Lunes, 10:00 AM
Ray
La entrega es hoy, reviso los mensajes del teniente y doy instrucciones a mi gente antes de poner mi energía en algo que valga mi tiempo, nos reuniremos en el mismo lugar pero tengo claro que es un operativo, la humillación sera mayor para el.
Las pruebas de drogas de los Zánganos han llegado, me importa poco quien esté consumiendo qué, se que tienen que mantenerse despiertos y que no lo hacen con vitaminas; también soy consciente de que saben ocultarlo, la única razón por la que reviso su consumo es para justificar las pruebas de Jeff sin que se sienta como el único objetivo, tampoco quiero que mis hombres consuman Fenta o alguna mierda que los haga estúpidos, veo lo esperado; cocaína y Cannabinoids, me sorprende que solo cuatro de los Zánganos lo tengan en sangre, busco las pruebas de Jeff, su nombre es el único que realmente me interesa; es el único que realmente me importa y no lo veo.
Uso el buscador en la lista y tampoco aparece, lo mato; ahora si lo mato.
Marco al laboratorio y tener que esperar por varios minutos mientras localizan a la encargada me prende la sangre, pero no voy a ir personalmente, necesito estar cerca para matarlo con mis propias manos.
— Jefferson Rivera Volkov, ¿Donde están sus resultados? — pregunto sin preámbulos.
Se que le tomaron sangre y muestra de orina, me avisaron en el momento en que completaron la lista y me aseguré de ver su firma junto a su nombre; me niego a que vengan a tomar las muestras para evitar que engañen a los técnicos, que los sobornen, pensé que podia confiar en este maldito laboratorio, han hecho pruebas tres veces al año por los últimos tres años, siempre ha pasado las pruebas sorpresa, nunca ha faltado a las pruebas.
— Señor Vargas — dice la encargada. — Estábamos esperando su llamada; los resultados del señor Rivera fueron descartados por las inconsistencias en la prueba sanguínea, lo mejor sera retomar la muestra y analizarla nuevamente. —
Maldita sea Jeff, maldita sea; habíamos superado esto, pensé que no volvería a sentir este maldito nudo en el pecho.
— ¿Que encontraron? — Me aterra escuchar el cóctel.
— No encontramos ningún narcótico ilegal, sin embargo encontramos Doxilamina y Quetiapina en la muestra, es normal que los pacientes psiquiátricos muestren este tipo de narcótico, pero no hay ningún reporte sobre ellos en el expediente del Señor Rivera, asumimos que no se habían actualizado los expedientes pero nos vimos en la obligación de descartar la muestra cuando detectamos la carga hormonal, comparamos la muestra sanguínea con el uro análisis y es evidente que las muestras pertenecen a dos personas completamente distintas, los medicamentos no aparecen en la muestra de orina y la carga hormonal de la prueba de sangre es demasiado alta para un hombre sano. —
Hijo de la gran puta.
— Envía los resultados. —
Espero por los resultados mientras redacto el pedido de admisión forzosa en el centro de rehabilitación, esta vez no pienso perder el tiempo, lo voy a internar en el culo del mundo, hoy mismo sale del país, se va, en una camilla o amarrado; pero se va.
Imprimo el documento que le voy a meter por la boca y a sacar por el culo antes de enviarlo al infierno y camino hasta el cuarto que comparte con la estúpida que lo ha llevado a esta mierda otra vez.
El seguro de la puerta me lo pasare por las bolas junto con su maldita adicción, pateo la puerta hasta destruirla y lo único que encuentro al entrar es a la loca saliendo del baño con arma en mano, de esta me encargo después, si no esta aquí esta en el maldito gimnasio.
ESTÁS LEYENDO
Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...