La sombra

La sombra de la soledad me acecha, conspira a mis espaldas y vierte sal en mi herida que aún no sana y que pienso que nunca lo hará.

Las mentiras que tanto creía hoy son un recordatorio constante de mi inútil inocencia, que al final no importará.

El amor que tanto entregaba a diario era algo mío y solo mío; lo que estaba enfrente era solo un recipiente vacío de algo no correspondido, que nunca realmente se llenará.

En los momentos más oscuros he estado ahí para ofrecer mi hombro, mi aliento y mis palabras entre espejos. Y en el momento más oscuro de mi noche, ni siquiera se ha dignado a aparecer desde lejos.

Pero nadie ha dicho que la vida es justa y que en el primer amor a la vista, nos amarían hasta llegar a viejos.

Pienso, y es complejo, que la vida se trata de disfrutar procesos y de aprender a no salir heridos, aunque siempre nuestro corazón buscará fuego hasta causar un incendio.

Hoy mi refugio es la esperanza de que el tiempo va a ayudar a pasar este capítulo, aunque eso signifique que para mi enfermedad jamás va a existir un remedio.