sin opciones.

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Ese pensamiento que te hace desear no continuar.

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Mi mente siempre se ve invadida por el mismo pensamiento.
Una y otra vez me siento incapaz de dejarlo pasar, de olvidarlo.
Es como si ese simple pensamiento fuera una cadena impidiendo mis pasos.
Es el suave murmullo de mi alma agonizante.
Ese único rayo de esperanza opacado por las personas en las que más confiaba.
La única solución que mi nublada vista puede ver.
Aquella solución que parece el cielo, el fin del sufrimiento.
Una salida de todos los problemas que se puede tener en una vida.
Un descanso eterno.
Un deseo.
El deseo de poder cerrar los ojos y no abrirlos más.
El deseo que lograra callar mis problemas, calmar mis pensamientos y dará descanso a mi cuerpo.
Algo tan maravilloso como escapar de todo.
Suena a algo cobarde.
Pero no me da miedo aceptarlo, yo soy cobarde.
Me da miedo el pensamiento de continuar y no tener rumbo.
A tan temprana edad me cortaron la cabeza y no se si volvera a crecer.
No puedo cultivar esperanza en mi desierto mental.
Me gustaría volver a ser un niño.
Cuando era un niño no prestaba atención a mis defectos, ya que nadie más lo hacía.
No sentía miedo de mi futuro, ya que me impulsaron a dar un paso más.
Pero ahora, estoy estancado, atrapado en mi propia mente, cada día me consume más el pensamiento de si podré ponerme de pie y seguir adelante.
Cada día temo en rendirme.
Cada día me siento más tentado a hacerlo.
Mis pequeñas lineas rojas en la piel ya no son suficientes.
Nunca me hicieron sentir bien, pero me ayudaban a sobrellevar mi dolor.
Cada día se sumaban más.
Cada día siento que mi piel tarda más en cicatrizar.
Cada vez duele más.
Mi cuerpo va perdiendo forma, se vuelve grande... O eso es lo que yo creo.
Pierde fuerza, gana debilidad.
No tengo estabilidad.
Me tambaleó, mis pasos no tienen un rumbo.
Mi noción del tiempo esta cada vez menos presente.
Es como si mi tiempo se hubiera reducido a suspiros.
Es tan doloroso.
Ya no sé que hacer.
Ni siquiera me reconozco.
Ya no sé quién soy.

Diario de un transtornado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora