CAPÍTULO 1

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"El amor es una palabra, un pedacito de utopía"

                               Mario Benedetti.

Calypso.

Toronto, Canadá, seis meses después.

El legado

Camino por el pasillo con los papeles en las manos, apresurando el paso cuando la pantalla de mi móvil enciende mostrando el nombre de mi amigo y consejero.

Entro a la sala de reunión y todos ya están sentados esperando por mi. Hay dos miradas que en especial me hace tornar la mía tomando asiento sobre la única silla que queda libre al cabecero de la mesa.

—Hace más de treinta minutos que la estamos esperando señora Gangnera.

Domingo, un socio que desde que ocupé el puesto de presidente, no ha dejado de joderme, suelta aparentemente molesto. Y no sé ni para que está aquí si solo tiene un 10% de la empresa, pero bueno, para mí padre todos éramos iguales. Por ser tan considerado, lo terminaron matando.

—Pero señora, ya lo hemos hablado haces cuatro meses con su padre.

El payaso de Mauricio se atreve a abrir la boca por primera vez.

—Pero hoy la que está aquí con ustedes soy yo y por lo tanto, lo vamos a hablar conmigo, ¿Alguien tiene una objeción?

Miro a todos y nadie habla, entonces me levanto y pongo delante de cada uno de ellos un dosier con las proposiciones que recomiendo.

—Ahí tenéis todo lo que propongo para el proyecto.

Domingo me lanza una mirada antes de abrir el suyo cuando ya todos están leyendo.

—¿Dos millones de dólares para los productos?— levanta la cara de los documentos para mirarme—¿No cree que es mucho?

—¿Señores les parece que dos millones son muchos para un proyecto de tal magnitud?

Los miro a todos en la sala, incluyendo a mi mejor amiga, la que no ha dicho nada desde que hemos empezado la junta.

—Calypso, no podemos permitirnos gastar dos millones de dólares con la situación económica en la que estamos con la empresa.

—Jemison, yo sé muy bien en qué estado está la empresa. Por eso propuse esta cantidad y se muy bien que podemos pagar por ella

La mano derecha de mi padre y ahora mi consejero se calla.

—Me estoy dando cuenta de que esta reunión no es para que hablemos del presupuesto, sino para que aprobemos el que ya ha decidido.

—No sabía yo que eras tan inteligente Mauricio—sonrió—señores, no podemos tener miedo a que la empresa caiga en la ruina cada vez que queramos hacerla crecer— Apoyo mis manos sobre la mesa mirándolos a todos—Yo confío y creo será la oportunidad perfecta para levantarnos, no solamente al nivel nacional, sino también al nivel internacional.

—Disculpe señora, pero no estamos aquí para hablar sobre suposiciones, es muy bonito tener fé y todo lo que quiera, pero en los negocios eso no sirve.

—Bueno ¡Ya basta! ¿No?— Jenna habla por primera vez—Yo voto por los dos millones porque confío en el plan de Calypso y también en el proyecto que mi tío inició.

—¿Por qué ella está aquí? Estamos hablando de cosas importantes y no de fotografía o modelaje. Ni siquiera debería estar presente.

—Como responsable de la parte marketing de la empresa, Jenna tiene el mismo derecho que tú, de asistir a esta junta.

LA RULETA NEGRA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora