Crazy Little Thing Called Lust ( One Shot)

Crazy Little Thing Called Lust

La energía del público era alta y eso sólo elevó aún más el ánimo de Brian. Estaban en su penúltima canción del programa, Crazy Little Thing Called Love. Brian podía sentir su corazón latir al ritmo del latido. Miles gritaron la letra al cuarteto, hipnotizados por el carismático líder. Freddie desfiló por el escenario, el foco más grande siguió su rostro sonriente y su cuerpo vestido de cuero. John estaba a la derecha de Brian en el otro extremo del escenario y estaba bailando al ritmo de su bajo bajo su propio foco. El propio Brian tenía menos movilidad que John, pero aun así se movía mientras jugaba. Sus rizos rebotaban sobre sus hombros bajo la luz blanca.

Y Roger... Roger parecía etéreo, como siempre. Llevaba una camisa blanca sin mangas desabrochada y sin nada debajo, lo que le daba a Brian una buena vista de su reluciente pecho. Su cabello rubio estaba pegado a su frente por el sudor y sus labios rosados estaban entreabiertos y jadeantes. De vez en cuando giraba la cabeza en dirección a Brian para cantar algunas improvisaciones en su micrófono. Brian no pudo evitar preguntarse cómo se verían sus labios separados sobre algo más grueso.

No. No iba a subir al escenario, delante de decenas de miles de personas. Tenía cosas más importantes en las que concentrarse además de su amor no correspondido y su polla. Como su próximo solo de guitarra. Brian corrió al frente del escenario y comenzó a tocar la parte más intensa de la canción, el foco lo siguió hacia adelante. Jugó de manera que pareciera sin esfuerzo. Antes de que se diera cuenta, su solo había terminado y regresó a su lugar original con una sonrisa de suficiencia en su rostro. Volvió a mirar a Roger en la batería y sintió que su corazón se calentaba cuando Roger le guiñó un ojo, afirmando que su solo era espectacular.

Lo que Brian no vio fue a las dos mujeres subiendo al escenario. Ambos vestidos de negro y de alguna manera no se dieron cuenta de los guardias de seguridad. Ni siquiera Freddie se había dado cuenta de los fans al principio. Continuó con la canción mientras las chicas corrían hacia el desprevenido guitarrista. Brian apenas los vio hasta que estuvieron justo frente a él.

Todo sucedió muy rápido. La más alta agarró la cara de Brian y le metió la lengua en la garganta, lo que no fue una sensación agradable frente a una audiencia. Su cómplice se arrodilló y envolvió sus brazos con fuerza alrededor de las piernas de Brian, deteniendo efectivamente cualquier posible fuga que pudiera haber tenido. A lo lejos, notó el sonido de la guitarra a través de los amplificadores. Rápidamente bajó el volumen al máximo. La mujer arrodillada enterró su rostro en su entrepierna por alguna razón desconocida, lo que provocó que Brian entrara en pánico y la empujara hacia atrás con el cuerpo de su Red Special.

La otra mujer todavía tenía la lengua metida en la boca de Brian, y su presencia le repugnaba. Sintió algo redondo y amargo aterrizar cerca de la parte posterior de su lengua. Joder, esta chica estaba tratando de hacerle tragar algo, tal vez una pastilla. Brian intentó retroceder y cerrar la boca, pero a ella no le gustó. La dama tenía los dedos clavados en las bisagras de su mandíbula, manteniéndola abierta.

"¡Oye!" Llegó el grito áspero de Roger desde algún lugar detrás de él. Entonces algo lo golpeó en la cabeza con toda su fuerza y resonó en el escenario junto a él. La repentina sacudida hacia adelante le hizo tragar la pastilla por reflejo. Mierda. Miró a la mujer parada frente a él, ella sonreía como el gato al que le dieron la crema. Para entonces todos se habían detenido y estaban observando cómo se desarrollaba todo.

"Ven a buscarnos después del espectáculo", ronroneó. Brian apartó a las mujeres de él con más urgencia ahora. Estaba harto de que lo tocaran, invadieran su espacio personal.

"¡Sáquenlas de aquí!" Freddie gritó por su micrófono, señalando al dúo. Los guardaespaldas subieron corriendo al escenario para llevárselos a pesar de sus patadas y gritos. Brian recogió la baqueta que le golpeó en la nuca y se la arrojó a Roger. Trató de ignorar la mirada angustiada del hombre rubio, pero era una sensación agradable saber que Roger lo respaldaba.