Zhan se había despertado en medio de la noche, al principio creyó que su sobresalto se debía al constante dolor en la espalda, pero el dolor seguía siendo tan molestamente constante como siempre. Masajeándose la frente, trato de recordar de qué iba el sueño, sabía que no era algo bonito ya que un sudor frio le bañaba el cuerpo bajo la pijama. El saber que no podría caminar hasta el baño para refrescarse sin tener que despertar a alguno de sus hermanos o a sus padres, le hizo sentirse aún más miserable de lo que ya se sentía. Estaba seguro que si fuera Won el que estuviera en esa situación, habría alguien durmiendo con él en la habitación para asegurarse que estuviera cómodo.
El médico le había dicho a Zhan que los nervios de su espalda tardarían en reconstituirse, que si hubiera sido humano de seguro estaría muerto. En ese momento ya no sabía que sería peor. Cuando su madre y el doctor pensaban que dormía, se habían puesto hablar sin preocuparse del cachorro enfermo. Lo que el joven liebre había escuchado, lo hizo sentirse lleno de esperanzas, si lo sometían a terapia, la rehabilitación de sus huesos y nervios sería más rápido, podría caminar. De esa conversación hacia dos semanas y nadie había mencionado el llevarlo a algún especialista en cambiar-formas.
Cerrando los ojos Zhan trato de dormirse, después de más de una hora de intentarlo, logro perderse en el mundo de los sueños. En ellos un enorme León, tan grande como un automóvil pequeño caminaba majestuoso entrando a su casa.
Aún en el sueño, al pequeño conejo le pareció extraño el hecho de que aunque era pleno día, el enorme animal entro como amo y señor, haciendo que su familia le diera paso.
El corazón de Zhan comenzó a latir a toda prisa, el enorme animal subía las escaleras que lo llevarían hasta la segunda planta, donde estaban los dormitorios. En su sueño, sabía que era lo que buscaba el León, lo buscaba a él.Un grito despertó a Zhan, para darse cuenta que era él quien había gritado. Bañado en sudor abrió los ojos escudriñando su habitación a oscuras, casi le parecía ver al enorme animal vigilándolo desde el marco. Cuando la puerta comenzó a abrirse, sintió que el corazón se le iba a salir por la garganta, las formas femeninas dibujadas por la luz que entraba por la ventana, le dieron una pista de quién podría ser su visita nocturna.
-¿Qué haces aquí?- pregunto el pequeño conejito, apartándose unos mechones negros que se le habían pegado a la frente por la humedad del sudor sobre su rostro.
La sonrisa tímida de la chica le dejo claro que ella no estaba muy cómoda allí parada bajo el marco de la puerta ahora abierta.
-¿Es que no puedo venir a ver a mi hermanito?- se encogió de hombros la liebre. La única respuesta de Zhan fue sonreír irónico, de que le serviría echarle en cara su abandono.
Lu entendió el silencio del pelinegro-Siento haberte dejado solo todos estos días- se excusó la hermana mayor -Pero es que las cosas están de cabeza por aquí.
El joven cachorro observo a la coneja, se notaba que su grito la había despertado por que venía a su habitación en camisón y tenía el largo cabello pelinegro peinado en una trenza.
-No importa- se encogió de hombros Zhan -Mamá se ha ocupada de mí... Solo tengo que llamarla cuando ocupo ir al baño, me ayuda con mi aseo y me trae la comida a mis horas. Supongo que el hecho de que me aburra no es culpa de nadie.
Lu se sentó en la orilla de la cama, le dedico una larga mirada al pequeño cuerpo del conejito más joven de la manada. El chico siempre había sido de contextura delicada, pero ahora era como una brizna de hierba bajo el terrible sol de verano. Encendiendo la luz de la lámpara junto a la cama pudo observar los ojos avellanados de su hermanito menor, antes siempre alegres y juguetones, ahora apagados con una sombra de gran tristeza.
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Cuando el León probó a su Conejo 2 [YiZhan]
Ngẫu nhiênEl amor es como la mala hierba, crece donde no debe o donde simplemente no debería ser posible. El León hace un contrato por una pareja que es fértil, resulta que el chico se aparea con otro antes que el León lo pueda reclamar. Tomando en cuenta la...