron al agarre que la mujer tenía sobre el brazo de su padre. – Que haces? – Pregunto confundida.

Lucius al escucharla quitó por segunda vez a Umbridge de su lado, ante esto la castaña frunció el ceño con molestia.

– Lucius! – Grito Fudge emocionado.. – Ven! Te presentare a alguien. –

Dudoso asintió.

– Ve. – Ordenó Cassiopeia en un tono dulce. – Te esperaré aquí. – Dijo en un tono infantil.

Al ver como su padre se alejaba todo semblante amable cambió drasticamente a uno más frío y cruel.

– Dime cariño, como estas? –

Cassiopeia la miro con burla y agitando sus pestañas Respondió.

– Yo muy bien? Y usted? Veo que necesitada de un hombre. – Dolores parpadeó sorprendida. – Oh! Me equivoque? –

Apretó sus puños con fuerza y su rostro se torno rojo de la furia.

– M-Mocosa malcriada! –

– Malcriada? Eso es un insulto? Acaso tu familia es pobre? – Pregunto con pena. – Acaso coses tu ropa? Por eso tu ropa es todo del mismo color? Ahorras en hilo? – Una magia familiar se sintió a unos pocos metros y al ver a su padrino sonrio dulcemente. – Sabes? En vez de robarle el marido a mi madre deberías de pedirle consejos de cómo seducir a hombres. – Dijo con burla.

Salió de allí corriendo a los brazos de Severus, quien al verla no dudo en cargarla.

Cassiopeia miro fijamente a la mujer que aun estaba atónita y con ella una mueca de enfado mezclada con desagrado.

– Maldita niña. –

Cada vez que Lucius iba al ministerio, Cassiopeia iba con el frustrando cada uno de sus planes, era divertido para la rubia.

Oh bueno lo era..

Polaris tocó su rostro ante el golpe recibido, parpadeó sorprendida levantó su mirada del suelo y se encontró con unos ojos azules llenos de burla.

Podis soportar sus comentarios, incluso que la llamara mocosa, pero un golpe?

– Oye.. sabes que sucede cuando golpeas a un miembro de los sangrados veintiocho..? – Ante la falta de diversión que siempre salía de Cassiopeia, Umbridge sintió miedo. – Perra. – Una sonrisa morbosa se posó en sus labios asustando más a la mujer.  – La próxima vez que nos veamos, te haré saber las consecuencias.. – Prometió.

Mattheo soltó otra carcajada haciendola salir de sus pensamientos.

Dolores Umbridge estaba en el suelo abrazando su propio cuerpo, Cassiopeia estaba en su nuevo lugar favorito.

El escritorio de la bruja..

– Oh? – Miro su taza y suspiro aburrida. – Me quedé sin té.. – Murmuró con tristeza.

Too Sweet (Mattheo Riddle, T.R) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora