Extraños Dias De Amor -Maylor Deacury-

sentimientos

Narra Brian.

Freddie me llamo hace unos días, por supuesto fue rápido y conciso, dijo que teníamos que hablar de algo importante sobre la banda con su típica voz de... bueno, el.

Me dio una dirección que apenas alcance a anotar del recuerdo antes que el colgara, me dijo que debíamos llegar puntualmente a las 12:00 del mediodía y recalco la puntualidad, aunque normalmente es el quién tiende a llegar con atrasos y excusas, nos juntaríamos en el Parque que esta cerca de su casa.

Pero como siempre, estoy aquí, sentado en una banca húmeda, en medio de Londres en un típico día frio esperando ya hace media hora y lamentando el ser lo suficientemente responsable para un ser humano común.

¿Como demonios puedes llegar media hora tarde a un lugar que esta a una cuadra de tu casa? susurré mirando mis zapatos pisando el frío y mojado pasto.

-Discúlpame querido, perdí la noción del tiempo.

pegué un saltito al escucharlo.

madre mía ¿como puede ser tan sigiloso? Llegó detrás de mi en su típica caminata contoneante

Fred me asustaste ¿Cuanto tiempo llevas ahí?— Le pregunte sin levantarme de mi asiento por supuesto, no me levantaría para saludar y perder el calor que he acumulado por media hora.

—Acabo de llegar ¿soy yo o hoy hace demasiado frio? debí haberme puesto un abrigó— dijo lo ultimo susurrando.

Solo se vistió con unos pantalones acampanados blancos y una camiseta con un diseño extraño

¿Tampoco sabias que haría tanto frío? Creo que debíamos juntarnos en tu casa la próxima vez—siempre nos pide que nos veamos en lugares públicos y sin nada de privacidad, lo más común es que se pongan a discutir y la gente nos mire como los bichos raros que somos.

—¿Estás loco? ¡Cada vez que ponen un pie en mi casa la dejan echa un desastre o se ponen a romper cosas!— dijo casi en un grito y con una expresión de enojó.

—¿Ya están peleando?— Pregunto una voz familiar causando en mi un escalofrío, se acercó caminando lentamente, con las manos en sus bolsillos dando pequeños golpes de cadera, nunca he podido negar mi vista a la caminata de Roger, específicamente de su cadera, tiene un movimiento hipnotizante que te nubla la cordura... por supuesto jamás lo he comentado.

  —Roggie, no, no estamos peleando... Solo le decía a Freddie que su casa seria un mejor lugar para las reuniones— le respondí entre risas, sin mirarlo mucho a los ojos, el puso una expresión de intriga por mi comportamiento pero al parecer lo ignoro y me siguió el juego.

¡Es cierto!— Dijo después de unos segundos como si fuera una Azaña

¿realmente no lo había pensado antes?

—¿Ahora tu?— respondió nuestro vocalista asqueado, Roger se colocó a un lado de mi, al centro de los 3 en la pequeña banca de madera vieja y blanda, discutiendo cosas que no necesite escuchar, solo mirar su cabello rubio y sus ojos brillantes de reojo, su respiración preocupantemente acelerada y esa bruma de aire frío siendo expulsado de su garganta mientras su cuerpo choca con el mio, causando un calor en mi cuerpo que yo mismo sería incapaz de causarme...

¿El lo sentirá?

Trae unos jeans ajustados de tiro bajo, que redondean su cintura mostrando un poco de la piel de sus caderas, de un color blanco como la nieve, sus muslos redondeados pero delgados, unas zapatillas rosadas con brillos que jamás tuvo miedo de usar, una camiseta blanca corta y entallada que deja ver su ombligo y una chaqueta abierta, tambien tiene el cabello despeinado hoy pero le queda bien.