Prólogo

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[...] decidió pedir el café para llevar y salir de ahí. Pero en ese momento, él entró por la puerta.

Fue cuando sintió una mirada sobre él, el rubio decidió averiguar de quién se trataba y se topó con un chico de cabello oscuro y ojos achocolatados, atractivo. [...] Aquel extraño se acercó y se sentó junto a él.

- Soy Dylan -le tendió su mano, la cual el rubio aceptó.

- Thomas. Mucho gusto.

- ¿Qué sucede, Tommy?

- Todo esta mal, Dyl -era un susurro apenas perceptible.

Esa desaparición misteriosa de los amigos de Thomas, fue el pie para que todo diera un giro.

[...] Era una parte del jardín con más árboles y flores, pero lo que realmente le daba ese toque hermoso era la luz de las luciérnagas iluminando la oscuridad.

Y en ese momento, justo en ese instante Dylan O'Brien se dio cuenta de algo: le gustaba Thomas.

Ahí vino su oportunidad. Ambos estaban tan cerca, podían sentir la respiración del otro en su rostro, Dylan ya había cerrado los ojos y Thomas estaba en ello; poco a poco se acercaron más, el rubio puso su mano en la mejilla de O'Brien.

- ¿Me ayudarías a encontrar a mis amigos?

- No descansaremos hasta encontrarlos, Tommy.

[...] Dyl, no se quitaba la escena de si casi beso de hace rato y en un impulso, se separó un poco de Thomas, tomó su nuca y lo besó con mucha desesperación.

Todo subía de tono, ninguno lo detenía. Tanto Dylan como Thomas necesitaban del otro, justo ahora.

Sin embargo en ese momento, el celular de Dylan comenzó a sonar.

- Dyl, contesta y te prometo que seguiremos hasta que ya no podamos mover ni un músculo.

- [...] ¡Dylan! ¡Es uno de ellos!

[...] las envenenadas palabras de Brydon no salían de la mente del pelinegro.

- ¿Eres un Bioterrorista?

[...] Se levantó, suspiró e hizo una pequeña esfera color morado neón (estaba preocupado).

- Por favor, no te asustes yo nunca te haría daño.

- ¿Qué estás haciendo? Si me capturan, no sé lo que me harán.

- Te encerrarán.

- ¿Cómo lo sabes?

- Es que soy parte de ellos, Thomas.

- Dylan, por favor, solo déjame ir -suplicó.

Dylan O'Brien jaló el gatillo.

Mientras se iba, escuchaba los gritos del pelinegro diciendo su nombre: ¡Thomas! ¡Tommy! ¡Regresa, por favor, Tommy!

- Yo noté otra anomalía, señor O'Brien -su voz sonaba calmada, pero se podía notar algo amenazante en ella.

- ¿Cuál es, directora?

- Que el Bioterrorista no te hizo daño alguno, solo te inmovilizó.

Parecería que toda esperanza se había ido cuando lo ayudaron a levantarse.

- Ven, te voy a ayudar -le dijo una voz, una que nunca había escuchado en su vida.

- Por cierto, -dijo la rubio- me llamo Shailene, pero dime Shai.

- Mucho gusto, mi nombre es Theo, bueno, es Theodore, pero prefiero Theo.

[...] Apenas puso un pie fuera cuando sintió una mirada sobre él. Quedó paralizado ante la mirada achocolatada fija en sus ojos, no pudo evitar perderse en esos ojos.

Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora