INFERNÓ

Una gran madre

Narra:Elizabeth Mills

Sebastián y Esteban mataron a las serpientes a las ratas y otros animales que había en mi apartamento le tengo un gran miedo a las ratas y ratones.

- quieres un poco de agua-Sebastián me tiende una botella yo la tomo y siento mis manos temblar no suelo ponerme a si pero el ver a las ratas si que me afecto.

- bien nos desarenos del cuerpo se quedarán o se irán- Sebastián me mira y yo tomo mi bolso no me quiero quedar mínimo hoy no.

- entendido se van necesitamos las llaves para poder entrar y salir normal y la contraseña de la puerta de entrada al edificio para ser más rápidos pero no necesito decirles ya saben el proceso- claro que lo sabemos hemos desaparecido cuerpos.

- nos vemos y es un placer verte y desaparecer un cuerpo para ti pequeña infierno- ese apodo siempre fue entre Sebastián y yo nos decíamos así por que para el otro eso somos un infierno andante.

- nos vemos Esteban diviértete- el me da una sonrisa que me dice que no será divertido al menos no para él esta ves.

Sebastián y yo salimos y me encamino al carro me subo y él también me lleva a su apartamento subimos y en la puerta me siento feliz de ver de nuevo el apartamento.

Entramos y veo que sigue igual a cómo lo dejé pues yo lo decore. los cuadros donde estamos nosotros dos, siguen donde mismo, eso me hace verlo, él me toma de la cintura y me abrasa recargando su pecho en mi espalda.

- nadie vino aquí en cinco años. todo está tal y como tú lo dejaste, nunca quise mover nada, pues este es nuestro Apartamento, preciosa- eso me hace feliz se que quiere que duerma con él esta noche.

- bien entonces mi cuarto está tal y como lo dejé, buenas noches- me suelto y camino al cuarto. su apartamento es como una casa así que ay muchos cuartos el principal es el suyo, yo tomé el de al lado  por el closet.cuando estaba enojada me quedaba ay.

- Eli vas a dormir conmigo- yo sigo caminando hacia el cuarto pero él me carga y me lleva al suyo.

- esto es secuestró no lo sabías- el me quita la ropa, y yo le ayudo con la suya, se acuesta en la cama, y yo me subo encima de él, me abraza y me quedo dormida.

                                  ***

- entonces se hará el quince de julio- Sebastián asiente, y me mira,
Los señores se levantan y salen, Nick se recarga en la silla, y yo cierro los ojos, tengo un dolor de cabeza terrible desde esta mañana.

- Eliza está todo bien- abro los ojos y miro a Liam.

- si, solo tengo dolor de cabeza, pero más tarde se me pasa- el asiente y empieza a platicar con Nick, estamos esperando una afirmación de el banco para proceder con uno de los bares.

Sebastián pone su mano en mi muslo, y nos ponemos a platicar de cosas de trabajo, hasta que la puerta es abierta por Elena Hamilton.

Ella mira a su hijo, y se acerca a saludarlo, saluda a Liam, y a Nick, se sienta, y miro apretar la mandíbula, a Sebastián.

- madre me quiero imaginar, que no saludaste a Elizabeth, por qué no la viste, y no por que, no tengas modales- ella mira a su hijo, y abre como platos los ojos, yo me recargo en la silla.

- no me interesa saludar a delincuentes- todos se ponen tensos, y yo me rio pues me vale mierda, su puta opinión.

- amor no importa, no necesito el saludo de una víbora- ella se levanta cuando ve mi mano entrelazada, con la de su hijo.