My angel - Sasuke Uchiha x Oc

Capítulo 6

—Aah, eso estuvo delicioso ¿no lo crees Sasuke?—dijo Cyra una vez fuera del restaurante, con una chispa de emoción brillando en sus ojos.

—Estuvo rico—dijo Sasuke, asintiendo con una sonrisa—. Me gustó comer fuera de nuevo, tenía años comiendo solo en casa.

De repente, Cyra paró su andar, provocando que el chico igualara su acción y se girara preguntándose el porqué lo había hecho.

—¿No comes fuera de casa?—preguntó con sorpresa.

—Am, no. Desde que perdí a mis padres no salgo mucho, prefiero estar solo—confesó Sasuke, su tono reflejando una carga emocional palpable, mezclada con una pizca de vulnerabilidad. Esperaba que cuestionara sobre su pasado, pero también anhelaba que alguien genuinamente se interesara por él y no por su apellido.

—Oh, ¿y qué hizo que quisieras salir conmigo?—preguntó inocentemente la pelirroja, su curiosidad genuina emanando una energía cálida y acogedora.

La pregunta dejó a Sasuke sin aliento por un momento, pero no por la sorpresa, sino por la emoción que le invadió. El hecho de que Cyra no haya preguntado por sus padres fue una revelación para él; constantemente, las chicas que se le acercaban intentaban terapearlo por la pérdida de sus padres, siempre con preocupaciones vacías de interés hacia él, solo le veían por su apellido y el poder que llevaba en él.

Pero esta vez era diferente. La curiosidad de Cyra estaba llena de autenticidad, como si realmente quisiera conocerlo por quien era, y eso despertó algo dentro de él que había estado adormecido por mucho tiempo.

Por lo que la pregunta de la chica, le agradó; sintió que por primera vez, alguien no le veía como el último Uchiha, sino como Sasuke.

Aunque después, procesó bien la pregunta, ¿por qué quiso salir con ella?

Si se mintiera a sí mismo, diría que fue por preocupación, aunque esa nunca fue una cualidad que le caracterizara. Sin embargo, era más fácil decir eso que aceptar la verdadera razón, una razón que estaba enterrada profundamente en su interior, una razón que prefería no enfrentar.

Pero pensándolo mejor, no podía decirle ninguna de esas opciones, así que en su lugar contestó:

—No preguntes tonterías, solo no quería que te mataras entrenando toda la tarde —bufó, tratando de desviar la atención de sus verdaderos sentimientos.

—Owww, entonces te preocupas por mí ¿verdad, gatito? —se burló Cyra, intentando hacerle cosquillas.

—¡Basta, basta! No me gustan las cosquillas —rió, pero su risa no lograba ocultar el torbellino de emociones en su interior. Sin embargo, paró cuando procesó bien el apodo—. Espera, ¿me dijiste gatito?

Igualmente, la chica paró de reír, y apenada, puso sus manos detrás de su espalda y se balanceó.

—Si... es que me pareces tierno, como un gato negro, arisco con la gente que no conoces, pero que luego se abre y deja que lo acaricies. Y cuando haces pucheros te me asemejas a uno —rió, tratando de aliviar el momento incómodo.

—No me parezco, estás loca.

—¡Ves! Justo ahora estás haciendo el pucherito, solo te faltan los bigotes, JAJAJAJA.

—Entonces, si yo soy un gato negro, tú eres... ¡un panda rojo! —dijo enojado, tratando de cambiar de tema.

—¿Un panda rojo? ¿Por qué se te ocurrió eso? —preguntó confundida, pero sus ojos brillaban con diversión.

—¡Pues tu cabello es rojo y eres muy... tierna! —respondió Sasuke, sintiendo cómo el rubor subía por sus mejillas.

Ambos se quedaron callados por unos segundos, procesando las palabras del Uchiha, cada uno luchando con sus propios sentimientos. Pero Cyra decidió romper el silencio.