♡ ✨ ᪤ Maldito Tomioka! 𔘓 ! # ᯤ ა [PAUSADA]

𔔀 ꉂ 🍜 ¡ Chaper 2 ! ₍ᐢ..ᐢ₎ ⋆ 🍵

Ya había pasado el día, eran las 7:30 y todos se estaban alistando para la cena. Era casual, pero de todas maneras querían lucir bien.

Obanai se colocó un haori de color gris oscuro con detalles de serpiente en blanco que le había regalado Shinjuro, y una yukata gris abajo. Se recogió el cabello en una cola alta, dejándose unos mechones en la frente y a los lados.

Sanemi vestía un hermoso yukata de color blanco con detalles de hojas en azul oscuro. Pensó que sería muy simple así, por lo que encima se colocó un haori verde oscuro.

Kyojuro tenía una yukata anaranjada con llamas amarillas en las mangas, había sido un regalo de su hermano pequeño. Se amarró el pelo como de costumbre, con una cola de caballo alta y la mitad del pelo suelto.

Giyū tenía una Yukata negra con unas olas celestes y verde claro. Su cabello estaba atado en una cola de caballo baja, pero bien peinado. Y se puso un haori negro con dorado.

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Giyū y Kyojurou se habían encontrado de camino a la finca de Obanai. Iban conversando sobre la extraña actitud de Sanemi esa mañana.

—¡¿Encerio te invitó él?!

—Ajá, mientras descansaba de entrenar, ni siquiera me gritó.

—Que raro…

—Lo mismo pensé.

—Aunque me parece más raro que hayas aceptado venir. Siendo que son dos personas que te molestan habitualmente.

—Vine cuando supe que ibas a estar aquí. Supongo que puedo hablar contigo si no logro llevarme bien con ellos.

—¡Claro! Hablame todo lo que quieras, tu voz es tan calmada que me deja hipnotizado. La verdad, en personalidad me recuerdas a mi madre.

—¿A tu madre?

—¡Así es! Eres tan callado, pero cuando hablas eres gentil y calmado.

—Oh… no había notado eso…

—Es normal, nunca nos damos cuenta de como somos hasta que alguien más nos lo hace saber. Yo no hubiera sabido que alzo mucho la voz al hablar de no ser porque Uzui me lo dijo. —sonrió con amabilidad—.

—Ya veo…

—Sabes Tomioka, por como dices que te trató Shinazugawa, yo diría que el está intentando llevarse bien contigo, o quizá algo más.

—¿Algo más?

—Si, me refiero a ser amigos, o algo más que eso.

—Mmm… la verdad no lo creo. Desde que el llegó a los pilares siempre me ha tratado de esa manera tan… rara. —dijo, incapaz de encontrar una palabra que describiera los malos tratos recibidos—.

Antes de que se dieran cuenta, ya estaban frente a la puerta de la finca. Kyojurou tocó y Obanai abrió desde adentro.

—Oh, Rengoku, Tomioka, pasen. —les abrió la puerta para que ambos entrasen—.