Capítulo 1. Naruto en un mundo de sombras.

632 67 5
                                    

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Décadas? ¿Milenios? ¿Quizás millones de años? Había estado atrapado allí tanto tiempo que mantener la noción del tiempo se había vuelto imposible.

Si había algo positivo que podía extraer de todo esto, era que no estaba solo. De lo contrario, seguramente habría perdido la cordura y, con ello, su vida.

Aquel lugar que lo mantenía prisionero era un vasto y oscuro bosque, apenas iluminado por una pequeña fogata en medio de un claro. Si pudiera describir ese lugar con una sola palabra, sería sin duda "desesperanza".

Junto al fuego, un joven rubio de ojos azules estaba sentado. Aunque su ropa estaba sucia y desgastada, su cuerpo permanecía impecable. Su rostro, enmarcado por una pequeña pero cálida sonrisa, no reflejaba el tormento de su alma.

Ese chico no era otro que Naruto Uzumaki, el héroe que una vez salvó al mundo de la destrucción. El tiempo pasaba, y Naruto seguía sentado junto a la fogata, contemplando las llamas. Su mente vagaba por el pasado, recordando todos los eventos que lo habían llevado a su situación actual.

Recordaba su infancia, cuando era un niño huérfano viviendo en las calles de Konoha, rechazado por los demás solo por ser un Jinchūriki. Recordaba cómo se esforzó por convertirse en un Shinobi y cómo, a pesar de todos los obstáculos, logró ser reconocido por su aldea. Pero por encima de todo, no podía olvidar la guerra y cómo luchó para proteger a sus amigos y a su aldea. La muerte de Neji y Obito eran estacas clavadas en lo más profundo de su corazón. Al menos ahora, todo eso estaba lejos... demasiado lejos.

Muchas veces había estado a punto de mandar todo al diablo y destruir ese maldito lugar. Sin embargo, recordar sus motivos para estar allí era más que suficiente para tranquilizarlo y darle fuerzas para seguir. Haría todo lo necesario para proteger a Konoha y a sus amigos, incluso si eso significaba perder su propia libertad.

—Estoy seguro de que, si me dieran un tazón de ramen ahora mismo, podría soportar aquí hasta el final de los tiempos. ¿Quién podría ser tan cruel conmigo? Creo que es lo mínimo que merezco —murmuró Naruto, sujetándose la barriga.

—Si tanto lo deseas, solo basta con que uses tu imaginación. Este sitio está bajo tu control mental, así que fácilmente podrías hacer aparecer ese tazón de ramen.

De entre la oscuridad del bosque, dos ojos rojos brillaron intensamente y dieron paso a un pequeño zorro de nueve colas, que caminó lentamente hasta recostarse sobre las piernas del Uzumaki.

—No importa si lo dices así, Kurama. Mi mente jamás podría recrear un sabor tan magnífico, y no pienso engañarme a mí mismo. Sé que no es real, pero aún más importante, ¡un buen ramen solo puede ser hecho por las manos de un auténtico dios!

Una gota de sudor recorrió la frente del Bijuu. Su contenedor podía ser extrañamente incomprensible en ocasiones.

—Nunca pensé decir esto, pero me agrada que no hayas dejado de ser un idiota —comentó Kurama, con una mezcla de resignación y admiración.

Naruto se sintió ligeramente ofendido por las palabras de su compañero.

—Era de esperar. Un zorro pulgoso jamás entendería la grandeza de un buen ramen.

—No me refería a eso, mocoso. Cualquiera en tu situación ya habría perdido la cabeza y se habría convertido en un emo depresivo, pero tú has soportado cada segundo aquí. Eres impresionante —contestó Kurama, causando una gran sonrisa en su compañero.

—Me pregunto qué habrá pasado con todos ellos... Espero que hayan podido continuar con sus vidas de una manera normal. No importa si no puedo verlo con mis propios ojos; mientras mi sacrificio no haya sido en vano, el resto no importa —dijo Naruto, con una mezcla de melancolía y esperanza.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Naruto en The Eminence in ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora