Capitulo 23

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Mientras algunos descansan en Dragonstone, algunos caballeros asumen la guardia, y uno de ellos es sir Simón, quien vigilaba la puerta de la habitación de Maegor. En eso Simón nota la llegada de un caballero.

—¿Por qué está aquí, Ser Erryk? —pregunta al caballero— ¿Ha ocurrido algo?.

—La reina Rhaenyra me envió para informarle que no es necesario que tome guardia en la habitación del príncipe Maegor, ya que no hay personas que representen una amenaza para el principe —responde Ser Erryk mientras observa a Simón.

—No me moveré. El príncipe Maegor no puede descansar si yo no estoy custodiando la puerta. Esto es algo que siempre ha hecho desde el era un niño. Si me retiro, el príncipe lo notará y no se sentirá seguro. Usted sabe mejor que nadie sobre esto —afirma Simón.

—Sé de lo que hablas, pero la reina no tiene conocimiento de los varios intentos de asesinato contra el príncipe Maegor en la Fortaleza Roja; realmente son muy pocos quienes lo saben.

—El príncipe prefiere mantenerlo en secreto —comenta mientras se mueve un poco— Ve a descansar o a ocuparte de otra tarea; yo debo quedarme aquí hasta el amanecer.

—Si lo prefieres, podría encargarme de la guardia para que puedas descansar. Después de todo, sería como en los viejos tiempos en la Fortaleza Roja —Erryk espera la respuesta de Simón— Te veo un poco cansado.

—Simón mira a Erryk— Está bien, tú tomarás la guardia por unos minutos. Yo me recostaré en el suelo, solo un momento.

—De acuerdo —Erryk se posiciona en alerta mientras observa a Simón sentarse en el suelo— Sería mejor que fueras a tu habitación a descansar apropiadamente.

—No, estoy bien aquí. Si me retiro a mi habitación, no podré escuchar al príncipe si me llama, así que me quedaré aquí. Solo cerraré los ojos por un momento. Tú no te muevas de tu puesto —menciona mientras cierra gradualmente los ojos.

Erryk observa cómo Simón descansa brevemente. Él se encontraba enamorado del caballero personal del príncipe Maegor, un hombre amable y noble. Sin embargo, Erryk era consciente de que su juramento a la reina le prohibía mantener una relación amorosa. Se conformaba con simplemente ver a Simón y estar a su lado todo el tiempo que podía.

Al día siguiente

En la fortaleza roja

El consejo reducido de los Verdes se ha reunido para discutir el mensaje enviado por Rhaenyra Targaryen a través de un cuervo. En el mensaje, Rhaenyra rechazaba cualquier acuerdo propuesto por los Hightower y afirmaba que recuperaría su trono a cualquier precio, lo cual preocupaba a Alicent y Otto. Mientras tanto, Aegon escuchaba atentamente las deliberaciones, hasta que alguien menciona dos reinos que despiertan la tentación en Aegon.

—Se dice que el reino de Camelot y el reino de Avaloria están del lado de la princesa Rhaenyra, Majestad —informa Tyland mientras mira al rey.

—Si la princesa Rhaenyra cuenta con el apoyo de esos reinos, eso significa que estamos en desventaja. Sería casi imposible ganar esta guerra —expresa Alicent, mostrando de inmediato su preocupación— Esta situación no nos favorece.

—en eso Aegon decide hablar— He escuchado que mi hermana cuenta con el respaldo de dos reinos que nunca antes habían luchado por un Targaryen. Esos reinos no son nada comparados con nosotros. Poseemos dragones, mientras que ellos carecen de tal poder. Serán consumidos por el fuego de los dragones. Todos aquellos que apoyen a mi hermana Rhaenyra sufrirán la furia del dragón. Además, es probable que solo sean rumores sobre el apoyo de esos reinos a Rhaenyra. ¿Qué ha hecho ella para ganarse su respaldo? —Aegon mira a su consejo— No debemos preocuparnos, nosotros somos los que controlamos el fuego de los dragones. Nadie nos detendrá. Quemaremos esos reinos sin ninguna compasión.

Maegor Targaryen (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora