14.

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Capítulo 14.

Mackenzie.

Raiden lleva ausente 2 semanas. No sé que ocurre, solo sé que lo echo de menos. Le he hablado, pero no responde ninguno de mis mensajes. ¿Estará enfermo? ¿Habrá abandonado la escuela? ¿Tendrá problemas personales? ¿O solo se cansó de mi? Nos habíamos prometido conocernos cuando finalizara el año, pero ahora su ausencia me está preocupando.
Me gustaría comentarlo con alguien, con Niall quizás... Pero sería extraño y...

—Aw, nuestra nueva celebridad.

Brooklyn se detiene a mi lado mientras me observo en el espejo y ato mi cabello en una coleta alta. Alejo inmediatamente mis pensamientos, debo estar alerta cuando ella está cerca.
Mis ojos se encuentran con los de ella brevemente antes de seguir ignorándola. Tengo clase de deporte y no le daré en el gusto para amedrentarme.

—No sabía que el gusto de Niall podía caer tan bajo —Continúa —Supongo que algunas mujeres sirven solo para una cosa. Después de todo, es solo un hombre.

Ja. Yo nunca eh tenido sexo con él.

—Sí, te has descrito a la perfección —Le digo, mientras alcanzo mi móvil y salgo de los camerinos.

No me sigue. Peyton y Sadie están apoyadas en la pared, esperándome.

—¿Todo bien? —Sadie me observa y asiento, no queriendo mencionar a Brooklyn, pero ésta sale de los camerinos junto a Ginnie —Ya veo.

Ni siquiera nos miran cuando pasan por nuestro lado. Sé porqué lo hace, quiere hacerle creer a todo el mundo que el hostigamiento terminó. Es una bruja malvada.

—Vámonos —Les pido.

Una vez que hemos llegado al gimnasio, nos acercamos a los grupos que está formando nuestro profesor Henry Murray. Jugar voleibol no es lo mío, me hace sentir como Bella de Crepúsculo, demasiado torpe. Pero debo hacerlo si quiero obtener una buena calificación.
A la distancia, puedo ver al grupo de Brooklyn practicando sus ensayos, sin música, solo están llamando la atención. Idiotas.

—Bien ¡Comiencen! —Escuchamos el silbato e iniciamos nuestro precario juego.

Sadie y Peyton son las que saben jugar, es por eso que me escondo detrás de ellas y finjo ser una buena jugadora cuando Murray está mirando en nuestra dirección. El equipo contrario, conformado mayormente de hombres, son unas bestias asesinas, pero logramos zafar sus ataques. Excepto por alguien que no está en nuestro curso.

Ginnie. El saque de Michael cae más allá de la red y golpea directamente en la nuca de la chica. Peyton suelta una carcajada cuando está cae chillando. Inmediatamente los ojos de Brooklyn nos busca. Oh no.

—¡Idiotas, miren lo que han hecho! —Nos grita, mientras camina enfurecida hacia nuestro grupo. Ginnie continúa llorando como una tonta —¡¿Eres estúpida?!

—Oye, oye, yo fui quien lanzó el balón —Responde Michael, cuando Brooklyn busca encararme a mi —Las chicas estaban del otro lado de la red. Fue un accidente.

Brooklyn abre la boca para expulsar más veneno, pero Murray aparece y Michael le aclara lo sucedido. Tanto Peyton como Sadie me observan al borde de la carcajada. El rostro de Brooklyn es demasiado gracioso, más aún cuando no puede culparnos de lo que sucedió. Si fuera por ella, estaríamos expulsadas.

—Vuelvan todos a sus lugares, y ustedes, busquen otro momento para sus ensayos, pero primero ve a la enfermería señorita Kelly —Les pide Murray —Y Michael, no es un juego profesional.

—Sí profesor, lo lamento. Seré más cuidadoso.

El resto de la clase se vuelve mucho más divertida debido al llanto de Ginnie y la queja fallida de Brooklyn. El karma siempre se encarga de volver a aquellos que han causado el mal.

¿Guardarás mi secreto? -By Nath 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora