Ecos de Amor - Alexia Putellas

Capítulo 52: Boston

La oportunidad de viajar a Boston para participar en una cirugía innovadora era un hito en su carrera, pero también significaba un tiempo de separación física de Alexia, justo cuando su relación estaba en su punto más frágil.

Elena estaba en su oficina del hospital, revisando algunos expedientes, cuando el director del hospital se acercó a ella.

"Elena, ¿tienes un momento para hablar?" preguntó el Dr. , asomándose por la puerta.

"Claro, doctor. ¿En qué puedo ayudarlo?" respondió Elena, dejando los expedientes a un lado.

"Quería hablar contigo sobre el viaje a Boston. Todos los preparativos están listos, y tenemos el cronograma definitivo de las cirugías y conferencias en las que participarás. Es una gran oportunidad para ti y para nuestro hospital."

Elena asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. "Estoy muy agradecida por esta oportunidad, doctor. Haré todo lo posible por representar bien al hospital."

"No tengo dudas de que lo harás," dijo él con una sonrisa. "Pero también quiero asegurarme de que estás preparada para el desafío. Sé que tu vida personal ha sido un poco turbulenta últimamente, y quiero que sepas que tienes todo nuestro apoyo."

Elena agradeció las palabras del director, pero su mente ya estaba en la conversación que sabía que tendría que tener con Alexia.

Esa noche, al llegar a casa, encontró a Alexia sentada en el sofá, mirando la televisión pero claramente absorta en sus pensamientos. Elena se sentó a su lado, y después de un momento de silencio, tomó aire y decidió hablar.

"Alexia, necesito hablar contigo sobre algo importante," dijo Elena, tratando de mantener la calma en su voz.

Alexia apagó la televisión y se giró para mirarla. "¿Qué sucede?"

"El viaje a Boston está confirmado. Me iré en una semana, y estaré un tiempo allá" comenzó Elena. "Es una gran oportunidad para mí, pero también significa que estaremos separadas por un tiempo."

Alexia asintió, su rostro una mezcla de emociones. "Lo sé. Y es algo que tienes que hacer. Es una oportunidad increíble."

"Sí, pero hay algo más," continuó Elena, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. "He estado pensando mucho en nosotras, en nuestra relación. Y creo que tal vez este tiempo separadas nos pueda ayudar a aclarar nuestras mentes."

Alexia frunció el ceño, una sombra de dolor cruzando su rostro. "¿A qué te refieres, Elena?"

"Quiero decir que quizás sería bueno tomar este tiempo para reflexionar sobre lo que realmente queremos, sobre si podemos superar los problemas que hemos estado teniendo," explicó Elena, su voz temblando ligeramente. "Quizás es mejor estar separadas durante este tiempo para ver si realmente podemos seguir adelante juntas."

Alexia miró fijamente a Elena, su mirada llena de tristeza y confusión. "¿Estás diciendo que deberíamos tomar un descanso?"

"No exactamente," respondió Elena, sintiendo cómo se le quebraba la voz. "Solo creo que necesitamos este tiempo para entender lo que realmente queremos y necesitamos. No quiero perderte, Alexia, pero tampoco quiero seguir lastimándonos mutuamente."

El silencio que siguió fue pesado, cada segundo parecía estirarse eternamente. Finalmente, Alexia asintió lentamente, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas.

"Tal vez tienes razón," dijo Alexia con voz ronca. "Tal vez necesitamos este tiempo para ver si podemos salvar lo que tenemos."

Elena sintió una punzada de dolor en su pecho, pero también una pequeña chispa de esperanza. "Quiero que sepas que te amo, Alexia. Siempre te amaré, pase lo que pase."

"Yo también te amo, Elena," respondió Alexia, susurrando las palabras como si temiera que se desvanecieran. "Espero que este tiempo nos ayude a encontrar el camino de vuelta."

Los días que siguieron estuvieron llenos de una extraña mezcla de rutina y despedida. Ambas intentaban actuar con normalidad, pero la inminente separación añadía una carga emocional a cada gesto, cada palabra.

Elena se sumergió en su trabajo, intentando mantener su mente ocupada. Revisaba y preparaba los materiales necesarios para su viaje, mientras intentaba encontrar momentos para hablar con Alexia, asegurándose de que sus últimas conversaciones antes de partir fueran significativas. Alexia, por su parte, trataba de mostrarse fuerte, pero la tristeza y el temor a lo desconocido eran evidentes en sus ojos.

Una noche, mientras ambas se sentaban en la cama, Elena tomó la mano de Alexia. "Prometamos que nos mantendremos en contacto, que hablaremos todos los días."

Alexia asintió. "Sí, prometido. No importa lo que pase, siempre estaremos en contacto."

Las palabras fueron un bálsamo momentáneo, pero no eliminaban la incertidumbre que colgaba sobre ellas.

Finalmente, el día del viaje llegó. Alexia acompañó a Elena al aeropuerto, ambas conscientes de la gravedad de lo que estaba en juego. Se abrazaron fuerte, sin querer soltar, como si ese contacto pudiera resolver todas las dudas y dolores.

"Cuídate, por favor," susurró Alexia en el oído de Elena. "Y mantente en contacto."

"Lo haré," prometió Elena, sintiendo cómo su corazón se rompía un poco al decir adiós. "Nos vemos pronto."

Elena se alejó hacia la zona de seguridad, girando una última vez para ver a Alexia, quien le devolvió una sonrisa triste. La incertidumbre colgaba en el aire, como una sombra que amenazaba con consumir todo a su paso. Ambas sabían que el tiempo que estarían separadas sería crucial para su relación, pero ninguna podía prever lo que el futuro les depararía.

El vuelo a Boston fue largo, y Elena pasó la mayor parte del tiempo perdida en sus pensamientos. Miraba por la ventana del avión, viendo las nubes pasar y preguntándose si realmente encontrarían una manera de superar esta crisis.

Durante el vuelo, trató de concentrarse en los detalles de las cirugías que realizaría y las conferencias a las que asistiría. Pero su mente volvía una y otra vez a Alexia, a sus últimos días juntas, a las palabras que habían dicho y las que no. Se preguntaba si el espacio y el tiempo les darían la claridad que tanto necesitaban, o si la distancia solo exacerbaría sus problemas.