Capítulo 47: Refugio de Amor

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La tarde se desvanecía en el cielo de Barcelona, tiñendo las calles de tonos dorados y anaranjados. Elena había tenido un día particularmente agitado en el hospital, pero estaba ansiosa por regresar a casa y disfrutar de una tranquila cena con Alexia, su madre Eli y su hermana Alba. Estaban planeando una noche relajante en el apartamento de Alexia, una pequeña celebración para estrechar aún más los lazos que las unían.

Elena se sentía afortunada por tener a Alexia en su vida. Su amor, su apoyo incondicional y la forma en que la hacía sentir segura y amada eran un bálsamo para su alma. A pesar de las dificultades que había enfrentado, la presencia de Alexia había traído luz y esperanza a su vida.

Cuando Elena llegó al apartamento, fue recibida con el aroma delicioso de la comida que Alexia estaba preparando. La música suave llenaba el ambiente, creando una atmósfera cálida y acogedora. Alexia, con una sonrisa radiante, la abrazó y le dio un beso en la frente.

"Bienvenida, mi amor," dijo Alexia. "Espero que hayas tenido un buen día."

"Fue agotador, pero ahora que estoy aquí contigo, todo está bien," respondió Elena, correspondiendo al abrazo y sintiendo cómo el estrés del día comenzaba a desvanecerse.

Eli y Alba estaban en la sala, conversando animadamente mientras preparaban la mesa. Elena se unió a ellas, disfrutando de la compañía y el cariño que siempre encontraba en su familia elegida. La cena prometía ser una velada perfecta para relajarse y disfrutar.

Sin embargo, en el fondo de su mente, las preocupaciones sobre sus padres seguían acechando. Los recientes mensajes que había recibido de ellos habían reavivado viejas heridas y traído consigo una oleada de ansiedad y temor. Pero Elena decidió no pensar en eso ahora. Quería disfrutar del momento y olvidar, aunque fuera por unas horas, los problemas que la atormentaban.

Horas antes de llegar a la casa, Elena había recibido un mensaje que la había perturbado profundamente. Su teléfono había vibrado mientras estaba en una pausa en el hospital. Con una mezcla de curiosidad y temor, lo había abierto y comenzó a leer:

"Elena, tu padre y yo hemos escuchado que has sido nombrada jefa de cirugía. Sabemos que es un gran logro, pero seguimos pensando que te has equivocado de especialidad. Deberías haberte centrado en la cardiología, como queríamos. Todavía estás a tiempo de corregir tu camino."

Elena sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies al leer esas palabras. El peso de las expectativas no cumplidas y la desaprobación de sus padres era abrumador. Cada frase parecía una daga que se clavaba en su corazón, dejando heridas profundas y dolorosas. Sin embargo, decidió no compartir el mensaje con Alexia en ese momento, queriendo proteger la calma y la felicidad de su cena planeada.

La cena transcurrió con risas y conversaciones animadas. Hablaron de sus planes para el futuro, de anécdotas divertidas y de los logros recientes de cada una. La presencia de Eli y Alba siempre traía una sensación de hogar y pertenencia que Elena valoraba profundamente.

Justo cuando pensaba que podía relajarse por completo, su teléfono vibró con un nuevo mensaje. Lo miró y sintió que su corazón se detenía. Era otro mensaje de su madre. Con manos temblorosas, lo abrió y comenzó a leer.

"Leímos lo de tus problemas con tu ex compañero, y es lo que pasa cuando eliges un estilo de vida incorrecto, Elena. No solo te pones en peligro a ti misma, sino también a las personas que te rodean. Todavía puedes corregir tus errores antes de que sea demasiado tarde. Ademas, sabemos todo sobre tu relación con Alexia. Es inaceptable. Estás arruinando tu vida y la nuestra. Si no terminas con ella, no queremos volver a verte nunca más. Estás destruyendo nuestra familia con tus decisiones. No queremos una hija que deshonre nuestro nombre de esta manera."

Ecos de Amor  - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora