Han YeRi recibe la llamada de sus amigos descubriendo una sorpresa. Una bebé ha sido dejada en casa de ellos sin explicación alguna, sólo una carta fue encontrada con la pequeña mencionando algo sobre una promesa.
Mientras se inicia la investigación...
Han YeRi había recibido una llamada a primera hora de la mañana, Hoseok se escuchaba muy nervioso además de ansioso mientras le pedía que fuera lo más pronto a casa. Había prometido que allí le explicaría lo que estaba ocurriendo, esperaba que fuera realmente urgente y no estuviera dramatizando más de lo normal, al bajar del taxi pagó al hombre agradeciéndole su servicio, se acercó al portón de la casa tocando el botón del intercomunicador. Escuchó el clic sonar permitiéndole el paso de la puerta, al entrar cerró detrás de sí caminando a la puerta principal por el jardín, la mañana iniciaba con el cielo gris, en cualquier momento llovería y no tenía algo que la protegiera de eso.
—¡YeRi!—Jimin parecía aliviado al abrirle la puerta. Jaló del brazo de su amiga arrastrándola a la sala, los demás estaban allí con un rostro de preocupación.
—¿Qué pasa?, Hoseok me asustó con esa llamada—acomodó la correa de su bolso cruzado—¿Volvieron a meterse en problemas?
—Bueno...—miró a TaeHyung—No sabemos si es un problema nuestro exactamente...
—¿Estás dudando?—JungKook lo empujó suavemente con el codo—No es mío.
—Pues el de nosotros tampoco—Hoseok intervino.
—No discutan—YoonGi colocó sus manos en sus caderas—YeRi, mira esto.
La chica sin entender todavía rodeó el sofá, éste le indicó el mueble y al voltear se llevó tremenda sorpresa al ver un bebé durmiendo plácidamente rodeada de cojines. Levantó sus cejas mirando a cada uno de los siete chicos.
—¿Qué es esto?
—Es una bebé. Según la nota su nombre es Yuna...
—Sé que es un bebé, pero, ¿Qué hace un bebé aquí?—interrumpió a TaeHyung.
—No lo sabemos—respondió Jin en el sillón—estábamos desayunando cuando tocaron el timbre, JungKook fue a ver y estaba la pequeña en una cesta, había una nota con ella.
NamJoon le entregó la nota para que ella misma lo viera.
Sé que no debería hacer esto, lo he pensado muchas veces, pero no conozco un lugar más seguro para dejar a Yuna. Una vez en el pasado hicimos una promesa, ¿Recuerdan?, espero que puedan cumplirla por mí. Me alegra saber que todos han tenido una buena vida, ¿Podrían encargarse de que mi bebé también la tenga?
Lo siento mucho. Espero que cuando Yuna crezca no me odie por mis decisiones.
—¿Por qué no llamaron a la policía?
—Es que entramos en pánico...—NamJoon fue interrumpido por Tae.
—Ustedes entraron en pánico apenas la bebé empezó a llorar.
—¿Qué tengo que ver en esto?—YeRi seguía sin entender.
—Eres mujer, pensamos que la bebé estaría más cómoda contigo—ante el comentario de Jimin rodó los ojos.
—Un poco machista ese pensamiento. Que sea mujer no significa que sé como tratar un bebé.
—Pero eres maestra—señaló JungKook.
—¿Eso qué?, son niños, no bebés y ustedes son adultos. ¿Acaso nunca han tenido contacto con los bebés?—acusó—Avisaremos a la policía. Llamaré a mi padre.
Porque el padre de YeRi era uno.
—¿Y si vamos a la cárcel?
—Tae—reprochó YoonGi—¿Por qué iríamos a la cárcel?
—Porque pueden creer que fuimos cómplices o algo así. En las películas siempre llevan preso a alguien, creerán que falsificamos la carta y le hicimos algo a la madre de esta bebé.
—Tienes que dejar de ver esas películas—aconsejó Jin—La policía investigará, se hará cargo del asunto y listo.
—¿Tienen en mente alguna persona que pueda ser la madre de Yuna?—YeRi los miró obteniendo silencio—Supongo que no—del otro lado de la línea su padre respondió.
El día comenzaba de una manera muy dramática.
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Hace mucho (creo yo) que no escribo algo involucrando a los siete chicos. Esta historia me pareció perfecta y se me ocurrió por la mañana mientras hacía el desayuno.
Veamos que sale de esto y por supuesto, espero que les guste.
