Alejandro's pov!

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- Todo comenzó en la fiesta con temática de odio hacia Blitzo, el diablillo que le había causado mucho daño a distintos demonios.

Alejandro, aquel incubo sexy de sonrisa brillante y piel rosa se la estaba pasando genial. Saludaba a algunos conocidos y bebía algo de alcohol en el proceso.

ーBonita camisa, Alejandroー Elogio Verosika, la responsable de dicha fiesta.

ーGracias Vero, la compré específicamente para usarla esta noche. Tus fiestas nunca paran de sorprendermeー El incubo respondió con una gran sonrisa.

ーEsta vez hay más personas que el año pasado, pero no me sorprende, Blitzo es una maldita cagadaー Vero continuó un poco decepcionada.

ーYa lo conoces preciosa, es un maldito imbecil, realmente no entiendo como el príncipe Stolas pudo fijarse en élー

ーSeguramente lo manipuló y lo ilusionó tal y como lo hizo conmigo, Stolas no se merece eso...ー

ーAbsolutamente no, pobre pajarito. Trataré de hacerlo sentir mejor, tiene que divertirseー

La sucubo asintió y sonrió reconfortantemente. La conversación siguió por unos minutos antes de que Verosika se despidiera para ir a buscar más bocadillos y alcohol.

Alejandro entró en una pequeña habitación dónde decidió fumar un cigarrillo antes de regresar a la fiesta, cuando de pronto oyó la voz del príncipe Stolas y de otro demonio que parecía ser... ¿Blitzo?

ー...Quiero decir, eres un jodido príncipe... ¿Cómo alguien como tú podría importarle un imp? ¿A mi? ¿Cómo podría yo importarle a... cualquiera?ー

Efectivamente era Blitzo... ¿Por qué se escuchaba tan vulnerable ahora? Alejandro jamás lo había escuchado así por más que hubiera tratado. En su relación Blitzo siempre se guardaba las cosas, y solo parecía poner toda su atención cuando se hablaba de sexo. El incubo era un chico que adoraba explorar su sexualidad y siempre estaba abierto para cualquier juego candente; pero también era un chico romántico.

Adoraba cuando Blitzo hablaba acerca de su obsesión con los caballos, o contaba sus chistes malos, fingiendo que le hacían gracia, o alentar a Blitzo mientras este prácticaba tiros con sus armas... ¿Y qué recibió de vuelta? Abandono.

Quizás se empezaba a sentir algo celoso de que el príncipe hubiera podido hacerlo decir palabras sinceras... Dolía demasiado saber que una persona tan hiriente como Blitzo tuviera un favorito.

Estaba a punto de irse la habitación hasta que escuchó:

ー¿Sabes qué es lo que quiero? Quiero saber que es lo que se siente no estar solo... Quiero ser la persona de alguien... Quiero sentirme anhelado...ー

Alejandro suspiró y miró al suelo, se sintió estúpido por haber sido tan egoísta. El pobre príncipe estaba a punto de llorar, y lo primero que pensó fue como quería estar en su lugar. Olvidó que Blitzo los había afectado a los dos por igual...

Se devolvió al lugar en el que estaba, escuchando el discurso dramático que recitaba el príncipe, justo como en una comedia romántica... Se notaba lo borracho que estaba.

ー¡Pero de manera romántica! como si estuviera parado en medio de la lluvia, en una estación de tren, y luego alguien grita: "¡Harriet! ¡No vayas en ese tren, va a Londres y no puedo estar sin ti!"ー

Soltó una risita al ver su dramática actuación, todos le habían mirado y Blitzo se veía un poco avergonzado. El incubo se quedó un tiempo más viendo su conversación, era gracioso y un poco triste, pero sentía que conectaba con el príncipe.

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𝑵𝒐𝒄𝒉𝒆 𝑳𝒊𝒃𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 (𝑷𝑨𝑹𝑻𝑬 𝑼𝑵𝑶) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora