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47. Avanzar

"Ahora soy la mitad de
mí mismo aquí sin ti"

Charles POV

Mis miedos se habían cumplido, su ausencia en mi vida había despertado la peor de mis pesadillas.

Yo no quería nada de esto...

El enterarme que iba a ser padre fue un golpe a mi realidad, y como me di cuenta que mis sueños siempre estuvieron errados, es decir, yo siempre quise una familia y tener hijos pero nada de esto se sentía feliz si no era con la persona que amaba. Kaia era la luz en mi vida y sin ella me sentía en la oscuridad, pero ella no quería nada conmigo y no tenia nada que hacer al respecto porque la entendía, si fuese yo quién estuviese en su posición me sentiría igual y había prometido no fallarle, pero lo hice.

Como lo hago con todos...

— ¿Cómo van las cosas con Alex? — pregunta Max apoyando su mano en mi hombro a medida que tomaba agua. — Amigo, te ves fatal.

— Bien, solo hablamos del bebé. — respondo simplemente ignorando su último comentario porque no necesitaba que me dijeran aquello que sabía. — No vamos a volver, solo tendremos una buena relación por el bebé.

— Charles... — suspira Max como si estuviera cansado provocando que lo mire de reojo. — Kaia no...

— Ella no va a volver conmigo y lo sé pero no amo a Alex, no voy a dañarla e ilusionarla con algo que nunca va a ocurrir.

Él asiente con una sonrisa para palmear mi hombro y alejarse, veo como Lando pasa a mi lado ignorándome mientras habla con Oscar, no necesitaba que fueran amables conmigo porque hasta yo mismo me repudiaba, pero tenia que hacerme cargo de las consecuencias de mis actos.

Solo esperaba que Kaia fuera realmente feliz y pudiera cumplir sus sueños, aunque no sea conmigo.

Kaia POV

No era fácil para mí pero lo había aprendido a sobrellevar, o más bien me había dado el tiempo a misma para hacerlo. Así que escapé, como siempre suelo hacerlo pero de una forma diferente, escapé de mí misma y de los otros para poder sanar sin dañar, refugiarme en la soledad y aprender a escucharme con el fin de poder conocer.

Poder conocer aquello que sentía que había perdido, porque me había perdido en mi dolor.

Me dediqué a viajar por diferentes lugares, a conocer y a conocerme, aprendí a estar sola y disfrutar mi compañía,  de las diferentes culturas y como el curar es un proceso, no algo instantáneo.

Al aterrizar en Mónaco no pude evitar soltar lágrimas cuando vi a Lando esperándome, corrí hacia él para estar entre sus brazos porque lo que más había extrañado había sido a mis mejores amigos, noto como Max me mira con una sonrisa cuando lo abrazó fuerte y nuevamente me siento en mi hogar después de 3 meses.