Rebecca llamó a Sarocha durante su hora de descanso exactamente dos días después de esa noche.No había querido hacerlo cuando May, Fay o Nam estuvieran cerca, pues sabía que la pondrían estúpidamente nerviosa, y fue por eso que prefirió hablar con ella mientras comía su almuerzo recalentado en el depósito de Dope Tattoos.
Freen contestó luego de dos tonos.
—Estudio de arte Chankimha, buenas tardes. ¿Puedo ayudarle en algo?
Se sorprendió al escucharla. Jamás la habían tratado con tan falsa cortesía.
—¿Realmente estoy hablando con la chica que se desnuda frente a desconocidas sin pudor alguno? —Bromeó, y cualquiera que la hubiese mirado a los ojos en esos momentos se habría dado cuenta de que se estaba enamorando.
—¿Rebecca?
En ese mismo instante descubrió que le gustaba hablar por teléfono con Sarocha Chankimha, pues de esta forma podía notar el tono sorprendido en su voz y no sentirse extrañada por las expresiones siempre neutras de su rostro.
—Pensé que no me llamarías —En otro momento no le habría creído, pues era claro que Sarocha se tenía bastante confianza en el arte de la seducción. En ese instante, sin embargo, notó su sinceridad—, así que me alegra el doble que lo hicieras.
Una nerviosa e inevitable sonrisa se apoderó de los labios de Rebecca.
—¿Realmente te alegra mi llamada, Freen? —No podía creerlo.
Sarocha era perfecta, y ella una simple tatuadora. ¿Por qué se alegraría al escuchar su voz?
—La verdad es que estaba tan desesperada por saber de ti que fui yo quien estuvo a punto de llamarte.
Y así era como Freen Chankimha, sin esforzarse demasiado, hacía que su corazón palpitara dolorosamente.
—¿Por qué no lo hiciste?
—No me diste tu número, Rebecca.
—Pudiste llamar al estudio y preguntar por él.
Sarocha hizo silencio, y se escuchó el sonido de la palma de su mano golpeado su frente.
—Lo siento. Estaba tan concentrada esperando frente al teléfono de mi estudio que olvidé que tú también trabajas en uno —Se burló de sí misma—... Por cierto, solo por si no te has dado cuenta, te estaba esperando a ti.
—Por supuesto que me esperabas. Ibas a pedirme algo ¿no?
De inmediato se hizo silencio, y poco después se escuchó una risita nerviosa.
—Tienes razón. Iba a hacerlo —Murmuró, pero daba la impresión de que no lo había recordado hasta este momento.
—¿Y qué es?
No se imaginaba que podía ser. Freen era imposible de predecir.
—Necesito que seas mi modelo, Becky.
De no haber estado tan sorprendida ante su petición habría notado el cariñoso apodo que la joven había usado para referirse a ella.
—¿A qué...? ¿A qué te refieres? —Pero ya lo sabía.
—Dentro de unos meses tendré una exposición a la que decidí llamar "Extraños Ocultos", y en ella expondré diferentes personajes de la sociedad con peculiaridades que intentan ocultar, ¿y existe algo más peculiar que una tatuadora sin tatuajes?... Por supuesto, te mantendré en el anonimato.
Rebecca tragó saliva. Algo le decía que eso no era todo. Algo le decía que aquellas palabras que no quería escuchar estaban por venir.
—Rebecca, quiero pintarte desnuda.
ESTÁS LEYENDO
La tatuadora de libélulas | Freenbecky |
Fanfic"Rebecca Armstrong marcaba la piel de las personas. Sarocha Chankimha marco su corazón... Para siempre" Esta historia solo es una adaptación, escrito por @AllysonDevil