Epílogo

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Narra Miyeon

Allí me encontraba yo, hablando con aquel barista que había hecho que mis días aburridos y monótonos fueran entretenidos. Sin pensarlo, nuestras distancias poco a poco se iban acortando, algo que no me incomodaba, pero tampoco esperaba que al final nuestros labios terminaran uniéndose en un beso.

Sentí que el corazón me latía a mil y que en cualquier momento saldría de mí, era como si fuese mi primer amor. Algo en mi interior me molestaba; pensaba que quizás le estaba siendo infiel a mi esposo, pero seguía unida a ese beso que, por falta de aire, tuvimos que separarnos.

Mi rostro estaba ardiendo de la vergüenza. Él solo pudo mirarme y lanzar una sonrisa coqueta. Esa sonrisa fue la que me hizo entrar en la realidad y preguntarme:

<<¿Nos habrá visto alguien?>>

Me levanté de la silla por inercia, sintiendo aún su mirada, una mirada que no pude sostener, por lo que empecé a dar pasos rápidos para irme de allí. Mientras caminaba, lo escuché llamarme:

—¡Miyeon!... ¡Miyeon, espera!.

Me había alcanzado al tomarme de la mano.

—Suéltame —dije, intentando disimular mis nervios.

—Solo si prometes que esto no cambiará nada y nos seguiremos viendo —respondió.

—No lo sé, Jeongin. Esto no está bien...

—Pero, ¿está realmente mal dejar a un lado lo que sientes?

—Jeongin, ¡soy una mujer casada! —repliqué, mostrando mi anillo, anillo que al parecer él había pasado por alto el día que nos conocimos.

No dijo nada y pude zafarme de su agarre y seguir caminando; no podía creer lo débil que había sido.

No había duda de que él me hacía sentir bien. Cada plática que tuvimos me hacía olvidar lo triste y monótona que era mi vida al tener distante a mi marido.

Tenía muy claro por qué me había casado con él: por el bien de mis padres, por el bien de la familia Cho, y seguía unida a él para mantener la imagen de esposa perfecta que había construido. Llegando a casa, me llegó un mensaje de Jeongin, sacándome de mis pensamientos. No dudé en responder al escribir:

<<¿Mañana a la misma hora?>>

<<Nos vemos allí.>>

Amor en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora