Desde la graduación de la UA, todo ha sido un largo camino de sangre, dolor y muerte, algo que se podía esperar de una vida dedicada al heroísmo. Después de todo, ¿qué más se puede esperar? En una guerra interminable, nunca existen pequeñas victorias; solo hay pérdidas, una montaña interminable de cadáveres que no pertenecen a ningún bando. Un montón de víctimas ya olvidadas, arrastradas por el poder de otros seres incapaces de expresar sus diferencias por medio del diálogo, obligadas a enviar a luchar a aquellos que están ciegos, mudos y sordos, quienes solo saben que tienen que matar o serán asesinados si no actúe rápido y en cualquier descubierto se hará parte de las estadísticas.
Los días transcurren en una sucesión de enfrentamientos y sacrificios inútiles, perpetrados por aquellos que creen que así finalmente podrán destacar en su miserable vida. Quienes sobreviven a cada batalla quedan marcados por cicatrices profundas y extremadamente dolorosas, tanto físicas como emocionales. Y para aquellos desafortunados atrapados en el fuego cruzado, la esperanza de una paz duradera parece desvanecerse con la puesta del sol. Cada día que pasa, la incertidumbre y el miedo se profundizan, mientras los corazones anhelan un respiro de tranquilidad que parece cada vez más lejano.
En medio de este escenario desgarrador, los héroes emergen como luces en la oscuridad, enfrentándose a los horrores de la guerra con valentía y sacrificio. Su determinación inflexible es un faro de esperanza para aquellos que aún creen en un futuro mejor. Sin embargo, incluso los más valientes entre ellos no están exentos del peso abrumador que conlleva cada decisión tomada en el campo de batalla. Las vidas perdidas y las decisiones difíciles los persiguen como sombras constantes, desafiando su moral y fortaleza en cada paso del camino.
Algunos pasan sus penas de manera sana, buscando apoyo en sus seres queridos y encontrando formas constructivas de manejar el dolor. Otros, en cambio, se pierden en caminos oscuros, ahogándose en la desesperación o buscando consuelo en vicios destructivos que solo perpetúan su sufrimiento.
Si se lo preguntan a alguno de los tres, lo más probable es que respondan que no hacen parte de la primera categoría para ser honestos. Cada uno de ellos ha caído en prácticas poco saludables de las que no se encuentran muy orgullosos, pero tampoco que los avergüence profundamente.
Shinso, atormentado por sus propios demonios internos, se encuentra refugio en la cafeína mezclada con largas noches en vela, buscando respuestas que nunca llegan. Izuku por su parte, cuenta con una carga emocional abrumadora que lo ha obligado a buscar consuelo en el humo de los cigarrillos que consumen en cualquier rascacielos que tenga la suerte de ser el elegido para recibir sus lágrimas mezcladas con ceniza después de una dura escena que baila con descaro en su cabeza gracias a alguna misión.
Es gracioso pensar que el chico era incapaz de encontrar consuelo en las relaciones humanas que antes valoraba tanto y ahora no era más que un lobo solitario que ladraba a cualquier hoja tostada que pisara por accidente.
En el caso de Shoto, no se podía esperar mucho, dado que creció en un entorno abusivo que nunca le permitió aprender la posibilidad de compartir sus emociones con otros para aliviar la carga. Por ello, mantenía su sufrimiento para sí mismo, encerrándolo en un escudo de hielo que lo apartaba del mundo exterior.
Cada uno de ellos luchaba a su manera, tratando de encontrar una salida del laberinto de emociones que los consumía, un bote salvavidas en medio del océano o un paracaídas en medio de la caída.
Katsuki desearía ser como ellos, tener la capacidad de seguir flotando cuando sus brazos están cansados y no quiera nada más que hundirse. Anhela ser como aquellos que, al estar al límite, dejan el orgullo a un lado y piden ayuda. Desea recuperar la versión de sí mismo recién graduado, cuando, a pesar de su terquedad, comprendía cuándo era necesario gritar por ayuda y no temía hacerlo. Quisiera liberarse de la vergüenza que ahora lo ata, impidiéndole alcanzar esa misma claridad y humildad que una vez tuvo.
27 de junio de 2024.
CMTS no tiene la intención de estar bien redactada, simplemente son pensamientos sueltos de la madrugada mezclados con momentos de mierda de mi vida. De antemano, pido disculpas por los horrorosos errores gramaticales que cometo y ni siquiera noto por escribir tan rápido.
Si algo no tiene sentido, pueden preguntarme. También me refiero a lo que sucede en la historia, creo que no suelo ser muy claro con ciertos aspectos de la vida de Katsuki y "el suceso" ya que suelo omitir cosas porque en ocasiones se me olvida que soy el único que los conoce al momento de hacer referencias sobre estos.
Izuku, Katsuki, Shinsou y Shoto vivieron juntos por unos años y por órdenes de la comisión, lo volverán a hacer una vez más.
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Cry myself to sleep | Bakugou Katsuki
FanfictionBk Angst. Y por más que pensara y volviera a repasar cada uno de los acontecimientos que cambiaron a Katsuki, siempre volvía al año pasado... El jodido año pasado, donde nadie tenía idea de qué había pasado. Todobaku Dekubaku Shinbaku